Christiane Dosne

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La edición 2024 del Premio Científicas Que Cuentan lleva el nombre “Christiane Dosne Pasqualini”

El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), la Embajada de Francia, el Institut Français d’ Argentine y Sanofi lanzan la tercera edición del Premio Franco-Argentino de Comunicación Pública de la Ciencia: “Científicas Que Cuentan”, el cual distingue anualmente a mujeres que, dentro del sector científico y tecnológico, lleven adelante una labor destacada en la comunicación pública de la ciencia, la tecnología y la innovación. La participación y representación de las mujeres en el sector científico y tecnológico es primordial para la concreción de la igualdad de derechos y oportunidades que permitan mayor equidad en nuestra sociedad. A su vez, la comunicación pública de la ciencia, la tecnología y la innovación es fundamental para propiciar una mayor participación de la ciudadanía en los debates públicos actuales y venideros. Por tal motivo, la distinción se propone reconocer, destacar e impulsar los esfuerzos de las mujeres del ámbito científico, tecnológico y de la innovación por alcanzar una mayor democratización del conocimiento del sector. También se considera indispensable hacer pública la importancia de que la labor de la ciencia, la salud, la tecnología y la innovación se lleve adelante desde un aporte a la sociedad, visibilizando la labor de la mujer en el ámbito de la ciencia y la tecnología. La edición 2024 del Premio Científicas Que Cuentan lleva el nombre “Christiane Dosne Pasqualini”, científica francesa nacionalizada argentina, en reconocimiento a su destacada labor al ser la primera mujer en ser incorporada como miembro de la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires. OBJETIVOS * Reconocer los aportes de mujeres al desarrollo de la cultura científica en el sector científico, tecnológico, de la salud y de la innovación. * Incentivar y motivar a las mujeres de los sectores mencionados a participar en acciones de comunicación pública de la ciencia y de procesos de transferencia tecnológica con impacto en la sociedad. * Fortalecer los lazos de cooperación científica y tecnológica entre la Argentina y Francia. CATEGORÍAS Estímulo: Destinada a mujeres que se desarrollen profesionalmente en el campo de la ciencia, la tecnología y la innovación en la Argentina, que hayan obtenido su título de grado durante los últimos 15 años. Trayectoria: Se busca reconocer la trayectoria de mujeres que se desarrollen profesionalmente en el campo de la ciencia, la tecnología y la innovación en la Argentina, que hayan obtenido su título de grado hace más de 15 años. Comunicación en Salud – Sanofi: Se reconoce la trayectoria de mujeres científicas que se desarrollen profesionalmente en el campo de las ciencias de la salud, que hayan obtenido su título de grado hace más de 15 años. Las categorías Trayectoria y Comunicación en Salud son excluyentes. REQUISITOS Toda mujer mayor de 18 años, con capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones, con domicilio legal en la República Argentina. Contar con una carrera universitaria dentro del campo de la ciencia, las ciencias de la salud o la tecnología. Las candidaturas son individuales. La candidata debe llevar a cabo su desarrollo profesional en cualquier disciplina científica, del sector tecnológico, de las ciencias de la salud o de la innovación en la Argentina. Puede tener su lugar de trabajo en la academia, el sector público, entidades privadas o la industria. La candidata debe destacarse en sus contribuciones a la comunicación pública de la ciencia, de las ciencias de la salud, la tecnología, y/o la innovación a través de la participación, coordinación o implementación de distintas actividades. Las actividades pueden ser: escritura de artículos de divulgación en medios físicos y/o virtuales, preferentemente de acceso libre, gratuito, de carácter no especializado; redes sociales; organización de ciclos de conferencias o actividades en espacios de acceso público; coordinación de un blog o sitio web especializado; realización de contenido audiovisual; participación en programas televisivos; gestión de un proyecto editorial de divulgación científica; planificación de una exhibición o muestra; implementación de proyectos de divulgación en instituciones educativas; organización de ferias de ciencia y/o innovación, entre otras posibilidades. CRITERIOS DE SELECCIÓN En todas las categorías, Científicas Que Cuentan premia la excelencia en las contribuciones a la comunicación pública de la ciencia, la tecnología, la salud y la innovación a través de la participación, coordinación o implementación de distintas acciones. Se evaluará considerando: Relevancia de los logros obtenidos y la experiencia en el ámbito de la comunicación pública de la ciencia, la salud, la tecnología y la innovación. Se tendrá en cuenta si la trayectoria recorrida hace foco en nuevas generaciones promoviendo vocaciones científicas. También la influencia en la opinión pública, en comunidades de expertos o afines, así como la diversidad de iniciativas y ámbitos laborales en los que se ha desempeñado. Los premios o reconocimientos obtenidos serán tenidos en cuenta en la Categoría Trayectoria. Alcance e Impacto de sus acciones en el ámbito de la comunicación pública de la ciencia, la tecnología, la salud y la innovación. Si las acciones llevadas a cabo tienen capacidad de escalar, replicarse o multiplicarse en otros entornos; si demuestran mejoras concretas en el territorio donde se implementan; si logran recurrencia y/o sostenibilidad a lo largo de un tiempo considerable; si hacen foco en poblaciones con dificultades de acceso o participación; si son un aporte a la sociedad; si hacen foco en nuevas generaciones promoviendo vocaciones científicas; si preferentemente toman lugar en medios, plataformas, redes sociales, espacios públicos, de alcance nacional, de acceso libre y gratuito. Originalidad/Innovación de sus acciones en el ámbito de la comunicación pública de la ciencia, la salud, la tecnología y la innovación. Se tendrá en cuenta si generaron modificaciones o transformaciones positivas en torno al tema o en el sector en el que se desempeña; si indagaron en una nueva forma de hacer (metodología) o un nuevo enfoque de la temática; si son de tipologías diversas y/o circulan o suceden en ámbitos muy diferentes o nuevos. PREMIO Para cada una de las categorías, el premio consiste en la realización de un programa de visitas y reuniones en Francia de una duración máxima de 2 (dos) semanas, a definir en función del perfil de las

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Christiane Dosne (1920 – 2022), la científica que eligió la Argentina para investigar

Quise lo que hice es el título de la autobiografía de Christiane Dosne, un título que habla de ella combinando la austeridad del rigor científico con la alegría como consigna de vida. Cuatro palabras y una descripción perfecta. Christiane fue la primera mujer con un sitial en la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires, un lugar propio ganado desde la vocación invencible con fervor venturoso que delineó toda una vida dedicada a la investigación científica especializada en medicina experimental en leucemia, Christiane, la mujer que “no imaginaba su existencia sin el laboratorio” y había nacido en un suburbio parisino (Saint Denis), crecido en Canadá y elegido Argentina como patria (con nacionalidad incluida) siempre supo lo que quería hacer y lo hizo. Dicen que aprendió a hablar español jugando al truco en una pensión y que a los veintidós años decidió estudiar en la Argentina de Houssay (de quien que fue becaria) y no en Yale. La investigadora del Conicet premiada internacionalmente que había publicado más de seiscientos trabajos cuando se sentó en la academia de los hombres y fundó en esa academia la Sección de Leucemia Experimental dentro del Instituto de Investigaciones Hematológicas, disfrutaba del color de las palabras y sabía usarlas, una poeta de optimismo aventurero con pipeta siempre a mano y ojos curiosos que veían la esencia de un ser mitológico que lleva sobre sus hombros el saber de sus antecesores en el cuerpo de cada investigador devoto: “el becario aprende el idioma de la investigación con su director, quien a su vez lo aprendió del suyo, creando una suerte de escalera que tiene su origen en los tiempos antiguos y que se proyecta hacia el futuro”. Pensar en esos escalones virtuosos es pensar en la construcción de su propia escalera, en el recorrido de sus pies, en el poder del tiempo que la indagación atenta vuelve infinito, en sus investigaciones premiadas sobre cáncer e inmunología y en la intensidad diaria de una convicción contagiosa. En 1944 se casó con Rodolfo Pasqualini (pionero de la endocrinología en nuestro país) y fue madre de cinco hijxs y abuela y bisabuela de una legión. Además de su yo narrador (deseaba que la lectura de su autobiografía sirviera para estimular inspiraciones coloridas y el encuentro con lo inesperado), de una vida académica que empezó a vivir a los quince años y de una colosal obra plasmada en ensayos científicos, conocimos a Christiane a través de una de sus nietas, la actriz, cantante y compositora Belén Pasqualini, autora de Christiane, un bio-musical científico que estrenó en 2017 imbuido de amor por su apasionada su abuela. ¿Cómo no imbuirse? ¿Cómo no sentir la cercanía perpetua que la une a las mujeres que rompen viejos moldes todos los días y cuyos nombres no se conocen? ¿Cómo no compartir esa generosa constancia de felicidad que va tras el deseo libre? Christiane, que murió hace unos días a los ciento dos años, vivió el sueño que una vez soñó sobre la muerte y giró el picaporte “para averiguar qué hay detrás de la puerta”. Vivía en la misma casa desde 1953, quedarse en un mismo lugar no era estar quieta, siempre estaba caminando por caminos desconocidos repitiendo los versos de un poema de Robert Frost que tanto le gustaba: “Dos caminos divergían en un bosque / Y yo tomé el menos transitado / Y eso hizo toda la diferencia” y que eran su talismán, un talismán con textura de ciencia.  

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Quién fue Christiane Dosne de Pasqualini, la extraordinaria científica que murió a los 102 años

Incasable investigadora de la leucemia y la primera mujer en tener un sitial en la Academia Nacional de Medicina, fue galardonada junto a la Madre Teresa de Calcuta y su aporte a la ciencia médica es uno de los pilares de la medicina argentina. La científica Christiane Dosne de Pasqualini, investigadora de leucemia incansable y la primera mujer en tener un sitial en la Academia Nacional de Medicina, falleció a los 102 años. Dosne nació en París en 1920 y a los seis años emigró a Canadá donde se crió. Allí se formó en la Universidad de Mc.Gill, situada en Montreal . En 1942, a los 22 años ganó una beca de mujeres en la Federación Canadiense de Mujeres Universitarias que le permitió conseguir financiamiento para trabajar en Buenos Aires junto a Bernardo Houssay. En julio del mismo año se instaló en Buenos Aires. Además, se desempeñó como investigadora del Conicet desde 1963 y hasta 2002. Entre los numerosos premios que ganó, se destacan el Premio Konex de Ciencias Biomédicas en 1993 y el premio Unifem-NOEL por su trayectoria en 1995, junto con la Madre Teresa de Calcuta. En 2007, con 87 años publicó el libro \”Quise lo que hice. Autobiografía de una investigadora Científica\”, que luego fue reeditado en inglés. Su nieta, la actriz Belén Pasqualini, expresó la necesidad de que el fallecimiento de Christiane se haga público. Belén realizó en 2017 la obra teatral \”Christiane, un biomusical científico\”, en homenaje a su abuela. Christiane es la madre de Sergio Pasqualini, el reconocido especialista en fertilidad. \”Mamá me inspiró toda la vida. Soy lo que soy por lo que ella fue. De chico crecí entre tubos de ensayo, dibujos y cuadernos, entre autitos y microscopios\”, publicó el médico en su página de Facebook horas después del fallecimiento de su madre. \”Supo llevar adelante la vida doméstica y la académica, en una época en que las mujeres despuntaban apenas en su profesión\”, destacó Pasqualini. Publicaciones científicas Además de una incansable investigadora, la doctora Dosne de Pasqualini  logró que más de cuatrocientos de sus trabajos fueran publicados como documentos de aporte científico. Su vocación por lograr un avance en el tratamiento de la leucemia la llevó a organizar la Sección Leucemia Experimental del Instituto de Investigaciones Hematológicas, responsable de ininterrumpida experimentación durante medio siglo tratando de determinar el origen de la célula cancerosa y de dilucidar la función bivalente del sistema inmune durante el crecimiento tumoral. \”No solo fue mi fuente de inspiración , junto con mi padre (el endocrinólogo Rodolfo Pasqualini), para elegir el camino de la ciencia. Fue y seguirá siendo inspiración para mujeres y niñas de la ciencia generación tras generación. Seguirá siendo modelo de personas en todo el mundo que la admiran tanto como lo hago yo\”, la despidió el doctor Sergio Pasqualini.  

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La edición 2024 del Premio “Científicas Que Cuentan” lleva el nombre “Christiane Dosne Pasqualini”

La edición 2024 del Premio “Científicas Que Cuentan” lleva el nombre “Christiane Dosne Pasqualini”, científica francesa nacionalizada argentina, en reconocimiento a su destacada labor al ser la primera mujer en ser incorporada como miembro de la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires. Christiane Dosne Pasqualini fue investigadora del CONICET durante más de cuatro décadas donde principalmente se especializó en el estudio de los mecanismos que transforman una célula normal en cancerosa. Produjo más de 600 trabajos científicos, muchos de los cuales fueron publicados en las revistas más prestigiosas de su época, y formó a decenas de investigadores. Christiane nació en París, Francia, el 9 de febrero de 1920. A la edad de 22 años, se graduó como PhD en Medicina Experimental bajo la dirección del Dr. Hans Selye, el gran endocrinólogo húngaro-canadiense. El mismo año de su graduación (1942) obtuvo una beca para trabajar en Buenos Aires en el Instituto de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Buenos Aires, bajo la dirección del Dr. Bernardo Houssay (Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1947). En ese Instituto, Christiane compartió el laboratorio con los Dres. Luis Federico Leloir (Premio Nobel de Química en 1970), Alfredo Lanari y Rodolfo Pasqualini, entre muchos otros relevantes científicos. Después de su matrimonio con Rodolfo Pasqualini, Christiane se radicó definitivamente en Argentina, lugar donde nacieron sus cinco hijos, y comenzó a trabajar en el Instituto de Endocrinología que dirigía su esposo. En 1957 ingresó en la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires y empezó a interesarse en las causas del cáncer. En 1962, fue aceptada como miembro del CONICET. Cuatro años más tarde, en 1966, fue ascendida a Directora de la Sección Leucemia Experimental de la Academia Nacional de Medicina. Desde ese lugar, y por los siguientes 50 años, llevó a cabo una incansable y fructífera labor de investigación sobre el cáncer, no sólo dirigiendo a una innumerable cantidad de becarios e investigadores sino también como miembro del comité editorial de la Revista Medicina (Buenos Aires) y como presidente de diferentes sociedades científicas. En 1991, Christiane fue la primera mujer en ser incorporada como miembro titular de la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires y en 1995, recibió, en Los Ángeles, Estados Unidos, el premio internacional UNICEF/Noel que se otorga a las personalidades femeninas más importantes del mundo. Ella trabajó ininterrumpidamente hasta los 95 años. Después, consideró que ya era tiempo de tomarse unas largas y merecidas vacaciones. Pero no se apartó del mundo; continuó recibiendo en su casa a sus hijos, nietos y bisnietos y también a algunos de sus antiguos discípulos y colaboradores. Falleció el 23 de diciembre de 2022 a los 102 años. (Foto: Ceremonia en la Academia Nacional de Medicina- 10 de septiembre de 1991) Ver nota realizada a Christiane en 2019 por el día del Investigador Científico Para ver la semblanza que escribió el Dr. Raúl A. Ruggiero, discípulo de Christiane Dosne Pasqualini e investigador del CONICET en el Instituto de Medicina Experimental (IMEX, CONICET-Academia Nacional de Medicina), haga clic aquí.  Fuente: CONICET https://www.conicet.gov.ar/cientificas-que-cuentan/christiane-dosne-de-pasqualini/

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Christiane Dosne de Pasqualini, Konex de Honor 2023

Su historia, atravesada por la búsqueda del conocimiento y el compromiso con la salud, es la de gran parte de las ciencias a lo largo del siglo XX. Quién fue esta mujer que vivió 102 años y a la que la Fundación Konex eligió premiar con el Konex de Honor 2023 por su trayectoria como “personalidad de sobresaliente relieve Si bien Christiane Dosne nació en París el 9 de febrero de 1920, vivió poco tiempo en Francia: a los 6 años emigró junto con su familia a Canadá. Aunque todavía nadie podía saberlo, las mudanzas serían parte fundamental de su historia. El primer cambio importante, cuando todavía era muy chica, fue el de escuela: “las monjas que daban clases no sabían nada de ciencia y yo quería ser científica, así que me cambié de colegio a otro en el que también me hacían leer la Biblia, pero como si fuera una novela”, recordaría muchos años después. Cuando tenía apenas 15 años, consiguió una beca para ingresar en la Universidad de McGill, en Montreal, donde se formó con Hans Selye, investigador del estrés. En 1939, con 19 años, ya se había especializado en Bioquímica. Pero una sola carrera no parecía suficiente para su ambición, su pasión por el conocimiento y sus ganas de saber más. Al egresar le ofrecieron un cargo docente, lo que le permitió independizarse y seguir estudiando: mientras trabajaba dando clases, realizó el ingreso a Medicina en la misma universidad. En esos tiempos, el cupo femenino era de apenas el 10% de la matrícula. En los papeles, claro: en la realidad, eran incluso menos las mujeres que podían acceder a una educación universitaria. De hecho, Dosne fue una de las cuatro mujeres que lograron ingresar sobre un total de 80 estudiantes ese año. La participación real de personas de género femenino en la carrera de Medicina era de solo 5%. De todas maneras, poco tiempo después de ingresar desistió de seguir esa carrera y el 27 de mayo de 1942 se doctoró en Medicina Experimental. Tenía apenas 22 años, y ya había publicado más de 15 trabajos en revistas científicas de prestigio internacional. De Canadá a Buenos Aires, sin pedir permiso En marzo de 1942, apenas unos meses antes de doctorarse, Dosne había ganado una beca de la Federación Canadiense de Mujeres Universitarias para trabajar junto a Bernardo Houssay y su equipo. Ni lenta ni perezosa, en julio ya estaba instalada en Buenos Aires, donde se incorporó al Instituto de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Lejos de amilanarse por su doble condición de extranjera y mujer en una disciplina repleta de hombres, Christiane se acostumbró rápidamente a la vida en el país. “Los anglosajones son aburridos: acá me encontré con los piropos y, la diversión. Me gustaba vivir en Argentina. Cuando le hablé en lunfardo, Houssay me miró sorprendido y me preguntó: ¿Dónde aprendió eso, señorita?“ Si bien al comienzo de su trabajo siguió la línea de investigación de Houssay, luego se dedicó a realizar sus propios experimentos, lo que muchas veces la llevó a enfrentarse con sus directores. Como cuando Alfredo Pavlovsky, director del Instituto de Investigaciones Hematológicas, le reclamó que no lo hubiera incluido como autor en una publicación, y Dosne le respondió “usted no metió las manos en la masa”. O como cuando le dijeron que no había pedido autorización para realizar un experimento. “Yo vine como investigadora, no como técnica. Si voy a tener que pedir permiso para cada cosa que quiera hacer, mejor me voy”, amenazó Dosne. Y se quedó. Pero quedarse quieta en un mismo lugar durante mucho tiempo no parecía ser lo suyo: apenas un año después de haber llegado a nuestras pampas, ganó una beca para trabajar en el Departamento de Medicina Experimental en Santiago de Chile, donde permaneció hasta 1944, cuando recibió otra beca para seguir investigando en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale. Vida profesional, vida familiar A fines de ese año, entre experimento y experimento, se casó con el endocrinólogo argentino Rodolfo Pasqualini, a quien había conocido durante su estadía en Buenos Aires. Dosne solo puso como condición que el matrimonio y la vida familiar no la obligaran a interrumpir la carrera científica que estaba llevando adelante, como le había pasado a tantas colegas mujeres que al ser madres se habían retirado de la investigación. Su marido aceptó, pero también pidió algo: que la pareja viviera siempre en la Argentina, Fue así como, apenas después del casamiento, el matrimonio regresó al país y Dosne comenzó a trabajar en el Hospital Militar Central, donde se dedicó a continuar los estudios iniciados en Yale. Más allá de los viajes ocasionales que vendrían, la pareja había vuelto para quedarse y para contribuir fuertemente con su trabajo al sistema científico y de salud de nuestro país. Acá, además, tuvieron cinco hijos. Cuenta su nieta, Belén Pasqualini (que llevó la vida de su abuela al teatro con el unipersonal Christiane), que la logística familiar estaba construida de tal manera que ninguno de los embarazos ni los vaivenes de la crianza interrumpiera la investigación ni la relación de Dosne con sus amados ratones experimentales. Cada miembro de la pareja estaba cumpliendo su parte del trato. Trabajar a pesar de los golpes En 1947, a pedido del doctor Ramón Carrillo, Ministro de Salud Pública del gobierno peronista, Christiane Dosne de Pasqualini colaboró con su marido para montar el Instituto Nacional de Endocrinología. Pasqualini fue nombrado director del espacio, y ambos trabajaron allí hasta el derrocamiento de Perón, en septiembre de 1955. Apenas dos años antes, Dosne había dejado su cargo en el Hospital Militar para desarrollar la sección hematología del Instituto Modelo, pero debió recuperar ese puesto tras el golpe de Estado. Mientras tanto, continuaba con su trabajo en el laboratorio de hematología, donde comenzó a investigar sobre la leucemia. Recién pudo abandonar definitivamente su trabajo en el Hospital Militar en 1963, un año después de haber ingresado como investigadora en el recientemente

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