ECOGRAFÍAS EN EL EMBARAZO.

ECOGRAFÍAS EN EL EMBARAZO.

Las ecografías en el embarazo permiten realizar un seguimiento y detectar distintas anomalías desde el primer trimestre pero también pueden jugar un rol fundamental en el segundo y en el tercero. Por qué son importantes y qué datos pueden aportar.

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Durante el primer trimestre, que termina a las 12 semanas, las ecografías se realizan por vía transvaginal porque permiten obtener imágenes más nítidas y precoces que por la vía transabdominal. Lo primero que vamos a detectar es el saco gestacional, que incluye la bolsa con el líquido amniótico, y el corion, que es lo que más tarde formará la placenta aproximadamente a las 5 semanas, y unos días más tarde el embrión. En esta primera ecografía vamos a evaluar que aparezca el saco en el tiempo correspondiente, que esté bien ubicado en el interior del útero y que tenga un embrión en su interior con los latidos presente”. Pero, en algunos casos, no se obtienen todos esos datos.
Si se observa el embrión dentro del saco gestacional y se detectan sus latidos, se calcula la edad del embarazo y la fecha probable de parto. Si se ve un saco “vacío”, se toman las medidas y se calcula de acuerdo a ellas cuántos días faltarían para que el embrión se vea. Es que si no es posible observar el saco o el embrión en esta primera ecografía, puede deberse a que la paciente ovuló unos días más tarde –algo que sucede con frecuencia en mujeres con ciclos irregulares- y, por lo tanto, el saco gestacional se verá más tarde también. Si bien el embarazo comienza a contarse a partir del primer día de la última menstruación, la concepción se supone que se produce dos semanas después. También puede pasar que se vea el embrión pero no se encuentren los latidos. Y en ese caso, cuando el embrión mide menos de 6mm, lo que corresponde a unas 5,5 o 6 semanas de embarazo, puede suceder que no se detecten los latidos y eso no significa que no esté vital sino que es demasiado pequeño e inmaduro para poder escucharlos. El embrión crece aproximadamente 1mm por día, entonces, esperamos los días necesarios para que mida más de 6mm y corroboramos su vitalidad.

Screening del primer trimestre: translucencia nucal.
Ya a partir del primer trimestre es posible detectar algunas malformaciones fetales y evaluarlas en el llamado “screening del primer trimestre”, también conocido como translucencia nucal o TN Plus.

La translucencia nucal consiste en medir el espacio anatómico que el bebé tiene en la nuca, un edema con líquido en su interior, que desaparece generalmente pasadas las 14 semanas y que está aumentado de tamaño cuando el bebé sufre alteraciones cromosómicas. Por eso debe realizarse entre las 11 y 13.6 semanas, porque luego de ese lapso desaparece. Este estudio es utilizado no sólo para detectar Síndrome de Down (trisomía 21) sino también otras alteraciones cromosómicas como la trisomías 13 y 18 y problemas estructurales, sobre todo, cardiacos. El estudio consiste en una ecografía que generalmente es transabdominal, aunque en algunos casos la posición del feto nos obliga a realizar también una ecografía transvaginal, asociado a un análisis de sangre que toma el dosaje de dos hormonas que complementan el estudio. Durante la ecografia se mide el espesor de la translucencia nucal, se evalúa la presencia del hueso nasal y se estudian dos marcadores Doppler: el ductus venoso y el flujo a través de la válvula tricúspide del corazón del bebé. Lo novedoso en este área es que la ecografía de las semanas 11 a 14 puede utilizarse también para identificar a las mujeres con riesgo alto de desarrollar preclampsia – hipertensión gestacional- durante el embarazo.

Requerimientos para realizarse una ecografía de 11-14 semanas:
Es esencial que quien realiza este examen tenga un buen conocimiento de los criterios diagnósticos y del manejo de las patologías diagnosticadas en esta ecografía,
• Es fundamental además que esté entrenado adecuadamente para realizarla con un nivel elevado, sus resultados sean sometidos a controles de calidad continuos basados en la distribución de sus medidas e imágenes.
Es por eso que aconsejamos que el médico que realice el estudio esté acreditado por alguna sociedad internacional como la Fetal Medicine Foundation (Londres) o alguna de similar reconocimiento.

¿Cuándo puede saberse el sexo del bebé?
Los genitales se pueden identificar como masculinos o femeninos a partir de las 16 semanas, siempre que la posición del bebé lo permita. Entre las 11 y 14 semanas podemos identificar lo que se llama falo o tubérculo genital, que es similar en ambos sexos, pero suele tener una orientación vertical en los varones y horizontal en las mujeres. La certeza diagnóstica a esta edad es solamente del 70%, por lo que se recomienda esperar hasta las 16 semanas para confirmarlo.

Scan detallado
El scan detallado fetal es una ecografía común a la que se le agrega la evaluación detallada de la mayoría de los órganos y sistemas fetales. Se realiza a partir de las 20 semanas porque ya en ese momento el desarrollo del bebé está completo, especialmente el sistema nervioso fetal.
Con este estudio se descartan muchísimas malformaciones estructurales, como por ejemplo: hidrocefalia, espina bífida, labio leporino, cardiopatías, hernia diafragmática, malformaciones del aparato digestivo, ausencia de un riñón o problemas renales, alteraciones de los miembros fetales, etc. Es muy importante que este estudio sea realizado por un profesional experimentado y con un ecógrafo de alta resolución, y es fundamental que se lo hagan todas las embarazadas. Además durante el scan se buscan marcadores de trastornos cromosómicos, que si bien no son tan sensibles como la translucencia nucal, orientan al diagnóstico. Algunos de ellos son: quistes de pexos coroideos, ventriculomegalia leve, pielectasia leve, foco ecogénico intracardiaco, etc. Cuando estos marcadores se presentan de manera aislada, pierden importancia, pero cuando se presentan combinados aumentan el riesgo de tener un problema cromosómicos en el bebé, y se sugiere descartarlos con un asesoramiento genético.

Ecografía 4D
La Ecografia 3D permite la visualización del feto en los 3 planos del espacio
(3 dimensiones) y la 4D permite observar el feto de manera tridimensional pero en movimiento. Los ecógrafos que tienen tecnología 3d/ 4d tienen alta resolución, lo que brinda la posibilidad de obtener una imagen precisa y detallada de las estructuras del feto, no solamente de la superficie del bebé (cara, manos, pies, genitales, etc) sino de las estructuras internas también. Esto no significa que puedan identificarse mayor cantidad de malformaciones sino que permite hacerlo con mayor exactitud y certeza. Si bien la ecografía 4D puede realizarse durante todo el embarazo, el momento ideal para realizarla es entre las 26 y 30 semanas. Después de ese momento el tamaño del bebé es demasiado grande y es más difícil obtener fotos de la cara. Para obtener una buena imagen 3D/4D debemos contar con una posición favorable del bebé, una adecuada cantidad de líquido amniótico y que no se interpongan entre la cara y el transductor ecográfico los miembros del bebé, el cordón umbilical o la placenta. Durante el primer trimestre es el único momento en que permite visualizar el cuerpo entero del embrión en movimiento y en el segundo y tercer trimestre se pueden observar las diferentes partes del bebé.

Ecografía 5D: lo nuuevo en tecnología de diagnóstico por imágenes.
La ecografía 5D permite eliminar mas fácilmente la información que se interpone entre la imagen y la cara del bebé otorgando así una visión más exacta. Mediante la generación de imágenes más realistas esta tecnología de avanzada mejora la visualización de las estructuras anatómicas sutiles y por ende, complementa a la ecografía 2d convencional para diagnosticar anomalías. Posibilita detectar y generar grandes áreas e incluso volver a tomar mediciones porque permite almacenar los datos del volumen y volver a revisarlos cuantas veces sea necesario. Y presenta alta resolución para evaluar los flujos sanguíneos mediante doppler color, fundamentales a la hora de estudiar diferentes patologías hematológicas e inmunológicas.

4D vs 5D: Suma a las posibilidades de diagnóstico de la ecografía 4D (movimiento de la imagen en tiempo real, sumado a las tres dimensiones de alto, ancho y fondo), mayor resolución, mayor nitidez, y establece tonos de sombras para ver la cara del bebé en forma casi real.

¿Cuándo me puedo realizar la ecografía 5D?

En el 1er trimestre: Las imágenes del embrión de hasta 13 semanas suelen ser muy vívidas, y muestran el microambiente uterino, la relación del embrión con la cavidad uterina y, de acuerdo a la edad gestacional, a partir de las 9-10 semanas se pueden distinguir los esbozos de los miembros, brazos y piernas, el polo cefálico y el cordón umbilical. Se sugiere llevarla a cabo entre las 9 y 13 semanas, incluso, se puede agregar la práctica cuando se realizan la translucencia nucal.

En el 2do trimestre: La observación del bebé dentro del útero mediante ecografía 5D del segundo trimestre, se recomienda entre las 25 y 29 semanas de gestación. Si el embarazo es gemelar o trigemelar el período ideal es entre las semana 24 y 26.

Doppler materno- fetal
Es un a técnica que permite estudiar la circulación a través de determinadas arterias fetales y maternas, captando el pasaje de la sangre a en el interior de las mismas. El doppler de las arterias uterinas permite detectar el riesgo que tiene la paciente de desarrollar hipertensión gestacional y preclampsia. Y el Doppler de las arterias umbilicales y cerebrales fetales permite conocer el estado de oxigenación y nutrición del feto. Está indicado en casos de enfermedades maternas como hipertensión arterial, diabetes, trombofilias, y en casos de trastornos de crecimiento del bebé. En las trombofilias puede estar alterada la circulación porque la sangre se torna mas espesa, y ésto puede comprometer el pasaje de sangre a través de la placenta. Como el Doppler permite evaluar la circulación constituye una herramienta muy importante para el obstetra y el hematólogo.

Ecografía en el tercer trimestre:
La principal indicación de las ecografías del tercer trimestre es la valoración del crecimiento del bebé, de la cantidad de líquido amniótico y su estado hemodinámico. Para concluir es importante tener en cuenta que algunas malformaciones fetales se manifiestan tardíamente, como por ejemplo, algunas enfermedades renales, intestinales y del sistema nervioso, por eso es importante volver a evaluar en este momento de la gestación, la anatomía del bebé dentro de las posibilidades técnicas de cada caso. Por otra parte, en el segundo y tercer trimestre la ecografía transvaginal tiene utilidad a partir de las 20 semanas y hasta el final del embarazo para detectar acortamiento del cuello uterino o dilatación de la parte interna del mismo conocida como tunelización o funneling, que predispone al parto prematuro.

Asesoró el equipo de ecografías de Halitus Instituto Médico

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