HIV y fertilidad: los avances de la ciencia al servicio de la salud

HIV y fertilidad: los avances de la ciencia al servicio de la salud

En relación al deseo reproductivo de las personas infectadas, la ciencia avanzó mucho para lograr hijos sanos. Al respecto opìnó para Télam la Dra. Carolina Tomatis

En relación al deseo reproductivo de las personas infectadas, la ciencia avanzó mucho para lograr hijos sanos. ¿Cuáles son las posibilidades y qué se espera para el futuro?

Lo más nuevo son las relaciones sexuales, previo empleo de una droga profiláctica pre exposición llamada Truvada (Tenofovir/emtricitabina) que previene el contagio en un 90% – en 2014 el CDC (Center of Disease Control) lo aprobó. Este tratamiento consiste en la toma diaria de ésta medicación y la práctica de relaciones sexuales sin protección (preservativo) en el momento fértil del ciclo femenino. En este caso, es muy importante la adherencia al tratamiento – no pueden dejar de tomar la medicación- y un estricto control mediante cargas virales frecuentes y testeo para otras enfermedades de transmisión sexual que pueden aumentar la susceptibilidad a la infección.

Como depende mucho del paciente y la toma de esa medicación, todavía no existe una alta demanda de este procedimiento, y en Argentina siguen acudiendo a los centros de fertilidad.

En estas instituciones en los casos de hombre infectado trabajamos con procesamientos especiales de la muestra de semen que la vuelven segura para no transmitir la infección. Consiste en separar los espermatozoides del líquido seminal y determinar entonces la carga viral. El riesgo de transmisión con esta técnica es de un 0,0002%, es decir queda eliminando cualquier posibilidad de transmisión

Cuando el miembro de la pareja con serología positiva es el varón, a pesar de tener carga viral indetectable en sangre, se estima que un 3 a 8% pueden tener carga viral positiva para HIV en semen. Por eso, para evitar el mínimo riesgo de contagio, se realiza inseminación intrauterina o alta complejidad por in vitro este procesamiento especial del semen que implica un lavado y posterior carga viral negativa para virus HIV.

Si la infectada es la mujer, puede realizar autoinseminación con el semen de su pareja o eventualmente, si lo requiere, in vitro. En el caso de que ambos miembros estuvieran infectados, se sugiere igualmente el lavado de semen para evitar la sobreinfección por otro serotipo del HIV.

A medida que los nuevos tratamientos alcancen a toda la población y exista mayor experiencia en la seguridad de las parejas infectadas que buscan hijos, para evitar la transmisión, tenemos esperanzas en que las nuevas recomendaciones tendrán mejor aceptación por los pacientes y médicos.

El trabajo en equipo: infectólogo, especialista en fertilidad y paciente, es de suma importancia para lograr los mejores resultados.

(*) Coordinadora del programa de VIH e infertilidad de Halitus Instituto Médico.

 

Fuente: Telam

 

 

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