Diabetes en el embarazo.

Diabetes en el embarazo.

freeimage-8453129-webLa diabetes gestacional es una alteración de la tolerancia a la glucosa (del azúcar en sangre) que aparece o al menos se detecta por primera vez durante el embarazo en curso. Su prevalencia varía -según las poblaciones estudiadas- entre 4 y 7%, aunque en algunas comunidades indígenas llega al 13%. En nuestro país no hay cifras exactas pero se estima que es de alrededor de un 6 a 7%. Qué hay que saber y cómo cuidarse.

La diabetes gestacional es llamada así ya sea que se trate de una diabetes previa al embarazo que no fue diagnosticada o si la alteración persiste al concluir la gestación.

La Sociedad Argentina de Diabetes estableció los siguientes factores de riesgo en el último consenso:

  • Antecedente de diabetes gestacional en embarazo anterior
  • Edad mayor o igual a 30 años.
  • Antecedentes de diabetes en familiares de 1º grado.
  • Pacientes con sobrepeso u obesidad al comienzo del embarazo.
  • Antecedentes de macrosomía fetal (un hijo de 4000 gr o más)
  • Antecedentes de mortalidad perinatal inexplicada
  • Síndrome de poliquistosis ovárica
  • Antecedente de la madre de alto o bajo peso al nacer
  • Glucemia en ayunas mayor de 85 mg/dl
  • Preeclampsia
  • Multiparidad
  • Utilización de drogas hiperglucemiantes (corticoides, retrovirales, betamimeticos, etc.)

Un punto importante es saber que los factores de riesgo son sumatorios, es decir que, a más factores, más riesgo de padecerla.
La Dra. Gabriela Rovira, endocrinóloga, médica de planta del Hospital Británico y derivante de Halitus Instituto Médico, aclara: “La diabetes gestacional es aquella que se diagnostica en el embarazo y la pregestacional corresponde a las mujeres que tienen diabetes y quedan embarazadas. La diabetes gestacional aparece como consecuencia de los cambios hormonales que experimenta el cuerpo por el embarazo: una serie de hormonas –los estrógenos, la progesterona, la lactógeno placentaria, el cortisol- aumentan progresivamente desde el primer trimestre y generan insulinorresistencia. Aquellas mujeres que no poseen la capacidad de incrementar en forma suficiente los niveles de insulina -la hormona encargada de disminuir los niveles de azúcar en sangre-que permiten vencer esa resistencia, desarrollan diabetes gestacional”.

SÍNTOMAS DE LA DIABETES GESTACIONAL
Los síntomas dependerán de la severidad y del tipo de diabetes que tenga la paciente.
“En la diabetes gestacional habitualmente no hay síntomas asociados a la glucosa elevada dado que la mayoría de las pacientes tienen en ayunas niveles que no generan síntomas, los valores aumentan luego de las ingestas. Los casos severos y de pacientes con diabetes pregestacional pueden presentar síntomas, como consecuencia de niveles elevados de glucosa en sangre. Entre ellos se cuentan:

Sed excesiva (polidipsia)
Necesidad de orinar frecuentemente (poliuria)
Cansancio, decaimiento
En el caso de hipoglucemia (niveles bajos de glucosa) pueden presentarse algunos de los siguientes síntomas:

  • Mareos
  • Visión borrosa
  • Sudoración fría
  • Temblores
  • Palpitaciones
  • Confusión”, expresa la especialista.

CÓMO SE DIAGNOSTICA LA DIABETES GESTACIONAL
“Debe descartarse en toda embarazada, presente o no factores de riesgo de acuerdo a los recursos disponibles, el diagnostico forma parte de los estudios que el obstetra realiza en los controles prenatales. Se diagnostica diabetes gestacional cuando la embarazada presenta dos o más glucemias en ayunas iguales a -o superiores- a 100mg/dl, asegurando un ayuno de 8 horas. Si, en cambio, la primera glucosa plasmática presenta un nivel menor a 100 mg/dl es considerada normal y entonces se solicita una Prueba de Tolerancia Oral a la Glucosa. Este test consiste en realizar una extracción en ayunas, administrar luego 75 g de glucosa disuelto en agua y finalmente, llevar a cabo una nueva extracción de sangre 2 horas después de la ingesta. Esta prueba es indicada entre la 24 y 28 semanas de embarazo. Si la prueba resulta alterada- esto es, que el resultado a las dos horas de la ingesta es mayor o igual a 140 mg/dl, entonces estamos en presencia de una diabetes gestacional”, describe la Dra. Rovira.
Y agrega: “Si el resultado es normal pero la paciente presenta factores de riesgo, debe repetirse la prueba entre la semana 31 y 33 del embarazo. Y si este resultado está alterado, se diagnostica diabetes gestacional. También debe tenerse en cuenta que si la paciente posee factores de riesgo importantes puede considerarse efectuar la prueba antes de la semana 24 de embarazo”.

LA DIABETES GESTACIONAL Y EL BEBE
Cuando la madre presenta glucosa elevada, esa glucosa pasa la placenta y puede afectar el crecimiento y desarrollo normal del bebé en gestación, provocando un aumento desproporcionado del tamaño del bebé respecto de sus padres -macrosomía fetal, casos en que el recién nacido tiene un peso mayor a 4kg-.
La endocrinóloga expresa: “Otras alteraciones en el hijo de madre diabética se manifiestan luego del parto y dependen fundamentalmente de la severidad de la diabetes, del control metabólico de la madre y del momento de nacimiento del recién nacido. Es el caso, por ejemplo, de la hipoglucemia fetal, el distress respiratorio, la hiperbilirrubinemia o la hipocalcemia. Las malformaciones congénitas que pueden presentarse en hijos de madres que desarrollaron diabetes durante el embarazo son similares a las de la población en general, en cambio en la diabetes pregestacional, son más frecuentes, dependiendo del control metabólico previo al embarazo”.

TRATAMIENTO DE LA DIABETES GESTACIONAL
La médica explica que el tratamiento se basa en cuatro pilares fundamentales:
Educación diabetológica acerca de la importancia de lograr un adecuado control metabólico para evitar complicaciones maternofetales, cuáles son los cuidados a llevar adelante, sobre el uso de medidores de glucosa capilar, la ganancia de peso ideal, controles de laboratorio, etc.
Plan de alimentación individualizado. Fraccionamiento de la dieta, controlando la cantidad de hidratos de carbono, proteínas y grasas, consumo de sal y el adecuado aporte de nutrientes indispensables para el adecuado desarrollo fetal.
Beneficio de la Actividad física, si no hay contraindicaciones obstétricas para realizarla.

Es importante aclarar, dice la Dra. Rovira, que “los hipoglucemiantes orales no están autorizados para ser utilizados durante el embarazo por las autoridades regulatorias de nuestro país. Debe utilizarse insulina humana, de acción intermedia, rápida o ultrarrápida, en el caso de hiperglucemia reiterada en ayunas y/o post ingestas, si con la dieta no se lograron los objetivos.”
También destacó que es sustancial el apoyo psicológico en algunos casos. Y que existen casos en que la prevención es posible. Para ello es necesario mantener un peso saludable, realizar una alimentación adecuada y actividad física antes y durante el embarazo. Estos elementos demostraron ser efectivos en la prevención del desarrollo de diabetes en el embarazo.

RECOMENDACIONES PARA MUJER CON DIABETES QUE BUSCA EMBARAZO:

  • Programación del embarazo
  • Optimizar su control metabólico
  • Modificar hábitos perjudiciales
  • Realizar una terapia nutricional buscando el peso adecuado
  • Incorporar ácido fólico (5 ó 1 mg/día según la paciente)
  • Suspender hipoglucemiantes orales si los venía recibiendo
  • Suspender el uso de otras medicaciones que no están permitidas para su utilización en el embarazo

CONTROLES
“Los controles de rutina dependerán del tipo de diabetes”, define la especialista, y enumera:

Diabetes gestacional: evaluaciones médicas con control del aumento de peso, los resultados de las mediciones de glucosa, el cumplimiento de la dieta, el control de la tensión arterial, los resultados de laboratorio, incluyendo medición de fructosamina y/o hemoglobina glicosilada (parámetros que informan control metabólico durante períodos que miden entre tres semanas a tres últimos meses) y presencia de cuerpos cetónicos en ayunas.
Diabetes pregestacional: Es necesario controlar también la repercusión del embarazo sobre órganos que pueden tener algún tipo de complicación crónica asociada a la diabetes como los ojos, los riñones y el sistema cardiovascular. “Es fundamental en el seguimiento de estas pacientes trabajar en equipo con el obstetra, la nutricionista, el diabetólogo y el neonatólogo para lograr óptimos resultados durante el embarazo y en el momento del parto. Los controles deben realizarse cada quince días hasta la semana 32 luego semanalmente, siempre dependiendo de cada paciente. Mantener un buen control glucémico intraparto disminuye la posibilidad de que se produzca una disminución de la glucosa del recién nacido, para ello se requiere monitorear la glucemia durante el parto y, si fuera necesario, debe aportarse insulina durante el mismo, nuevamente el trabajo en equipo multidiciplinario disminuye los riesgos de complicaciones maternofetales”, agrega.

Imporatantes:

Una madre diabética no ha de tener un hijo diabético, dependerá del peso del recién nacido y de otros factores ambientales (alimentación, sedentarismo, stress, genética) lo que ocurra en el futuro de ese niño, adolecente y adulto en relación con la posibilidad de desarrollar diabetes en el futuro.
Luego del embarazo la glucemia tiende a normalizarse en el 90 % de los casos, de todas formas, a las seis semanas del parto se debe realizar una reevaluación con una curva de tolerancia a la glucosa, para determinar si ha quedado o no una alteración metabólica. Es muy importante esta reclasificación y si fuera normal en el futuro hacer exámenes anuales a fin de descartar la aparición de una intolerancia a la glucosa o diabetes.
Cuando una mujer ha tenido diabetes gestacional, tiene riesgo de volver a desarrollarla en futuros embarazos. Es por eso importante tomar medidas de prevención, de no ser así, realizar un diagnóstico temprano para evitar complicaciones tanto en la madre como en el hijo.

Fuente: Sentirypensar.com.ar

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