¿Querés ser mamá algún día?
Aunque no estés lista para quedar embarazada ya mismo, estar atenta a algunas cuestiones puede ayudarte a preservar tu cuerpo en un estado ideal para la concepción. Si consideramos que empleás una buena dosis de energía en impedir el embarazo, la noción de prepararte para abrir las puertas de tu sistema reproductivo tal vez suene un poco extraña. Quizás aún no estés en ese punto: puede que le dediques horas y horas al trabajo que amas, o disfrutes irte el fin de semana cuando se te dé la gana, o todavía no encuentres a un hombre con el que valga la pena mezclar tu ADN. Pero es bueno saber que si de pronto te llega un severo instinto maternal, podrás llamar a la cigüeña sin problemas.
El tema es que adonde vayas hay un artículo o un libro (¡o incluso tu propia madre!) que te recuerda que tu fertilidad disminuye cada año que pasa. Algunas estadísticas estiman que las mujeres alcanzan su pico reproductivo a los veinte, y que a los 35, el riesgo de infertilidad es del 22%. De todos modos, tené presente que el reloj biológico de cada mujer es diferente. Algunas se embarazan sin problema a los 40, mientras que otras enfrentan dificultades desde que tienen 20. Y aunque no podés detener el reloj que rige el más importante factor de fertilidad -la edad-, hay formas en tu estilo de vida que incrementan tus posibilidades de concepción en el futuro.
SI QUERÉS QUEDAR EMBARAZADA DENTRO DE CINCO AÑOS…
Consultá a tu médico: En caso de que decidas que tu cuerpo se mantenga en modalidad “listo para bebés”, es esencial conservar un buen estado físico. Eso se traduce en controlar todas las condiciones que atenían contra la fertilidad, como la diabetes, el síndrome poliquístico o la endometriosis; diagnosticar y tratar todas las enfermedades de transmisión sexual y trazar un plan de ejercicio y dieta sana.
El doctor Felipe Jofre, jefe del Área de Fertilidad del Hospital Rivadavia, explica que “una pareja de 28/30 años que planea tener hijos en un lapso de 3 a 5 años, si no tiene antecedentes de cirugías ginecológicas o infecciones, puede buscar con tranquilidad el embarazo. Luego de los 35 años (o si hay antecedentes) se recomiendan algunos estudios”. En el varón un espermograma y en la mujer una ecografía ginecológica, cultivo de flujo (para descartar infección), un dopaje hormona] (que entre otras cosas sirve para tener datos de la ovulación, la hormona tiroides y la reserva ovárica) y una histerosalpingografía (estudio radiográfico del útero y de las trompas). “Todos estos estudios ayudan a confirmar la salud reproductiva”.
Sobre el test de reserva ovárica, Sergio Pasqualini, doctor director de Halitus Instituto Médico, detalla que “se utiliza para evaluar la función y la calidad de los ovarios. Significa predecir su estado y, por lo tanto, las posibilidades de obtener óvulos de calidad. Un diagnóstico “normal” no significa tener el embarazo asegurado, sino que la función ovárica se encuentra dentro de los parámetros esperados. Por otro lado, un diagnóstico disminuido implica que hay pocas probabilidades de lograr un embarazo naturalmente. A su vez, una mujer puede tener una reserva disminuida, pero aún ser aceptable. Los test de reserva ovárica son en general confiables, pero no infalibles”.
CEPÍLLATE Y USA HILO DENTAL
Algo tan simple como usar hilo dental puede mantenerte fértil? Una boca sana puede ser de ayuda si en el futuro necesitás asistencia en fertilidad. En un estudio, mujeres bajo tratamiento tenían mayores niveles de sangrado en encías e inflamación que aquellas que concebían de manera natural, según reportes del Journal of Periodontology. “Puesto que las enfermedades periodontales son infecciones bacterianas crónicas, el estudio sugiere que el estado de salud bucal podría afectar los resultados de un tratamiento de reproducción asistida”, dice Pasqualini. ¡A cuidarse los dientes!
PRACTICA SEXO SEGURO
A que no esperabas que la palabra “condón” surgiera en una conversación sobre cómo embarazarte, pero el coito seguro es un factor crucial en tus posibilidades futuras de concepción. Si contraés una enfermedad de transmisión sexual, como gonorrea o clamidia (que pueden residir en tu organismo sin manifestar los síntomas) y no la tratas, puede llevarte a una condición bastante seria conocida como enfermedad pélvica inflamatoria, que rasga las trompas de Falopio y, por ende, causa infertilidad. Examínate con regularidad y asegurate de que tus parejas sexuales también lo hagan.
STOP AL CIGARRILLO
Si el riesgo de contraer cáncer de mamas o pulmón no te convenció de dejar de fumar, considerá esto: la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva estima que este hábito está ligado a un 13% de los casos de infertilidad. “El cigarrillo aumenta la vasoconstricción, por lo tanto disminuye la irrigación sanguínea”, explica Jofre. “Una menor irrigación afecta en forma crónica al aparato reproductor, lo que provoca el envejecimiento prematuro de ovarios y testículos”. Fumar además incrementa el riesgo de un aborto prematuro y de embarazo ectópico (cuando los óvulos se implantan en tus trompas de Falopio o en tus ovarios en lugar de en el útero), y puede acelerar la menopausia (podría llegar hasta cuatro años antes en comparación con las que no fuman). Además, si resulta que tenés que recurrir a la inseminación in vitro, el hecho de fumar reduce tus posibilidades de éxito en un 34%. Y tené en cuenta que “hay centros de fertilidad que no aceptan pacientes fumadores”, dice Jofre. La buena noticia es que una vez que dejes de fumar, tu nivel de fertilidad regresará a la normalidad en aproximadamente un año (si consideramos que al fumador promedio le toma dos o tres intentos dejar el vicio de una vez por todas, deberías comenzar mucho antes). Mientras te embarcás en esta cruzada, convencé a tu pareja de que haga lo mismo, y a tus papás y amigas: un estudio reciente publicado en la revista Tobacco Control descubrió que las mujeres que son fumadoras pasivas por seis o más horas a la semana de su vida adulta tienen 36% más posibilidades de tener dificultades a la hora de intentar embarazarse.
Tomá las vitaminas: “Toda mujer en edad reproductiva -incluso las que no están buscando quedar embarazadas- deben tomar un multivitamínico que contenga ácido fólico” dice el doctor Jorge Chavarro, instructor de la Escuela Médica de Harvard, en los Estados Unidos, y coautor de The Fertility Diet. De acuerdo con Chavarro, el ácido fólico parece mejorar la fertilidad al estimular la ovulación y dar al embrión las proteínas esenciales que necesita para sobrevivir. Respecto de cuándo ingerirlo, el doctor Pasqualini opina diferente: “Debe ser tomado unas 12 semanas previas a la concepción y a lo largo del primer trimestre del embarazo; la tendencia actual es continuar con su suministro superados los tres primeros meses”. Y explica que esta vitamina adquiere una mayor relevancia cuanto más avanzada es la edad de la mujer y cuanto más disminuida esté la reserva ovárica.
SI TE QUERÉS EMBARAZAR EN DOS AÑOS, SEGUÍ TODOS LOS PASOS ANTERIORES Y ADEMÁS…
MODIFICA TU LISTA DEL SUPER
En el estudio de Chavarro, que registró los hábitos alimenticios de 18.000 enfermeras que intentaban quedar embarazadas, se hallaron sorprendentes conexiones entre la comida y la fertilidad. Hay cuatro reglas básicas en una dieta propicia para hacer bebés:
1- Elegí carbohidratos de lenta digestión (como los vegetales o los granos enteros) sobre los muy procesados (como pan y arroz blancos).
2- Elimina las grasas trans, es decir, los aceites parcialmente hidrogenizados.
3- Preferí las grasas no saturadas a las saturadas.
4- Obtené la mayor parte de tu proteína de plantas, no de animales.
Esta dieta baja en glucosa, que mantiene tus niveles de azúcar en la sangre estables, ha sido por largo tiempo un remedio en la lucha contra la diabetes y mejora la salud cardiovascular, pero también puede tener un efecto profundo en la fertilidad. “Cuando comés alimentos que disparan tus niveles de glucosa, como carbohidratos simples, tu cuerpo produce más insulina y eso deriva en una mayor cantidad de testosterona en tu organismo”, asevera Chavarro. “Con el tiempo, esto puede interferir con la ovulación”. Explica, además, que diferentes tipos de grasas y proteínas también afectan los niveles sanguíneos de glucosa e insulina. Así que create el hábito de comer muchas frutas y verduras, y cambiá la carne roja por pescado, nueces, huevo y leguminosas cuando te sea posible.
Mantené un peso saludable: La Sociedad Americana de Medicina Reproductiva estima que el 12% de los casos de infertilidad se deben a problemas de peso, dividido equitativamente entre sobrepeso y aquellas que necesitan unos kilos más. Si pesás demasiado se incrementan tus posibilidades de tener periodos irregulares y desórdenes en la ovulación; si pesás muy poco, puede que no ovules del todo, ya que la grasa corporal fomenta la liberación de las hormonas que ordenan a tus ovarios soltar un óvulo. “El sobrepeso o el bajo peso pueden afectar la fertilidad y hasta los resultados de tratamientos de reproducción asistida”, comenta Pasqualini.
“A causa del síndrome metabólico que se presenta con la obesidad mórbida las pacientes no ovulan y tienen dismenorrea”, dice Jofre. Pero se puede revertir: “En el hospital estamos evaluando a las que se hicieron cirugía bariátrica y comprobamos que este problema se corrige y las pacientes en general vuelven a tener ciclos ovulatorios normales”. Un índice de masa corporal entre 20 y 24 es el recomendado como “zona de fertilidad” por los especialistas, aunque debe asegurarse de acompañarlo con una alimentación balanceada.
¡MOVÉ TU TRASERO!
“Nuestras investigaciones hallaron que 30 minutos de ejercicio moderado pero vigoroso cada día, casi todas las jornadas de la semana, se relacionan con un menor riesgo de infertilidad”, revela Chavarro. Si necesitás un empujoncito extra para llegar a tu objetivo, sugiere que le añadas una pizca de entrenamiento de fuerza, estiramientos y ejercicio aeróbico, como andar en bici, escalar o nadar. Si hacés mucho ejercicio, empero -una cantidad que lleve a tu porcentaje de grasa corporal a menos de 17 o a tu índice de masa corporal abajo de 19-, puede interferir con la ovulación. Igualmente, a menos que estés haciendo un programa de nivel olímpico, posiblemente necesites más ejercicio, no menos.
SI QUERÉS QUEDAR EMBARAZADA EN UN AÑO, SEGUÍ TODOS LOS PASOS ANTERIORES Y TAMBIÉN…
RESERVA TODAS LAS CALORÍAS PARA UN HELADITO
La mejor noticia parece ser que añadir una porción de un lácteo con toda su grasa a tu dieta diaria -como leche entera en tu cereal en lugar de descremada- puede aumentar tus probabilidades de embarazarte, de acuerdo con los estudios de Chavarro. Sin embargo “debes hacer ajustes al resto de tu dieta para no subir de peso”, advierte. Una vez que te haya respondido la cigüeña, lo recomendable es regresar al consumo de leche y yogur bajos en grasa. Según Pasqualini, sin embargo, “no existen alimentos milagrosos que garanticen el embarazo”, sino que “el secreto es mantener una dieta sana y balanceada que incorpore todos los grupos alimenticios“.
REVISA TU MÉTODO ANTICONCEPTIVO
Ahora que estás más cerca de decidirte a tener un bebé es momento de pensar en aquello que te ha estado evitando concebir. Dejá de usar los métodos de barrera (como los condones o el diafragma) solo el día en el que quieras embarazarte; si tenés un DIU tu fertilidad regresará a la normalidad en el momento en que el doctor te lo quite. Es lo mismo para las que toman pastillas: así las hayas consumido por uno o 20 años, “no creas en los rumores que dicen que pasarán meses antes de que tu ovulación se ponga al día”, comenta la doctora Vanessa Cullins, vicepresidenta de asuntos médicos en Planned Parenthood America. “Las mujeres pueden tener algunos ciclos irregulares, pero la ovulación se puede dar a las dos semanas de que tires tu última cajita”, admite. Pero apunta: “Hay un método anticonceptivo al que sí le toma tiempo salirse de tu sistema antes de que te puedas embarazar: si has estado inyectándote Depo-Provera pueden transcurrir 10 meses antes de que seas fértil”.
BAJA TU CONSUMO DE ALCOHOL Y CAFEÍNA
Algunos estudios muestran que consumir de una a cinco bebidas alcohólicas por semana puede reducir tus posibilidades de concebir hasta un 50%. Otras investigaciones han arrojado una mínima relación entre el consumo moderado y la fertilidad. Chavarro apunta que, en definitiva, la sobriedad no le hace daño a nadie y que, por el contrario, podría ayudar. Y ya que estás en eso, aflojale al café con leche. Aunque no hay un consenso real, algunos estudios sugieren que consumir más de 300 miligramos de cafeína al día (unas dos tazas de café) puede aumentar el riesgo de endometriosis o problemas en las trompas de Falopio.
REDUCI EL ESTRÉS
“No hay nada que una pareja que esté luchando por concebir aborrezca más que estas palabras: ´Relájense, están intentándolo demasiado´”, dice la doctora Janis Fox, especialista en fertilidad en el Brigham and Women´s Hospital en Boston, Estados Unidos. Pero es que el estrés puede dificultar la fertilidad al interferir con las señales de tu cerebro que piden a tu organismo que ovule. Un estudio publicado en Human Reproduction indica que las parejas son más susceptibles a concebir en los meses en los que se sentían relajados.
“Un modo eficaz de comenzar a reducir la tensión es enfocarte en aquello que aprecies de la vida”, sugiere la doctora Leslee Kagan, directora de Salud para la Mujer en el Instituto Benson-Henry para Medicina del Cuerpo y la Mente en Boston, Estados Unidos. Cada día, escribí tres cosas que ames de tu vida (¡No tengo que cambiar pañales! ¡Puedo pasarme horas enteras leyendo una novela!) y tomate al menos 15 minutos para meditar, hacer yoga o escuchar música relajante. Creénos: en unos años, cuando el bebé al que tanto esperabas se encuentre ya aquí, y estés insomne pero feliz, lidiando con cólicos y urticarias, los métodos de relajación que hayas adoptado te caerán como anillo al dedo.
Fuente: Women’s Health