Cáncer de mama: controlarse a toda edad.

Cáncer de mama: controlarse a toda edad.

843999_43617046Las estadísticas de la Sociedad Americana del Cáncer muestran que las mujeres poseen alrededor de un 12% de probabilidades de desarrollar cáncer de mama a lo largo de su vida, 1 de cada 8 mujeres lo hará. De 100 cánceres de mama 99 son mujeres y 1 es varón. Las estadísticas de Argentina muestran que el cáncer de mama es la primera causa de muerte por tumores en mujeres, que se producen 5400 muertes por año por esta causa y que se estima que se producirán 18.000 nuevos casos por año, lo que representaría el 17,8% del total de incidencia de cáncer en nuestro país. Las tasas de mortalidad por esta causa se dan con mayor frecuencia entre los 50 y los 80 años o más, pero los controles deben llevarse a cabo en todos los momentos de la vida.

“La Argentina, detrás de Uruguay es el país de América con mayor tasa de mortalidad por cáncer de mama y este tipo de cáncer se presenta con mayor frecuencia en las mujeres, con una tasa de 74 casos cada 100.000. Sólo un 1% aparece en hombres”, comienza describiendo el Dr. Juan Isetta, mastólogo de Halitus Instituto Médico.
El cáncer de mama es una enfermedad causada por la multiplicación anormal de las células de la mama. “En el proceso normal de multiplicación celular, las células normales van creciendo y se dividen para formar otras nuevas en la medida en que el cuerpo las requiera. Las células malignas, pierden la capacidad de detener su proceso de multiplicación e invaden al órgano como si intentaran ocupar el lugar de las células normales, formando una masa de tejido –un tumor- que puede liberar sus células hacia otros órganos”, describe el Dr. Isetta.
El cáncer de mama prácticamente no presenta síntoma durante los momentos tempranos, pero el desarrollo de la enfermedad en el tiempo puede llevar a distintos elementos de alerta que deberían llevar a la mujer a consultar al especialista:

  • Aparición de bulto o nódulo o dureza en la mama o en la axila.
  • Retracción o formación de pozo u hoyuelo en la piel.
  • Deformación de la mama o del pezón.
  • Irritación o enrojecimiento en la piel de la mama, acompañado de hinchazón del órgano. La piel toma un aspecto como el de la cáscara de la naranja.
  • Secreción por el pezón, retracción del pezón, descamación o lastimadura persistente del pezón.
  • El dolor aparece tardíamente como síntoma, generalmente puede verse en casos avanzados.

El médico aclara: “Estos síntomas no necesariamente significarán que la mujer o el hombre padecen de cáncer de mama, para el diagnóstico será necesario que el especialista solicite estudios. Generalmente se solicita:

  • La mamografía es una herramienta imprescindible que se utiliza desde hace más de cuarenta años en forma rutinaria y aún no ha sido reemplazada por ninguna otra tecnología. La mamografía digital utiliza rayos X que permite proyectar imágenes ordenadas electrónicamente en un proyector. Este tipo de estudios permite magnificaciones, inversiones y demás manipulaciones de la imagen permitiendo acceder a todos los beneficios de las tecnologías digitales, incluso cotejo digital con estudios anteriores. Además, provee imágenes más claras en casos de mamas más opacas y una mejor visualización de las microcalcificaciones.
  • La mamografía tridimensional o por tomosíntesis. Permite la captura de múltiples imágenes de cada mama.
  • La resonancia magnética nuclear mamaria. Se recurre a ella en casos especiales como en pacientes con prótesis mamarias, para especificar la extensión de una patología específica o incluso en casos es que es necesario un control de las mamas que ya fueron tratadas con cirugía y radioterapia.
  • La ecografía. Forma parte del arsenal diagnóstico no agresivo, y complementa, el estudio mamográfico. Es de utilidad para estudiar masas, asimetrías, diferenciar nódulos sólidos de líquidos y es el primer examen en pacientes jóvenes para su control con o sin manifestaciones clínicas.

Y agrega: “Luego de estos métodos no invasivos pasamos a la punción biopsia, que se solicita únicamente cuando existe una imagen sospechosa o una duda diagnóstica razonable. Es un método de diagnóstico, sencillo, rápido y fiel siempre que sea realizado por un especialista entrenado y en un centro especializado. Se lleva a cabo con anestesia local y es ambulatoria. Consiste en extraer una pequeña porción de tejido que será estudiado al microscopio para establecer el diagnóstico. Es importante aclarar que está probado que no disemina al cáncer, no lo produce, no lo estimula”.

Factores de riesgo del cáncer de mama
Cabe mencionar:

  • Haber tenido ya un cáncer de mama u ovario.
  • Tener madre, hija o hermana con cáncer de mama u ovario. En especial cuando la enfermedad apareció en ese familiar antes de la menopausia.
  • Tener una biopsia previa de mama por hiperplasia atípica o carcinoma in situ.
  • Consumir más de dos copas de alcohol diarias.
  • Obesidad o sobrepeso, sedentarismo.
  • Usar Terapia de Reemplazo Hormonal por más de 5 años en forma continua, especialmente si se combina estrógeno con progesterona.
  • No tener hijos o concebir su primer hijo luego de los 35 años.
  • No haber amamantado.
  • Exponerse en exceso a radiaciones, particularmente personas que necesitaron irradiar el tórax por otra enfermedad.
  • Mayores de 50 años.
  • Menstruación antes de los 12 años.
  • Menopausia luego de los 55 años.
  • Sufrir una mutación en los genes relacionados con cáncer de mama BRCA1 o BRCA2.

ESTADIOS DEL CÁNCER DE MAMA, CONTROLES Y TRATAMIENTOS
Los estadios clasifican al cáncer de mama del I al IV, teniendo en cuenta el tamaño del tumor, el compromiso de ganglios y la diseminación a otros órganos (metástasis). “Sin embargo, a la hora de planificar un tratamiento esta clasificación rígida no resulta muy útil sino que hoy en día se utilizan distintos marcadores más personalizados que permiten adecuar el tratamiento a cada caso particular. Aquí es donde cobra mucha importancia la detección temprana, porque los tumores de menos de 1 centímetro tienen hasta el 90% de probabilidades de curación. Y en este contexto es fundamental realizarse los controles correspondientes: autoexamen mensual tres días luego de la menstruación a partir de los 20 años de edad, mamografía y ecografía mamaria a partir de los 35 años de edad”, sostiene el especialista. “Distintos son los tratamientos disponibles hoy en día, y van desde la cirugía, pasando por radioterapia, poliquimioterapia, hormonoterapia hasta los anticuerpos monoclonales. Actualmente, numerosos ensayos clínicos están evaluando el uso de vacunas contra el cáncer de mama, no como una alternativa a las terapias de prevención de la enfermedad, sino como una terapia adyuvante adicional”, argumenta.

“Quienes posean la mutación BCRA1 o BCRA2 presentan hasta un 87% de riesgo de desarrollar cáncer de mama. Sin embargo, es necesario destacar que teniendo ese dato en cuenta, el 13% de las mujeres con estas mutaciones no lo desarrollarán. Además estas mujeres tienen más riesgo de desarrollar cáncer de ovario”, describe, “y si el resultado es positivo se le sugiere a la paciente realizar exámenes periódicos esctrictos clínico, mamográfico, ecográfico y Resonancia magnética; quimioprevención con Tamoxifeno o mastectomía de disminución de riesgo, siempre en consenso con la paciente”.

BCRA1 y BCRA2 y cáncer de mama
Isetta refiere: “Aquellas mujeres que poseen una mutación del BRCA1 poseen un riesgo de padecer cáncer de mama de entre un 50 y 75% a lo largo de su vida –y entre un 22 y un 51% de riesgo de desarrollar cáncer de ovario-, a diferencia de aquella población que no los poseen en el riesgo alcanza un 7% en casos de cáncer de mama y menos de un 1% en casos de cáncer de ovario. En el caso de mutación en BRCA2, los riesgos absolutos son del 33 al 54% para cáncer de mama y del 4 al 21% para cáncer de ovario”.

Algunos antecedentes pueden llevar a que una mujer tenga más probabilidades de poseer una mutación de este tipo:

  • En una sola generación de su familia hay 3 o más mujeres con cáncer de mama.
  • En su familia hay mujeres que desarrollaron este cáncer a una edad joven (menos de 50 años).
  • En su familia, con frecuencia, los cánceres se han diagnosticado en ambas mamas.
  • En la misma familia se han diagnosticado casos de cáncer de mama y de ovario.
  • Hay varón con cáncer de mama en la familia.
  • Ancestros de judíos Asquenazíes”

Ahora bien, el médico explica que “solo entre un 5 y 10% de los casos de cáncer de mama provienen de mutaciones genéticas heredadas y que los genes BCRA 1 y 2 tienen múltiples funciones como reparar ADN, estabilizar el ADN y además tienen como tarea evitar la formación de tumores cancerígenos. Pero cuando tienen alguna alteración (mutación), pierden su función normal. Y la mayor parte de los casos de cáncer de mama aparecen en personas sin antecedentes familiares. Solo un 15% son considerados familiares, un tercio responde a la herencia de un gen que ha mutado- del padre o la madre-”.

TIPS DE PREVENCIÓN DEL CÁNCER DE MAMA
“Más del 75% de las mujeres con cáncer de mama no tienen ningún antecedente familiar de dicha enfermedad y es por eso que los controles y la prevención cobran tanta relevancia”, concluye el Dr. Isetta.

  • Consumir alimentos ricos en fibra (vegetales, frutas, cereales) porque ayuda a reducir la circulación grasas que dan origen al estrógeno. Dichos alimentos contienen vitaminas, minerales y antioxidantes que la protegerán de un cáncer y de otras enfermedades.
  • Limitar o disminuir la ingesta de grasa de origen animal (carnes rojas con grasa, manteca, crema). Preferentemente consumir carnes magras, pescado, pollo sin piel. Sería ideal que el consumo de grasa sea menor al 30 % de sus calorías diarias con no más del 10% de grasas saturadas.
  • Preferir alimentos frescos, naturales o poco elaborados, con menos conservantes y aditivos.
  • Limitar el consumo de alcohol y evitar el tabaco.
  • Realizar actividad física. Idealmente caminatas, bicicleta y gimnasia.

Fuente: Sentirypensar.com.ar

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