Fertilidad: Es importante que los jóvenes consulten.
No es novedoso que las parejas se forman más tarde, que los matrimonios demoran en concretarse y que incluso para quienes formar una familia es algo importante, hoy no es prioritario y a veces tener un hijo queda supeditado por distintas razones a otros proyectos previos como la realización personal o la estabilización laboral. Sin embargo, los especialistas en reproducción vuelven a alertar sobre los peligros de postergar la maternidad en demasía.
Evaluación de la fertilidad
La infertilidad tiene causas diversas y afecta a cerca de un 15% de las parejas en edad fértil pero cada vez más el momento de la maternidad se posterga y esto da lugar a que más factores externos puedan también demorar el logro del embarazo. Si al paso de la edad se le suman factores que pueden intervenir en la fertilidad como es el alcohol o el tabaco, es importante remarcar entre los jóvenes que no es necesario esperar hasta el momento de la búsqueda para estudiar la fertilidad.
Pero ¿hay forma de saber cómo está la fertilidad de hombres y mujeres jóvenes? Sí.
Mujeres
La evaluación temprana de la fertilidad permitiría planear a futuro la familia y el desarrollo de nuevas técnicas abre las puertas para que más parejas puedan cumplir el sueño de tener un hijo. Sin embargo, y en esto los médicos ponen énfasis, es importante que no sea presentada como una forma de demorar la fertilidad en la mujer sino que el éxito de esta técnica debería proveer a la mujer que debe postergar su maternidad, por cualquier razón, la oportunidad de concebir a futuro utilizando sus propios óvulos.
El ovario femenino y con él la fertilidad femenina declinan a partir de la primera menstruación. Inicialmente ese declive es muy lento pero a la edad de 37 ó 38 años aproximadamente, cuando se cree que el ovario tiene cerca de 25.000 folículos, el descenso de la fertilidad se acelera hasta que alrededor de los 1000 folículos, se alcanza la menopausia, a la edad de 51 o 52 años.
Pueden criopreservarse óvulos o tejido ovárico e intentar preservar su fertilidad a futuro. Así, es importante entonces no sólo no postergar la maternidad por razones nimias sino evaluar la fertilidad tempranamente para poder planificar la futura familia.
Hoy en día, mediante una ecografía al inicio del ciclo y el análisis de algunas hormonas como FSH -los niveles de FSH se elevan a medida que la mujer envejece-, LH, tiroides y Antimulleriana es posible obtener datos de la reserva ovárica y compararlos con la media de la edad de la mujer. Esto permite a los especialistas evaluar la fertilidad.
Estos estudios pueden ser analizados en relación a la edad de la paciente y permiten determinar el estado de la reserva ovárica. Si surgiera alguna alarma, podemos aconsejar buscar el bebé sin demora y no dilatar por motivos triviales o intentar congelar óvulos. Pero lo ideal es siempre criopreservar óvulos antes de esa alarma y recordar siempre que el período más fértil de la mujer es alrededor de los 25 años, disminuye lentamente hasta los 30 y algo más hasta los 35, acentuándose a partir de ese momento. Por lo tanto, la mejor edad para pensar en criopreservar son los 28 años y consultar es indispensable para poder hacer una buena planificación.
Hombres
La fertilidad y las características sexuales de un hombre son dependientes del funcionamiento normal del sistema reproductivo masculino. Como con otros órganos del cuerpo, si la función normal no ocurre puede ser necesaria la intervención médica.
En el caso de los hombres, un simple espermograma, a cualquier edad, permite ahondar en las posibles causas en caso de que el conteo esté por debajo de los niveles normales.
Y, para quienes, hace ya unos años varios estudios establecieron que la edad también jugaba un rol importante en la fertilidad, es recomendable realizarse un espermograma a los 25 años y un chequeo andrológico para, en caso de que se presentara alguna anomalía -un bajo conteo, un varicocele- resolverla con tiempo y sin demora.
Prevención
Es importante, cada vez más teniendo en cuenta que la postergación de la maternidad y la paternidad, ya sea por razones, profesionales, sociales o económicas, es cada vez más frecuente, realizar una consulta preventiva. Esta consulta permitiría descartar de antemano un problema o detectar la causa y tratarla y habilitaría a la pareja y a los médicos a manejar su fertilidad a futuro.