Contaminación ambiental y fertilización in Vitro
La contaminación ambiental ha sido a lo largo del tiempo asociada con distintos efectos en la salud humana. Muchos estudios han reportado su efecto sobre las vías respiratorias y el funcionamiento cardiorrespiratorio en general pero poco se ha analizado de su efecto en la reproducción humana. Sin embargo, varios estudios sugieren que existe una relación directa entre la contaminación ambiental y la infertilidad provocando desórdenes sutiles en la función reproductiva, incluso hay estudios que han sugerido que la contaminación genera en los bebés bajo peso al nacer y defectos de nacimiento.
Los agentes tóxicos pueden presentarse como productos químicos, radiación o materiales físicos, y pueden afectar al cuerpo y sus sistemas. Pueden provocar desde una irritación hasta la muerte de las células, los tejidos o incluso del organismo. La exposición de una mujer embarazada a la contaminación del aire, muestran varios estudios, traería aparejado un aumento del riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer. Además, sostiene, afectaría las posibilidades de embarazo durante un tratamiento de fertilización in Vitro. Algunos tóxicos del aire pueden causar disfunciones en el aparato reproductivo, disminuyendo la fertilidad, reduciendo las posibilidades de sobrevida del feto o embrión o llevando a la presentación de malformaciones. También pueden generar variaciones en el funcionamiento del sistema inmunológico que pueden afectar la implantación y el desarrollo del embrión.
El aumento de la concentración de dióxido de nitrógeno (NO2) tanto en el ambiente exterior como en el interior del laboratorio estaría significativamente asociado con una menor posibilidad de embarazo y nacimiento durante los tratamientos de fertilización in Vitro, sostiene uno de los últimos estudio llevado a cabo entre el año 2000 y el 2007 por el Penn State College of Medicine en Pennsylvania sobre más de 7000 mujeres en áreas rurales, urbanas y suburbanas y publicado en mayo de este año. El dióxido de nitrógeno es un gas es producido principalmente por la combustión en altas temperaturas y se origina por los motores de los vehículos, especialmente camiones. Las fuentes emisoras de este gas en un domicilio podrían ser estufas a gas, artefactos de ventilación con instalaciones defectuosas o incluso exposición al tabaco.
Al referirse a otro contaminante, el ozono, el estudio reveló que en aquellos sitios con niveles mayores al promedio de ozono, la exposición de las mujeres al contaminante durante el período de ovulación aumentaba las chances de éxito de embarazo pero si la exposición tenía lugar luego de la implantación, reducía las posibilidades de un nacimiento. Sin embargo, otra explicación posible se halló para el resultado positivo que se observaba en mujeres expuestas al ozono durante la ovulación: los altos niveles de ozono eran consistentes con bajos niveles de dióxido de nitrógeno. Los investigadores suponen entonces que la mejoría de las posibilidades de éxito del tratamiento in Vitro no se relacionaban con la alta concentración de ozono sino con la baja concentración de NO2. Si bien el 36% de las mujeres que participaron lograron su embarazo en el primer tratamiento de fertilización in Vitro realizado, ese porcentaje se redujo a un 20% cuando los niveles de dióxido de nitrógeno eran 0,01 parte por millón sobre le nivel promedio en el momento en que la mujer pasaba por el momento de la estimulación ovárica, de la aspiración ovocitaria, de la fertilización o de la implantación embrionaria. Diversos estudios muestran incluso que la exposición al aire contaminado en el comienzo o en mitad del embarazo está asociado con bajo peso al nacer, relacionado con la inmadurez fisiológica del feto dejándolo vulnerable, aún más vulnerable si se trata de un embrión.
Si bien los resultados del estudio de la Penn State College of Medicine en Pennsylvania fueron significativos, los investigadores hicieron hincapié en que los efectos de la contaminación sobre las posibilidades de éxito de un tratamiento son sutiles y no deben generar pánico. Ya que si bien son resultados importantes no alcanzan para establecer una relación directa entre NO2 y los resultados de los tratamientos in Vitro. En nuestro país, las mediciones de NO2 publicadas por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación se remontan hasta 2009 y muestran estar dentro de los parámetros que la OMS establece como mínimos.
No es la primera vez que la polución es asociada a problemas en la salud reproductiva.
Ya desde el siglo pasado distintos estudios demostraron que el dióxido de carbono y el dióxido de nitrógeno -entre otras sustancias contaminantes- afectan directamente también la motilidad y función espermática en los hombres.
CIUDADES POBLADAS DE CONTAMINACIÓN = ESTRÉS
Si bien la primera idea que se viene en mente al pensar en contaminación del medio ambiente es la contaminación del aire, no debe perderse de vista que otro tipo de polución – especialmente presente en las grandes urbes- tiene efectos dañinos sobre la salud. La contaminación auditiva también debe tenerse en cuenta. La Organización Mundial de la Salud afirma que el parámetro de 70 a 80 decibeles permite fijar un umbral por sobre el cual se genera clara deficiencia auditiva y no recomienda vivir en ciudades con ruidos superiores a 65 decibeles. Si bien a ley de Contaminación Acústica de la ciudad de Buenos Aires establece los límites de ruido de acuerdo a diversas zonas, con niveles de tolerancia variables (de entre 60 a 80 decibeles durante el día y de 50 a 75 durante la noche) son numerosas las denuncias que se acumulan sosteniendo que dicha ley no se cumple. Y basta salir a la calle para determinar la veracidad de la afirmación en medio de bocinas, ambulancias, frenadas, micros, motos y ciclomotores. Hay efectos negativos sobre la salud auditiva pero también sobre la salud en general como hipertensión arterial, alteraciones digestivas, alteraciones hormonales y estrés.
Por otra parte, la contaminación visual en la ciudad, y al hablar de contaminación no debe uno referirse a la estética sino que se relaciona con la sobreestimulación visual agresiva, invasiva y permanente, puso de manifiesto- por allá por el 2008- que más de 30 mil carteles y marquesinas estaban en infracción de la ley, invadiendo zonas protegidas y poblando el marco visual provocando un altísimo grado de saturación del espacio visual, producido por el gran desbarajuste y la falta de control de este tipo de publicidad en la vía pública.
Más allá de los daños a la salud auditiva y visual que este tipo de contaminación pueda provocar, incide, fundamentalmente, en el aumento de los niveles de estrés de la población que habita las grandes ciudades. Y es aquí donde hay que detenerse. El estrés es causante de numerosas afecciones y enfermedades y esto está probado por distintos estudios. También afecta la fertilidad. Si bien el stress no necesariamente es causa de infertilidad en sí misma, trae serias complicaciones que inciden en la persona que realiza un tratamiento para lograr el embarazo.
“Si bien enfrentar un tratamiento de infertilidad puede llevar al estrés, sumado a lo que el medio ambiente genera, provoca niveles de estrés que afectan no sólo los resultados de un tratamiento in Vitro sino también la salud en toda su dimensión. Hace años que los profesionales de medicina reproductiva reconocimos la incidencia del estrés en las parejas que realizan tratamientos, no como una causa de infertilidad en sí misma sino como una complicación. La tensión siempre está acumulada y siempre va a reducir los efectos no solamente de los tratamientos médicos sino también de nuestra calidad de vida. La experiencia indica que el entrenamiento en técnicas del comportamiento puede ayudar al manejo del estrés y beneficiar así los resultados del tratamiento de fertilidad. Las medicinas complementarias son el perfecto agregado a la medicina tradicional: se basan en el concepto de que todos los aspectos de la vida del paciente – emocional, física y espiritual – impactan de una manera u otra sobre su fertilidad. Con la incorporación de técnicas complementarias en Halitus dentro de nuestro Programa La mente y el cuerpo en la infertilidad, apuntamos a optimizar los resultados del tratamiento médico mejorando la función reproductiva y creando un mejor estado mental y de salud en general”, sostiene el Dr. Sergio Pasqualini, Presidente y Fundador de Fundación Repro y director científico de Halitus Instituto Médico, centro especializado en medicina reproductiva que implementó durante los últimos años un enfoque integral holístico y diversas técnicas psicológicas para combatir el estrés y la ansiedad y para generar un seguimiento y acompañamiento personalizado de las pacientes.
Fuente: Sentirypensar.com.ar