Día Internacional de la Mujer: planificación reproductiva, una manera de empoderarte
Los avances científicos facilitaron a la mujer el momento de elegir ser madre en contextos menos tradicionales que la familia tipo de otras épocas. Hoy una mujer puede ser madre, aunque no esté en pareja o lo esté con otra mujer.
Hoy se celebra un nuevo Día de la mujer y este año las Naciones Unidas decidieron orientarlo bajo el lema “Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo del Covid-19″. Las mujeres se encuentran en la primera línea de la crisis de la Covid-19 como trabajadoras de la salud, cuidadoras, innovadoras y organizadoras comunitarias. También se encuentran entre las y los líderes nacionales más ejemplares y eficaces en la lucha contra la pandemia. La crisis ha puesto de relieve tanto la importancia fundamental de las contribuciones de las mujeres como las cargas desproporcionadas que soportan.
Así como las mujeres van dando pelea y conquistan nuevos espacios, la ciencia se preocupa por dar respuesta a eso. Sería importante que las leyes también puedan acompañar. Porque, si bien es cierto que la ciencia avanzó mucho en relación a las conquistas de la mujer y facilita la toma de ciertas decisiones, es igual de cierto, que no todas las mujeres tienen las mismas posibilidades ni recursos para acceder a lo que la ciencia ofrece. Es ahí donde el estado debe ayudar y asistir.
¿Qué es lo que viene a paliar el avance de la ciencia?
Crecer en lo profesional, fructificarse en logros y conquistas personales, es para muchas mujeres “la expresión de la fertilidad”. En la actualidad, eligen asumir responsabilidades más sociales que familiares, donde la maternidad es una elección. Entonces, ¿qué es eso que la ciencia ofrece para empoderarlas?
La anticoncepción
En los ’60s la píldora anticonceptiva permitió una libertad nunca antes experimentada. La mujer podía disfrutar de su sexualidad plenamente al tiempo que elegía no estar embarazada. Por aquellos años, Gregory Pincus y John Rock, lograron crear la píldora que, utilizando progesterona, evitaba la ovulación y por lo tanto impedía la concepción. Más allá de los mitos sobre sus efectos secundarios, sobre todo relacionados con aquellas primeras píldoras, es uno de los métodos anticonceptivos más utilizados por estos días porque las dosis son bajas y, además, vienen con algunos otros beneficios –previene acné, endometriosis, etc-. Todo esto permite que hoy una mujer pueda posponer el momento de buscar la concepción ya sea por razones, laborales, sociales o de salud.
Sin embargo, esta situación presenta también una desventaja, cada vez con mayor frecuencia se retrasa la búsqueda de un embarazo llevando a que el principal problema de salud reproductiva de este siglo sea la llegada tardía de la mujer al nacimiento de su primer hijo.
¿Qué posibilidades brinda la vitrificación?
Es una excelente respuesta que la ciencia da a estas necesidades personales, económicas y/o culturales. Aquellas mujeres en edad fértil que sepan que su decisión es postergar la llegada de su primer hijo, pueden recurrir a esta técnica. El beneficio es que se conservan los óvulos de la “edad” del momento en que se congelaron, por lo que la mujer puede decidir ser madre a las 40 pero con sus óvulos de cuando tenía 32, por ejemplo.
El procedimiento consiste en estimular los ovarios con hormonas para que se produzcan varios óvulos –la cantidad dependerá de la capacidad de respuesta del ovario-, luego se aspiran los folículos que contienen los óvulos y se congelan para su conservación. La técnica utilizada es la vitrificación que es la variante de congelamiento con descenso brusco de la temperatura y que permite lograr muy buenos resultados al descongelarlos.
Los avances científicos también facilitaron el momento de elegir ser madre en contextos menos tradicionales que la familia tipo de otras épocas. Hoy una mujer puede ser madre, aunque no esté en pareja o lo esté con otra mujer.