Salud de la Mujer: chequeos y consultas a cada edad

Salud de la Mujer: chequeos y consultas a cada edad

Una guía con las recomendaciones y estudios adecuados en las distintas etapas.

Prevención. Ese es uno de los conceptos clave en la medicina y, para ponerlo en práctica, los especialistas sugieren algunas recomendaciones para cada etapa de la mujer.

Los chequeos son importantes. Pero mantener una buena salud va mucho más allá de un estudio de rutina. A veces es más adecuado el diálogo con un profesional de confianza. Además, gran parte del cuidado de la salud se da fuera de los consultorios y tiene que ver con buenos hábitos”, resume la doctora Karin Kopitowski

Al mismo tiempo y teniendo en cuenta esta visión, los exámenes ginecológicos y clínicos sobre cuestiones relacionadas con el crecimiento o los riesgos más frecuentes a cada etapa o según la historia clínica personal no pueden faltar.

En la pubertad

La consulta pediátrica o con un especialista en adolescentes servirá para chequear el control de peso, la talla y el desarrollo de los caracteres sexuales.

“Si se reconoce alguna alteración o ante la aparición de flujo, vulvitis o de irregularidades menstruales, será adecuada la primera consulta con una ginecóloga especialista en adolescentes”, explica la doctora María Elisa Moltoni, ginecóloga

A la vez, este encuentro servirá para abrir el diálogo sobre educación sexual.

Durante la adolescencia

El punto fundamental: una charla con un especialista en ginecología infanto- juvenil “sobre relaciones sexuales, métodos anticonceptivos y demás cuidados”, agrega Moltoni.

Estar cerca de ellos y hablar “sobre el consumo problemático de sustancias” y conductas de riesgo, agrega Kopitowski, son también cuestiones fundamentales.

Entre los 20 y los 40

“El chequeo básico de una mujer en edad reproductiva, sin patologías o antecedentes familiares relacionados consiste en un Papanicolau, una colposcopía -permite ver con aumento el cuello y la vagina-, un examen pelviano por palpación, una ecografía ginecológica para evaluar ovarios y la ecografía mamaria o mamografía”, resume el doctor Sergio Pasqualini. La rutina básica es anual. Aunque, la periodicidad de determinados estudios cambiará de acuerdo a las características personales, la historia y el examen clínico y los antecedentes familiares.

A partir de los 30, “si la paciente no tuvo hijos, el ginecólogo podrá sugerir o informar sobre las alternativas de planificación reproductiva”, completa Pasqualini.

El embarazo es un capítulo aparte. “Si bien los controles varían de acuerdo a cada gestación y cada mujer, el control mínimo es una vez al mes hasta las 32 semanas y luego, con intervalos más cortos y hasta semanales”, explica el doctor Ignacio Pérez Tomasone

A partir de los 40

Los controles anuales -o más asiduos, según el caso- continúan y, de acuerdo a los ciclos propios de cada una, comienzan a evaluarse los síntomas relacionados con el climaterio. “Luego de los 50, se suma una densitometría ósea para chequear el nivel de calcio en los huesos y prevenir o tratar la osteoporosis”, dice Pasqualini.

A cada edad, el chequeo clínico es otro de los pilares fundamentales. “El encuentro una vez al año con un médico de familia servirá para que éste determine los factores de riesgo de cada persona y la mejor prevención”, completa Karin Kopitowski.

En esta consulta, la salud cardiovascular debe estar presente. “Hasta hace relativamente poco tiempo, no se tenía en cuenta el riesgo cardiovascular en la mujer y las últimas estadísticas indican que no hay diferencias significativas en la mortalidad por enfermedades de este tipo entre el hombre y la mujer. ”, expresó la doctora Ana Paula Mollón, cardioangióloga intervencionista.

Por tal motivo, “las mujeres deben realizarse adecuados controles cardiovasculares con la misma frecuencia que las consultas ginecológicas. Aprendimos a prevenir el cáncer de mama y de útero. Pero es una asignatura pendientes cuidar nuestro corazón”, remarcó la doctora María Celia Bayón, cardioangióloga intervencionista.

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