La actividad Física y la Salud Reproductiva

La actividad Física y la Salud Reproductiva

Llevar adelante una vida sedentaria predispone, sin dudas, a una cierta acumulación de grasa corporal que, puede derivar en sobrepeso u obesidad. Cuando existe un incremento del porcentaje del tejido adiposo, casi siempre acompañado de aumento del peso corporal, determinado por el balance positivo entre la ingesta y el gasto de energía, hablamos de obesidad y su magnitud y distribución condicionan la salud del individuo y tienen efectos sobre la salud reproductiva.

Se asocia con alteraciones endocrinas, por cambios en la secreción, metabolismo, transporte y acción de varias hormonas. Los estudios muestran una fuerte correlación entre el aumento del índice de masa corporal y los desarreglos reproductivos.

Ahora bien, tanto el exceso como la escasez de grasa corporal tienen un impacto negativo significativo en varios aspectos de la reproducción, incluyendo la fertilidad y el desarrollo óptimo del embarazo.

El hecho de realizar deportes de alto rendimiento puede ocasionar fallas en los sistemas reproductivos femeninos y masculinos. La actividad física intensa, que no es acompañada de una alimentación acorde a las necesidades que la actividad implica, generará un déficit de grasa corporal que predispone a desordenes hormonales que pueden traducirse en trastornos reproductivos. Muy a menudo, la ingesta de calorías es insuficiente para el nivel de ejercicio, lo que produce un balance energético negativo. Cuando la masa grasa es demasiado baja, la secreción de gonadotrofinas se reduce y con ello la capacidad reproductiva se ve disminuida. Recuperar el peso corporal al 90% del peso ideal mínimo para la altura, verificando aumento en el porcentaje de grasa corporal es lo indicado.

El sobrepeso o bajo peso entonces, pueden traer consecuencias al momento de buscar un embarazo, ya que la ausencia de una buena alimentación puede producir problemas de fertilidad y en ese cuadro la actividad física ocupa un lugar central.

El cuerpo es movimiento.

Con el movimiento el cuerpo funciona mejor, los distintos sistemas que componen el organismo trabajan en mejores condiciones y de esta forma, el ejercicio físico, realizado en forma constante y perseverante, va a redundar en que la persona se sienta mejor. Además, está comprobado que colabora a poner en movimiento las drogas endógenas del cuerpo que beneficias la segregación de sustancias químicas positivas que colaboran con el bienestar físico y mental. Por lo tanto, ayudará también a disminuir el stress, y en ocasiones colaborará para lograr el embarazo, ya sea por la vía natural o con tratamiento, si correspondiese.

La actividad física es sumamente beneficiosa para muchos aspectos de la salud, incluyendo la sexualidad y la función reproductiva, pero debe ser una actividad adecuada para cada persona en particular y debe ser acompañada por una alimentación balanceada que incluya proteínas, hidratos de carbono y grasas.

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