Donación de óvulos: maternidad a los 50.

Donación de óvulos: maternidad a los 50.

OvodonaciónDesde el advenimiento de las técnicas de fertilización in Vitro, la posibilidad de ser madre a edades más avanzadas se convirtió en una realidad. Y eso fue acompañado por un creciente número de mujeres que postergaron su maternidad en pos de una carrera o de una pareja afianzada. Y si bien el embarazo que llega unos años antes de la menopausia implica otros cuidados y otros riesgos, cada vez más mujeres logran ser madres a edad avanzada gracias a la técnica de ovodonación. En qué consiste esta posibilidad y el testimonio de Beatriz, mamá de Julián y Camila a los 48 años.

La perimenopausia, momento que anuncia el declive de la actividad ovárica, el consiguiente descenso de la fertilidad y de la calidad de los óvulos, presenta mayores riesgos para la consecución de un embarazo pero esto cada vez presenta más posibilidades a partir de los avances de las técnicas de fertilización in Vitro.
“La fertilidad tiene su pico a los 25 años, desciende lentamente a partir de los 30, menos lentamente luego de los 35 y rápidamente luego de los 40. Lo repito muchas veces pero es importante. Una de las condiciones indispensables para el logro de un embarazo es contar con un óvulo viable y, a partir de los 40 años, la fertilidad puede caer en forma abrupta, sin aviso. El descenso de la fertilidad viene acompañado por una baja en la calidad ovocitaria y además, con un aumento del riesgo de anormalidades de cromosomas, de patologías uterinas, baja respuesta de FSH normal y mayores probabilidades de aborto. Por eso, es muy importante hacer hincapié en la evaluación de la fertilidad en forma temprana. Hacer esta evaluación es simple, consta de una ecografía y una serie de análisis de sangre que permiten comparar su situación actual con los valores correspondientes a la edad de la paciente”, expresa el Dr. Sergio Pasqualini.

“A Pasqualini lo conocía de leer revistas. Yo no había pensado ser mamá a la edad que tenía pero realicé una consulta con un ginecólogo que me dijo que a mi edad, 45 años, era bastante difícil embarazarme naturalmente. Al principio lo buscamos y al ver que no venía y que mi ansiedad por ser mamá crecía, consultamos”, comienza el relato Beatriz. “Yo ya pensaba que no iba a tener un hijo. No encontraba a la persona con la que quería formar pareja y siempre pensé que para tener hijos en la vida había que estar de a dos. No sé si hoy mantengo tal cual la idea. Con Miguel me reencontré casi por casualidad, éramos amigos cuando yo tenía 16 años y él 22 y nos empezamos a escribir por Internet después de 28 o 30 años y luego nos vimos. Él ya tenía un hijo”.
“Yo no quería tener hijos. Ella lo hizo todo en secreto. A mí me parecía una locura, entre otras cosas porque me pesaba mucho la situación económica del momento y también mi edad”, agrega Miguel.

El caso de Beatriz es un caso que en estos tiempos tiende a repetirse. Las mujeres que postergan su maternidad más allá de los 40 cada vez son más, incluso a veces las mujeres llegan a consulta a los 50, el límite. “La consulta de Beatriz y Miguel es por el deseo de tener un hijo, de compartir el crecimiento de un hijo a veces en una nueva pareja y es bastante frecuente tener que recurrir a la ovodonación. La incidencia de esta técnica en nuestro caso, ronda el 17% de los tratamientos de fertilización asistida. Y estos tratamientos son, en general, con mujeres de más de 40 años cuya función ovárica declinó y no produce óvulos capaces de generar un bebé y es necesario recurrir a óvulos de mujeres más jóvenes- menores de 30 años mayoritariamente- que donan sus óvulos. Desde que aparecieron los procedimientos in Vitro la posibilidad de ser madre a edad más avanzada se transformó en una realidad. Pero también los cambios sociales llevaron a que haya más mujeres con el deseo de ser madre más tardíamente por diversas razones. A veces, el deseo lo complica porque llega más allá de los 50 años de la mujer. Los 50 años es un límite a considerar, con excepciones, pero es un límite razonable”, dice el médico. Y agrega: “Una mujer como Beatriz, que llega con 45 años no hay que decidir la ovodonación en forma directa, hay que evaluarla porque hay excepciones y hay que buscarlas. Si la mujer mantiene ciclos regulares quiere decir que su función ovárica no está tan grave como aquella que viene con ciclos regulares y deja de menstruar. Con un análisis y una ecografía puede establecerse si uno puede hacer algún tratamiento y asesorar a la mujer y a la pareja”.

“Yo ya había leído sobre ovodonación cuando el doctor me lo dijo. A mí en lo personal no me costó la decisión porque siempre pensé que si no era mamá iba a adoptar. Él no aceptaba inicialmente.”, cuenta Beatriz.

“No sé si fue hablado sobre el intento pero para mí es difícil aceptarlo. Porque inicialmente no se sabe si es la madre genética la que dona los óvulos, si es la madre la que los lleva…hablamos mucho sobre esto. ¿Quién es la madre realmente? Y después vi como ella sufrió el embarazo, todo lo que hizo para tenerlos y acepté que la madre es la que cumple la función. Entonces, hoy creo que el valor de ser madre está ahí, no está en la donación del óvulo, está en todo lo que la madre siente en la gestación”, dice Miguel.

“Después no faltó a una sola ecografía”, relata Beatriz. Y Miguel agrega: “Y es que en el fondo me entusiasmaba mucho la posibilidad de ser papá de nuevo porque yo ya tenía a mi hijo crecido. Yo los amo, no hay forma de no amarlos. Creo que la vida sabe lo que hace”.

“Tuve que hacerme varios estudios y después la preparación con medicación, la ecografía y no quedé en el primer tratamiento. Para más lo más difícil fueron las esperas y el resultado de las Betas. Fueron 3 y el cuarto intento quedamos. Y el embarazo fue excelente, yo hasta último momento no tuve que hacer reposo ni nada”.

“En el caso de Beatriz el primer intento lo hicimos con óvulos donados vitrificados, una técnica que a corto o mediano plazo seguramente reemplace los tratamientos con óvulos en fresco. Beatriz entra dentro de las estadísticas que dicen que en la ovodonación en un primer intento hay 50% de posibilidades y que si se repite tres veces pasa a tener un 87%. Pero, como siempre decimos, lo mejor es que si la mujer toma la decisión de postergar su fertilidad se acerque a que evalúen su fertilidad y que, de ser necesario, criopreserve sus óvulos para el futuro”, argumenta Pasqualini.

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