Del home office al home in vitro: cómo la pandemia potenció los tratamientos de fertilización en el hogar

Del home office al home in vitro: cómo la pandemia potenció los tratamientos de fertilización en el hogar

Si bien es una práctica que ya existía, con la pandemia aumentaron los tratamientos en casa. Especialistas consultados por Infobae aseguraron que se gana más tiempo y menos estrés

Hacerlo en casa. Seguramente, esta frase, que se asemeja quizás a un slogan de TV, la recordaremos en unos años con asombro por -precisamente-, la cantidad de cosas que hicimos en nuestro hogar mientras vivimos en pandemia. Ya lo dijo recientemente Pilar Sordo a Infobae: “La casa se convirtió en un potente símbolo de este tiempo”.

Lo cierto es que, aún con el coronavirus delante, la vida siguió su curso para muchos. En este nuevo universo, se replantearon todo tipo de situaciones en materia de psicología y vínculos: desde las relaciones de pareja, pasando por la familia, hasta la propia procreación. Es aquí donde, muchas parejas que tienen problemas para tener hijos, siguieron recurriendo a los tratamientos de fertilización in vitro, una cuestión que antes quedaba solo supeditada al consultorio.

“La gente no puede viajar y tiene más tiempo para estar en casa y pensar en lo que quiere hacer. Muchas veces se despierta el deseo de ser padres”, dijo a Infobae Marisa Geller, ginecóloga especialista en fertilidad, directora médica de In Vitro Buenos Aires.

Son varios los especialista que vienen alertando sobre que los productos químicos están cada vez más presentes en nuestra vida cotidiana y ellos pueden ser responsables de una crisis de fertilidad en la especie humana. De acuerdo con la médica ambiental Shanna Swan, advirtió recientemente que en pocos años podríamos estar viendo una reducción considerable de los embarazos naturales. Swan es profesora de medicina ambiental y salud pública de la escuela de medicina Mout Sinai en Nueva York y estudia las tendencias de fertilidad en las personas. Hace unos cuatro años documentó cómo el recuento promedio de los espermatozoides entre los hombres occidentales se ha reducido a menos de la mitad en los últimos años. En su nuevo libro, Count Down, aborda estas temáticas y pone la lupa sobre los químicos presentes en los plásticos y demás productos de consumo humano, un factor fundamental para entender por qué nuestra especie está bajando considerablemente sus niveles de fertilidad.

Lo cierto que, al igual que el tan mentado “home office”, esa nueva rutina laboral que algunas empresas han adoptado para sus empelados, los tratamientos de fertilización tienen como nunca antes, un primer correlato que se da en el hogar.

“El sistema de “FIV en casa” surge como una sugerencia de las pacientes en este contexto de pandemia, donde las personas se han acostumbrado a movilizarse lo menos posible de su casa como medida de seguridad y se han adaptado a la virtualidad. Asimismo también por una cuestión de comodidad ya que muchas de las pacientes realizan home office y de esta manera pueden continuar con sus actividades sin perder tiempo. Por otro lado, contribuye a disminuir la circulación de gente y también una menor circulación de pacientes en la institución alineado con la política de extremar los cuidados”, indicó a Infobae Gastón Rey Valzacchi, director y presidente de Grupo Procrearte, médico andrólogo, especializado en medicina reproductiva.
Pero, ¿de que trata el tratamiento de fertilización en casa? ¿Hasta que etapa se puede realizar? ¿Es conveniente?

Básicamente, esta práctica consiste en que las pacientes puedan realizar en sus casas la mayor parte del tratamiento. “La FIV tiene una primera etapa que consiste en la estimulación de la ovulación que dura aproximadamente unos 10 días, donde la paciente debe aplicarse diariamente medicación y debe realizar controles ecográficos que van mostrando la respuesta que va teniendo. Habitualmente para todo esto las pacientes debían concurrir a la institución. El programa FIV en casa consiste en realizar toda esta etapa sin necesidad de movilizarse de su hogar, para ello utiliza medicación que se puede autoadministrar y que se envía a la casa y personal de la institución concurre al domicilio para realizar los controles ecográficos”, explicó Rey Valzacchi.

Y agregó: “De esta manera la paciente solo debe movilizarse para realizar específicamente la captura ovocitaria y la transferencia embrionaria. Estos momentos evidentemente deben realizarse en un quirófano por lo que no es factible modificarlo. El sistema se centra en hacer mucho más amigable el tratamiento, que es lo que se ha buscado en los tratamientos de reproducción asistida en los últimos años”.

Tanto la aspiración folicular y la transferencia, obviamente son en la clínica. Ya que se requiere del laboratorio de Fecundación in vitro y el quirófano de baja complejidad para realizar ambos procedimientos.

Fernando Neuspiller, tocoginecólogo y especialista en reproducción asistida, director del centro de salud IVI Buenos Aires, explicó respecto a la estimulación ovárica que “el único requisito es que quien realice las ecografías tenga una noción precisa de como es una estimulación de la ovulación, lo que esperamos de ella y saber a la perfección cómo realizar monitoreos de la ovulación”.

Neuspiller coincidió en que el objetivo de realizar este tipo de seguimiento, tanto de las consultas como el seguimiento ecográfico a distancia, es ayudar a los pacientes desde un inicio para evitar el traslado sobre todo de aquellos pacientes del interior y del exterior. “Hay que recordar también que al ser una clínica global, aproximadamente el 10% de nuestros pacientes no están en Argentina al momento de iniciar su tratamiento o por el contrario se encuentran en Argentina para iniciar y por ejemplo terminarlo en Madrid, Valencia o New Jersey. La idea es disminuir el estrés y hacer los tratamientos lo más amigable posibles”, dijo Neuspiller a Infobae.

Sergio Pasqualini, director y Presidente de Fundacion REPRO, el centro de fertilidad por el que ya pasaron más de 170.000 pacientes, testigo a su vez de más de 25.000 nacimientos, 8000 de los cuales fueron por AC, es un convencido de que se fue aprendiendo con los cambios obligados por la pandemia. “Se fueron haciendo los tratamientos de fertilización in vitro mas amigables para las pacientes”, expresó a Infobae.

Y graficó: “Pasamos de inyecciones diarias aplicadas por vía intramuscular, a inyecciones mas espaciadas y aplicadas con agujas superfinas por vía subcutánea. Pasamos de la aspiración folicular por vía laparoscópica, a las aspiraciones con control ecográfico por vía vaginal. Pasamos de días de reposo post aspiración y transferencia al no reposo. Pasamos de ecografías diarias de seguimiento del desarrollo folicular, a muchas menos ecografías. Así como de análisis hormonales prácticamente todos los días, a ser muy esporádicos o inclusive sin hacerlos, en la actualidad”.

Antes de la pandemia las consultas por telemedicina eran exclusivas para pacientes con domicilio alejado o para extranjeros. Con la pandemia pasaron a ser mucho más frecuentes. “Salvo, -aclaró Pasqualini en consonancia con sus colegas-, aquellas consultas en las que hay que examinar a las pacientes o el día de la aspiración folicular y el día de la transferencia embrionaria. A su vez los controles ecográficos en la fase de la estimulación ovárica pasaron a ser mucho menos frecuentes y muchos más ecografistas en todo el país”.

Geller sostuvo que se pueden hacer la primeras consultas remotas pero después las ecografías hay que hacerlas en la clínica. “La medicación es de auto aplicación con lo cual lo pueden hacer en casa pero las ecografías se hacen en la clínica. Son pocas pero necesarias”, dijo la médica.

“Nosotros tenemos el ecógrafo dentro del consultorio con lo cual el mismo médico que hace la ecografía es el que le da las indicaciones a la paciente. Así evitamos el contacto con mucha gente disminuyendo las chances de contagio. No son tantas las veces que la paciente tiene que concurrir a la clínica. Esto hizo que desde que empezó la pandemia los tratamientos hayan aumentado en vez de disminuir”, explicó Geller.

La ventaja es clara: menos traslados, menos salas de espera, menos tiempo de espera generan menos stress y eso redunda en resultados tanto emocionales como clínicos. “Respecto a la experiencia debo decir que es muy positiva para los paciente del exterior y del interior, y aclarar que particularmente hay muchos pacientes que se sienten más contenidos y es su médico quien realiza de manera presencial las consultas y las ecografías”, dijo Neuspiller.

Los especialista consultados coinciden en afirmar que las consultas virtuales vinieron para quedarse, con la comodidad y ahorro económico que ellas representan. “Las realizamos con la mujer estando en un lugar, y la pareja en otro, estando el medico en su domicilio o desde el instituto. Se intercalan consultas presenciales con las virtuales en las mismas agendas de consultas. La comunicación se volvió mucho más fluida, las pacientes tienen los WhatsApp y tienen la posibilidad de comunicarse en forma mucho mas fluida. El aprendizaje se democratizo, todos los congreso pasaron a ser virtuales y en su gran mayoría gratuitos. Se evita perder tiempo y hasta se respeta los tiempos de inicio. Llega la hora y empieza la conferencia, el taller, el congreso, lo que sea”, cerró Pasqualini quien aseguró que vamos hacia un momento de convivencia entre lo presencial y lo virtual.

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