Disfunciones sexuales y fertilidad

Disfunciones sexuales y fertilidad


Las causas por las cuales el embarazo no llega pueden ser variadas. Pueden relacionarse con desequilibrios hormonales, con problemas en la calidad de los óvulos y con la calidad y cantidad de espermatozoides pero hay una razón que pocas veces se menciona: las disfunciones sexuales. Cuáles son y cómo complican la llegada de un bebé.

“Muchas parejas ignoran el funcionamiento del ciclo menstrual y, al existir alteraciones funcionales del mismo, les puede resultar difícil calcular la fecha de la ovulación. En esos casos suele suceder que la concepción no se produce porque no hay coincidencia entre la fecha de ovulación y la relación sexual. Recibir asesoramiento médico soluciona rápidamente la situación.” opina la doctora Beatriz Literat, a cargo del Departamento de Sexología y Disfunciones Sexuales de Halitus.

También es necesario atender al estado general de la salud de la pareja, ya que existen cuadros clínicos persistentes que podrían influír negativamente sobre la fertilidad, tanto masculina como femenina. Los aspectos químicos del cuerpo tienen un rol fundamental, por lo cual, ocuparse en primera instancia de los demás factores que pueden incidir, como el cigarrillo, los medicamentos o drogas, el alcohol o el sobrepeso, es primordial. Pero muchas veces, aún cuando los demás factores están en orden, existen disfunciones sexuales que pueden ser las responsables de que el embarazo no llegue y que necesitan ser resueltas antes de comenzar cualquier tratamiento.

“Desde lo hormonal, la obesidad produce alteraciones endocrinas que pueden disminuir el deseo sexual, teniendo en cuenta que éste es el resultado de estímulos recibidos a través de los sentidos que desencadenan la liberación de neurotransmisores cerebrales que provocan descargas de adrenalina. Y esas descargas de adrenalina provocan una aceleración de la frecuencia cardiaca y un aumento de la circulación poniendo así en juego todos los mecanismos vasculares, hormonales, musculares y neurológicos. La obesidad es uno de los agentes que provoca interferencia en ciertos mecanismos metabólicos y, por lo tanto, en el mecanismo del deseo, es por ello que las personas con obesidad severa pueden presentar problemas en su vida sexual”, sostiene la Dra. Beatriz Literat. También el alcohol, el cigarrillo y los medicamentos pueden interferir en ese mecanismo de relojería.

“Claro que también puede presentarse vaginismo en la mujer, otra de las disfunciones sexuales que interfieren con el logro del embarazo. Consiste en una contractura que produce la mujer en la vagina impidiendo la penetración por parte del hombre. Inclusive vemos casos de matrimonios no consumados por este problema que consultan al momento de la búsqueda de un hijo y que nunca han tenido relaciones sexuales. Nosotros en el instituto tenemos un departamento específicamente orientado a atender las disfunciones sexuales de hombres y mujeres”, dice Pasqualini.

Según Pasqualini, “en el caso del hombre la impotencia o falta de erección es uno de los factores que deben resolverse para poder lograr el embarazo. “Hoy dia disponemos de tratamientos sexológicos que nos permiten solucionar más del 90% de las Disfunciones Sexuales. A veces este problema es de origen orgánico y otras mixto, psicosexual.” dice la doctora Literat.

Otro tema importante es el deseo y la excitación, tanto en el varón como en la mujer. Algunos creen que tomando medicación se soluciona rápidamente pero sin deseo y sin excitación es dificil lograr una respuesta eyaculatoria adecuada. “Son todos temas relacionados que hay que trabajar en equipo multidisciplinario (equipo de fertilidad y sexología), para no descuidar ningún aspecto de la relación de pareja que pueda afectarlos.

“Muchas veces la pareja tiene verguenza de hablar claramente sobre sus dudas en el aspecto sexual, ya que suponen que “deberían saberlo”, presienten que hay algo que podría mejorarse pero les parece trivial una consulta de esa índole. Nada más equivocado, son detalles importantes a los efectos de la procreación”, agrega Literat.

Todos los factores no fecundantes del coito como el deseo, la excitación o el juego amoroso previo son importantes porque producen un aumento en la circulación sanguínea a nivel de los genitales. Este aumento de la circulación genera mayor humedad en la mujer y la preparación en el hombre para llegar al orgasmo y lograr la eyaculación, creando mayores posibilidades de embarazo. Toda esa lubricación y toda esa excitación contribuyen en la mujer a concretar los últimos pasos de la ovulación y de los mecanismos por los cuales ese óvulo elimina los 23 cromosomas para completar su maduración, fase anterior al encuentro con el espermatozoide. Y en el hombre puede incluso aumentar la cantidad de espermatozoides”, comenta Pasqualini.

“Algo muy frecuente y lamentable es cuando la pareja refiere tener sexo por obligación, en las fechas prescriptas por el especialista y se quejan de haber perdido la magia, la espontaneidad”, agrega Literat, “en estos casos un par de entrevistas de orientación sexológica ponen en perspectiva la situación y prevenimos que la pareja comience a sufrir roces y enojos, en un momento en que más amorosos y unidos deberían estar, frente al proyecto de convertirse en una familia.”

Comentarios cerrados