MÉS DE LA FERTILIDAD: ES IMPORTANTE QUE LOS JÓVENES CONSULTEN
No es novedoso que las parejas se forman más tarde, que los matrimonios demoran en concretarse y que incluso para quienes formar una familia es algo importante, hoy no es prioritario y a veces tener un hijo queda supeditado por distintas razones a otros proyectos previos como la realización personal o la estabilización laboral. Sin embargo, debemos estar atentos a esta práctica de postergar la maternidad en demasía o sin conocer nuestro real grado de fertilidad al momento de decidir demorar la búsqueda.
Desde hace varios años los especialistas en reproducción venimos analizando nuevas soluciones de reproducción asistida frente a la demora en la búsqueda del primer bebé. Con este retraso, la búsqueda comienza cada vez más cerca del deterioro de la fertilidad e incluso, los tratamientos suelen ser menos eficaces en mujeres de más de 35 años, ya que a esa edad comienza la disminución de la reserva ovárica y baja la calidad de los óvulos y con ello las posibilidades de embarazo.
La evaluación temprana de la fertilidad permitiría planear a futuro la familia y el desarrollo de nuevas técnicas abre las puertas para que más parejas puedan cumplir el sueño de tener un hijo. Sin embargo, y en esto los médicos ponen énfasis, es importante que no sea presentada como una forma de demorar la fertilidad en la mujer sino que el éxito de esta técnica debería proveer a la mujer que debe postergar su maternidad, por cualquier razón, la oportunidad de concebir a futuro utilizando sus propios óvulos.
La infertilidad tiene causas diversas y afecta a cerca de un 15% de las parejas en edad fértil pero cada vez más el momento de la maternidad se posterga y esto da lugar a que más factores externos puedan también demorar el logro del embarazo. Si al paso de la edad se le suman factores que pueden intervenir en la fertilidad como es el alcohol o el tabaco, es importante remarcar entre los jóvenes que no es necesario esperar hasta el momento de la búsqueda para estudiar la fertilidad.
Pero ¿hay forma de saber cómo está la fertilidad en personas jóvenes?
La respuesta es sí.
En las mujeres
En casos en los que la mujer decide, ya sea por motivos de salud (enfermedad oncológica) o por razones personales, postergar el momento de la gestación, pueden criopreservarse óvulos o tejido ovárico e intentar preservar su fertilidad a futuro.
Así, es importante entonces no sólo no postergar la maternidad por razones nimias sino evaluar la fertilidad tempranamente para poder planificar la futura familia. Hoy en día, mediante una ecografía al inicio del ciclo y el análisis de algunas hormonas como FSH -los niveles de FSH se elevan a medida que la mujer envejece-, LH, tiroides y Antimulleriana es posible obtener datos de la reserva ovárica y compararlos con la media de la edad de la mujer. Esto permite a los especialistas evaluar la fertilidad. El ovario femenino y con él la fertilidad femenina declinan a partir de la primera menstruación. Inicialmente ese declive es muy lento pero a la edad de 37 ó 38 años aproximadamente, cuando se cree que el ovario tiene cerca de 25.000 folículos, el descenso de la fertilidad se acelera hasta que alrededor de los 1000 folículos, se alcanza la menopausia, a la edad de 51 o 52 años.
Entre las mujeres, para evaluar la fertilidad pueden llevarse a cabo determinaciones hormonales, entre ellas la de la hormona antimulleriana – a diferencia de la FSH, puede ser dosada en cualquier momento, refleja mejor que aquella y acompaña los datos aportados por los niveles de FSH- y una ecografía ovárica al inicio del ciclo. También la hormona FSH, o folículo estimulante es aquella que estimula el desarrollo folicular. Es más baja al comienzo del ciclo y, cuando el ovario empieza a fallar en sus funciones, comienza a subir esta hormona. Por eso es utilizada como un indicador de envejecimiento ovárico. Estos estudios pueden ser analizados en relación a la edad de la paciente y permiten determinar el estado de la reserva ovárica. Si surgiera alguna alarma, podemos aconsejar buscar el bebé sin demora y no dilatar por motivos triviales o intentar congelar óvulos. Pero lo ideal es siempre criopreservar óvulos antes de esa alarma y recordar siempre que el período más fértil de la mujer es alrededor de los 25 años, disminuye lentamente hasta los 30 y algo más hasta los 35, acentuándose a partir de ese momento. Por lo tanto, la mejor edad para pensar en criopreservar son los 28 años y consultar es indispensable para poder hacer una buena planificación.
Incluso hoy en día, ha habido fuertes avances en criopreservación de óvulos que abren nuevas oportunidades. La vitrificación o congelamiento rápido permite no sólo abrir las puertas para pensar en ampliar las posibilidades futuras de embarazo sino que como a la hora de criopreservar, siempre se congelan aquellos de mejor calidad y con mayores posibilidades de seguir siendo viables luego de la descongelación, sean aún más altas las tasas de éxito. Porque el éxito de la vitrificación de óvulos se basa en el congelamiento de óvulos de buena calidad que puedan aún ser viables luego del proceso. E incluso, permite a los especialistas pensar en la creación a futuro de un banco de óvulos. La formación de esos bancos admitiría congelar los mejores óvulos seleccionados mejorando luego las posibilidades de éxito.
En los hombres
La fertilidad y las características sexuales de un hombre son dependientes del funcionamiento normal del sistema reproductivo masculino. Como con otros órganos del cuerpo, si la función normal no ocurre puede ser necesaria la intervención médica. En el caso de los hombres, un simple espermograma, a cualquier edad, permite ahondar en las posibles causas en caso de que el conteo esté por debajo de los niveles normales e incluso, hasta podría permitir detectar entre las causas por ejemplo, la presencia de varicocele, una patología frecuente que consiste en una dilatación venosa anormal que se desarrolla en el cordón espermático y que compromete al 15 % de la población masculina en general. En el caso de los hombres, para quienes hace ya unos años varios estudios establecieron que la edad también jugaba un rol importante en la fertilidad, es recomendable realizarse un espermograma a los 25 años y un chequeo andrológico para, en caso de que se presentara alguna anomalía -un bajo conteo, un varicocele- resolverla con tiempo y sin demora.
Este tipo de consulta preventiva es difícil para las parejas, sin embargo, cuando llegan buscando el embarazo que no viene, piden un control, una evaluación completa y una consulta preconcepcional para saber todas las vacunas y todo aquello que deben tener en cuenta para comenzar la búsqueda. Es importante, cada vez más teniendo en cuenta que la postergación de la maternidad y la paternidad, ya sea por razones, profesionales, sociales o económicas, es cada vez más frecuente, realizar una consulta preventiva. Esta consulta permitiría descartar de antemano un problema o detectar la causa y tratarla y habilitaría a la pareja y a los médicos a manejar su fertilidad a futuro.