Abortos recurrentes: las otras causas
Diversos factores pueden interrumpir un embarazo
Un desbalance en el sistema inmune, la trombofilia y el Síndrome Antifosfolipídico son algunos de ellos. El tratamiento con heparina es una solución en muchos casos.
Cuando las causas más conocidas que influyen en la reproducción han sido descartadas, el 80% de las pérdidas reproductivas están asociadas a un desbalance del sistema inmune. Si se descartan las cuestiones ováricas o espermáticas, hormonales, metabólicas, anatómicas o genéticas, hay que buscar o explorar otras razones.
La implantación es el momento clave tanto para el inicio como para el futuro del embarazo. La pérdida del embarazo y la falla en la implantación pueden deberse a una respuesta inmunológica anormal de tipo autoinmune, que con tratamientos adecuados mejora mucho: la tasa de nacidos vivos aumenta el 70 u 80%.
Entre esas causas se encuentran la trombofilia y el Síndrome Antifosfolipídico (SAF). Las mujeres con SAF obstétrico que están sin tratamiento tienen muy pobre pronóstico de gestación con una tasa de nacido vivo menor al 20% .
El SAF es un desorden autoinmune que causa hipercoagulabilidad durante el embarazo y se asocia con riesgo de pérdidas y complicaciones vasculares placentarias tardías. Su manejo clínico ha avanzado en la última década incluso para aquellas mujeres que no responden al tratamiento estándar.
En el mecanismo por el que se produce y que lleva a los eventos adversos durante el embarazo intervendrían en mayor o menor medida un desbalance inmunológico agresor para el embarazo y la hipercoagulabilidad que, a través de la formación de pequeños trombos, llevan a un fenómeno de falta de irrigación y oxigeno vitales para un embarazo exitoso.
¿Cuándo un médico diagnostica SAF obstétrico?
* Criterios clínicos:
– Una o más muertes fetales mayor o igual a 10 semanas de gestación
– Y/o tres o más abortos consecutivos de menos 10 semanas de gestación
– Y/o uno o más partos prematuros de de menos 34 semanas de gestación asociado a insuficiencia placentaria, preeclampsia severa o temprana, eclampsia, sindrome Hellp, restricción de crecimiento intrauterino y/o abruptio placentario.
– Además de estos, tiene que darse al menos un criterio de laboratorio, que el especialista requerirá.
Logro de embarazos
Se calcula que de cada 100 pacientes con SAF tratadas con heparina, el 85% logra llevar un bebé a casa y el 15% termina en aborto. De este 15%, más del 90% son abortos de menos de 10 semanas y menos del 10% son pérdidas de 2do y 3er trimestre.
En el caso de los abortos tempranos que ocurren bajo tratamiento con heparina, el 60% responde a causas genéticas y el 40% a fallas en el tratamiento con heparina. Mientras que la mayoría de las pérdidas de 2do y 3er trimestre se deben a falla al tratamiento con heparina.
Para estos últimos casos, estamos desarrollando un método que implementa el agregado de gammaglobulina con el que hemos obtenido buenos resultados.
El método, que es un claro ejemplo de la importancia del abordaje interdisciplinario, permite hacer un recuento de dos poblaciones de las células Natural Killer Uterinas (NK): las citotóxicas y las angiogénicas. En la segunda fase del ciclo menstrual, las angiogénicas deben predominar en proporción ya que son las encargadas de generar los futuros vasos sanguíneos placentarios y de dialogar con el embrión para que se pueda implantar. Si no es así, la indicación terapéutica para este desbalance inmunológico es el uso de la gamaglobulina endovenosa, la cual restituye el balance de NK y estaba indicada también por su factor hematológico.
Hay que seguir insistiendo con la investigación para que tenga el mayor respaldo objetivo. Hemos centrado la investigación para lograr determinar qué pacientes no responderán a la heparina para estar un paso adelante y ganar tiempo y esfuerzo. Actualmente, nuestro equipo de investigación y desarrollo está llevando a cabo una investigación que sigue este curso y mucho se ha avanzado.