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Crece el congelamiento de óvulos en Argentina: paso a paso de la vitrificación

Durante 2020 y 2021, aumentaron tanto las consultas como la cantidad de procedimientos. Cómo es y cuánto cuesta hacerlo. La pandemia de coronavirus atravesó a la sociedad desde todos los frentes posibles. En ese contexto, una consecuencia notoria fue el significativo aumento en los tratamientos de preservación de la fertilidad: el congelamiento de óvulos en Argentina creció entre un 20% y un 137%. Se trata de un procedimiento ambulatorio que conviene realizar entre los 25 y 35 años, cuando se da el período más fértil de la mujer. Durante 2020 en la clínica IVI Buenos Aires el incremento fue del 29% respecto a 2019. Ya en 2021, en comparación con el período que va de enero hasta mediados de mayo de 2020, la demanda de tratamientos de vitrificación subió un 137%. Desde el Instituto Médico Halitus, en tanto, detallaron que durante la pandemia aumentaron en un 60% las consultas para preservar la fertilidad por medio de la vitrificación de óvulos, mientras que finalmente los tratamientos realizados subieron un 20% respecto a 2019. Su titular, el doctor Sergio Pasqualini, consideró «lógico» este incremento, «ante la incertidumbre vivida en todo sentido, ya sea de futuro, laboral o económica». En tanto, María Villamil, responsable de la Unidad de Apoyo Psicológico de IVI, se refirió a los posibles motivos del incremento de este tipo de tratamientos: «Creo que las causas pueden ser varias, pero principalmente estamos hablando de un año de pandemia en donde el Covid-19 ha tenido un impacto altísimo a nivel emocional en la mayoría de la población». En ese sentido, también habló de «la incertidumbre que generó el pensar traer un hijo al mundo en este contexto, los miedos relacionados a enfermarse durante el embarazo, parir en un hospital donde hay enfermos de Covid y tener un bebé pensando en la posibilidad de enfermarse». Por su parte, Fernando Neuspiller, director médico de IVI, destacó que «la pandemia y los riesgos de contagiarse de Covid-19 ha implicado que muchas mujeres y parejas pospongan su búsqueda de embarazo». El especialista destacó que la vitrificación permite mantener «la calidad genética» de los óvulos para poder usarlos, «por ejemplo, cuando la crisis sanitaria se termine». Pero, ¿cuándo es el mejor momento para realizar estos tratamientos?, ¿cuál es el costo de los mismos?, ¿cubren las obras sociales y empresas de medicina prepaga el congelamiento de óvulos? Vitrificación, paso a paso Según los expertos de IVI, la edad ideal para «aprovechar la reserva ovárica de la mujer» es entre los 25 y los 35 años. «Luego esto comienza a decrecer notablemente, al igual que la calidad genética de los óvulos», detallaron a Clarín desde esa entidad. ¿Cuántos óvulos hay que congelar? Los especialistas recomendaron preservar más de una vez hasta llegar a un número recomendado de óvulos vitrificados, que se calcula entre la edad de la mujer y el riesgo genético a una edad dada. En qué consiste la vitrificación de óvulos La vitrificación de ovocitos es un proceso de solidificación en el que los mismos son tratados con sustancias criopotectoras y sumergidos en nitrógeno líquido a una temperatura de -196º C, explicaron desde IVI. Todo esto se realiza de forma ambulatoria. Los pasos son los mismos que los de un ciclo de fecundación in vitro: primero se realiza la estimulación de la ovulación aproximadamente durante unos 10 días. Una vez completado esto, se programa la aspiración de los ovocitos, que es un procedimiento mínimamente invasivo que dura unos 20 minutos bajo sedación. En lugar de inseminarlos y fecundarlos se realiza la vitrificación, y quedan así almacenados en nitrógeno líquido. ¿Cuánto tiempo pueden guardarse los óvulos congelados? Los ovocitos se pueden mantener crioconservados durante todo el tiempo que la persona desee o necesite. Actualmente no existe una limitación en el tiempo, sostuvieron los profesionales de IVI Buenos Aires. Desde Halitus, en tanto, aseguraron que «el tiempo más prolongado de mantener óvulos criopreservados con nacimiento al descriopreservarlos, en el mundo, es de 14 años y fue logrado en nuestro instituto». Congelamiento de óvulos, obras sociales y empresas de medicina prepaga Los voceros de IVI explicaron que estos tratamientos se realizan de modo particular, salvo excepciones reglamentadas por ley. «Las obras sociales cubren el tratamiento en caso de necesidad médica como la oncológica, por ejemplo, pero no la preservación por causas sociales», dijeron. La Ley 26.862 de producción médicamente asistida, en el artículo 8°, indica (entre otros puntos): «También quedan comprendidos en la cobertura prevista en este artículo los servicios de guarda de gametos o tejidos reproductivos, según la mejor tecnología disponible y habilitada a tal fin por la autoridad de aplicación, para aquellas personas, incluso menores de dieciocho (18) años que, aun no queriendo llevar adelante la inmediata consecución de un embarazo, por problemas de salud o por tratamientos médicos o intervenciones quirúrgicas puedan ver comprometidas su capacidad de procrear en el futuro». Cuánto cuesta el tratamiento El valor aproximado del tratamiento de vitrificación de óvulos en varios centros especializados en Buenos Aires arranca en $150.000 ¡¿SABÍAS QUE FUNDACIÓN REPRO TE AYUDA A PODER ACCEDER AL TRATAMIENTO?! Para lograr que cada vez más mujeres se informen y accedan a la posibilidad de vitrificar sus óvulos; lanzamos esta campaña. En convenio con  Halitus Instituto Médico te ofrecemos la posibilidad de vitrificar tus óvulos cubriendo hasta un 50% del procedimiento. ¡Abrazá tu Fertilidad! Informate sobre la Campaña   Fuente: Clarín

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Fertilidad y COVID19: herramientas para afrontar la espera de un tratamiento

Por Lic. Patricia Martinez, psicóloga, M.N. 24.411 especialista en familia, de Halitus Instituto Médico Las emociones que se ponen en juego a esta altura del confinamiento no son las mismas que al comienzo. Antes, el miedo, el pánico, la incertidumbre y la angustia dominaron la atmósfera emocional de todos. Conforme fueron pasando los días, “nos acomodamos” a esta nueva realidad, y pasó de ser “ciencia ficción” a ser algo cotidiano, que desgasta y agota. Pero también nos permite retomar nuestros viejos conflictos, quejas y sinsabores, que no amenazan nuestra vida pero que nos aquejan y generan malestar a diario. Entre las cosas que se recuperan, comienza a reinstalarse el deseo y la búsqueda del hijo, que quedó en pausa por la pandemia y la cuarentena. Para los que transitan el camino de la infertilidad, el estar “esperando” es un estado que les es familiar. Siempre esperan un resultado para planificar una acción y luego esperan el resultado de esa acción para planificar otra. A menudo escuché decir “me gusta más cuando me mandan a hacer ejercicios, dietas o tomar alguna medicación, porque solo esperar me parece que es perder el tiempo”. Quizás sea este el primer concepto que hay que rever, quizás el tiempo hay que transitarlo, que no es lo mismo que perderlo. La llegada de la pandemia obligó a muchas personas o parejas, a otra espera, que es la de poder hacer el tratamiento. Esta otra espera, no hace más que sumar sentimientos de incertidumbre y ansiedad. No solo en aquellos a los que los corre el reloj biológico. Porque al final, se pone en espera un deseo muy íntimo, que uno quiere lograr ya. Ahora bien, ¿cómo transitamos el tiempo sin que nos invada la sensación de pérdida o desesperación? ¿Cómo afrontamos este tiempo nuevo inaugural de la “espera de la espera”? Algunas sugerencias que van a poder ayudarnos: No idealizar, no suponer que hay soluciones mágicas para este momento. Seguir las indicaciones de sus médicos que siempre los acompañaron y aconsejaron. No generalizar, no hacer teorías generales a partir de algún caso en particular que escucharon. Suponer que un caso aislado es la realidad puede costar muy caro. Consulten, hoy más que nunca, con profesionales idóneos y recomendados. No aislarse a pesar de la cuarentena. El aislamiento aumenta las chances de ansiedad y angustia. Seguir en contacto. Si los grupos de pertenencia habituales están muy centrados en temáticas que incomodan, buscar otros. Existen muchos lugares que están dando apoyo virtual. No poner la vida en pausa. Ni por la pandemia, ni por la búsqueda de un hijo. Es importante sostener nuestra vida dentro de los límites normales. No abandonar la propia vida, tanto si el embarazo llega como si no. Más vale no haber puesto toda la vida en un proyecto que puede ser muy valioso, pero no tiene por qué ser el único Entender la importancia de esperar en este momento, para poder avanzar en el camino de la búsqueda de un hijo. Contra la psicosis que genera la pandemia, no se cerraron los caminos, ni se anularon los tratamientos de fertilidad. Solo esperamos para estar enteros, plenos y fortificados para acompañar cada búsqueda y cada desafío con el fervor de siempre. El fervor que anima cada búsqueda y cada encuentro con un hijo. “Esperar para poder esperarte”, puede ser un lindo mensaje para que alguien pueda darle a su hijo el día de mañana cuando le cuente la “prehistoria” de su llegada al mundo.  

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En pandemia, aumentaron un 60% las consultas para vitrificar óvulos

Los cambios socioculturales y los avances científicos muestran cómo se posterga la búsqueda de los hijos y el surgimiento de nuevos tipos de familia. Hay un fenómeno que se viene evidenciando desde hace algunos años, pero desde que se desató la pandemia atraviesa un boom. Se trata de la vitrificación de óvulos, que por razones personales, sociales o de otro tipo gana cada vez más adeptos en la Argentina. “Las consultas para vitrificar óvulos aumentaron desde que se presentó la pandemia en un 60%. El motivo es la incertidumbre que trajo la pandemia en cuanto al futuro, al trabajo, a lo económico, no sólo en aquellas mujeres que tienen el deseo en el futuro cercano, sino en aquellas que lo ven como una apuesta para más adelante, inclusive algunas que tienen pensado nunca tener hijos, ante la eventualidad de que pudieran cambiar de idea”, explicó el doctor Sergio Pasqualini, referente en medicina reproductiva y director científico del Instituto Médico Halitus. A lo largo de los años, los avances de la ciencia permitieron a muchas personas concretar su deseo de tener un hijo, pero en momentos en que la incertidumbre está presente muchos optan por postergar su concreción. De esta manera, la vitrificación es un gran avance tecnológico que implica la extracción de los óvulos de la mujer, los cuales luego se almacenan en un laboratorio y se conservan en nitrógeno líquido a -196 ºC. “La vitrificación de óvulos no afecta su calidad. Por lo tanto, si la evaluación previa de su reserva ovárica es aceptable, la mujer estaría en condiciones de hacerlo”, explicó Pasqualini, quien acaba de publicar el libro Nuevas Familias, donde junto al médico Agustín Pasqualini, recopilaron historias de aquellos que acudieron a la ciencia para cumplir el deseo de ser padres. De todas maneras, independientemente de la edad de la madre que consulta, destacan que es importante explorar cómo se encuentra la reserva ovárica, dado que hay casos en los que, por ejemplo, a los 35 años no califican para este procedimiento, mientras otras a los 40 sí. En esta línea, hay otro tema relacionado con la maternidad que en este siglo se escucha cada vez más: la gestación por sustitución. “No hay una ley que regule la gestación por sustitución, pero tampoco hay una ley que la prohíba. Al no haber ley, todo lo que no está prohibido está permitido. Nuestro programa de gestación por sustitución nació en el año 2011, y en el 2013 logramos que por primera vez la Justicia dictaminase que los padres que tuvieron la voluntad procreacional, no la madre gestante, es decir, la que llevó adelante el embarazo, fuesen declarados como los padres para la ley. Hasta ese momento para la ley argentina la madre era la que parió”, resaltó el médico. Por último, Pasqualini señala que desde Halitus registraron una curva ascendente en cuanto a las consultas por subrogación de vientre. Entre 2011 y 2021 recibieron un total de 671, de las cuales 154 se registraron en 2020; 459 casos son familias biparentales, 130 homoparentales, 82 monoparentales

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¿La pandemia provocó un descenso en la natalidad?

La tasa de natalidad en EEUU se redujo 4% en 2020 y es la más baja de la historia. La crisis sanitaria global aceleró la tendencia entre las mujeres estadounidenses de retrasar el embarazo. ¿Qué pasa en la Argentina y cuáles son las causas, según los especialistas? Cuando se evalúan y dimensionan los efectos a largo plazo que la pandemia por COVID-19 dejará en la humanidad, se piensa en lo netamente médico y psicológico referido a la salud de las personas. Ahora, un nuevo informe del gobierno estadounidense dejó ver que la tasa de natalidad disminuyó por sexto año consecutivo en 2020 en ese país, hecho que los especialistas analizan como una evidencia temprana de cómo la pandemia de coronavirus aceleró una tendencia entre las mujeres de ese país de retrasar el embarazo. Los nacimientos cayeron alrededor de un 8% en diciembre en comparación con el mismo mes del año anterior, según mostró un desglose mensual de los datos del gobierno, que reveló que diciembre tuvo la mayor caída y, durante todo el año, los nacimientos disminuyeron un 4%. Así, el año pasado hubo 3.605.201 nacimientos en los Estados Unidos, el número más bajo desde 1979. Además, las cifras evidencian que la tasa de natalidad, medida como la cantidad de bebés por cada mil mujeres de 15 a 44 años, cayó alrededor del 19% desde su pico reciente en 2007. La disminución de la tasa de natalidad es solo una parte del panorama demográfico cambiante de Estados Unidos. Combinado con una nivelación sustancial de la inmigración y el aumento de muertes, la población del país durante la última década se expandió al segundo ritmo más lento desde que el gobierno comenzó a contar en el siglo XVIII. La pandemia, que elevó la tasa de mortalidad y aumentó aún más la tasa de natalidad, parece haber profundizado esa tendencia, publicó The New York Times. Kenneth Johnson es demógrafo de la Universidad de New Hampshire y calculó que, junto con el aumento de las muertes, un 18% más que en 2019, la caída de los nacimientos está contribuyendo al envejecimiento de la población estadounidense: en un total de 25 estados había más muertes que nacimientos el año pasado, en comparación con cinco a fines de 2019. “La tasa de natalidad es la más baja que jamás haya existido”, dijo el experto, para quien “en algún momento la pregunta va a ser: las mujeres que retrasaron tener bebés, ¿alguna vez los van a tener? Si no lo hacen, es una muesca permanente en la estructura de nacimientos en Estados Unidos”. Los nacimientos tienden a descender después de las crisis económicas, ya que las mujeres posponen tener bebés debido a la incertidumbre con respecto al trabajo y los ingresos. La tasa de natalidad se redujo drásticamente a principios de la década de 1930, después de que una caída del mercado de valores precipitara la Gran Depresión. Pero repuntó unos años más tarde, una vez que la economía comenzó a recuperarse. Sin embargo, la reciente caída, que comenzó después de la Gran Recesión en 2008, continuó, a pesar de las mejoras en la economía. Este patrón inusual llevó a los demógrafos a preguntarse si está sucediendo algo más. “Es un gran cambio social en los Estados Unidos”, opinó Alison Gemmill, demógrafa de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins que estudia la fertilidad. “Un cambio gradual de la formación de la familia a edades posteriores”. En la Argentina, según indicaron a Infobae fuentes del Ministerio de Salud de la Nación, cartera a cargo de la publicación anual de esos indicadores, “la tasa de natalidad de 2020 todavía no está actualizada, debido a que siempre se cierra al año siguiente”. Sin embargo, algunas cifras dejan ver que la tendencia sería similar a la evidenciada en los EEUU. El médico obstetra y director de la Maternidad Ramón Sardá Eduardo Valenti (MN 48.574) informó que “en la ciudad de Buenos Aires, hubo en 2020 una disminución de la natalidad del 18% en relación a 2019”. “Un relevamiento de las 12 maternidades públicas de CABA arrojó que nacieron el año pasado 16.997 niños, y en general un número similar ocurre en el ámbito privado”, aseguró a este medio el profesor titular de Obstetricia de la Facultad de Medicina de la UBA. En el ámbito porteño, según Valenti, la tasa de natalidad “fue disminuyendo desde 2016 como en todas las grandes ciudades”. Puntualmente en los últimos dos años había bajado un 15% en 2019 y lo hizo tres puntos porcentuales más durante el primer año de pandemia. La causa, para él, es que “los programas de planificación familiar dieron sus frutos y empoderaron a las mujeres para tener más conciencia de sus embarazos”. Y en lo que respecta a 2020 reconoció que esperaban en los meses de diciembre, enero y febrero “una lluvia de partos producto de los primeros meses de cuarentena y eso no ocurrió”. En su interpretación, el fenómeno tiene que ver con que “la gente al estar más en sus casas tuvo más relaciones sexuales, lo que se evidencia en que nunca se suspendió la provisión de anticonceptivos y preservativos en los hospitales ni los médicos dejaron de recetarlos, ya sea de manera presencial o virtual, pero evidentemente se cuidaron con más planificacion”. Valenti contó que en la Maternidad Sardá ocurrió un hecho inédito y es que fue el único hospital materno infantil de la ciudad donde aumentaron los partos en 2020. “Tuvimos un 3% más de nacimientos respecto a 2019 y creemos que es porque el sistema de salud se vio colapsado por casos de COVID-19 y con todo asidero las mujeres que no querían ir a los hospitales y se dirigieron a la Sardá, donde teníamos muy pocas internaciones por esa patología”, analizó, al tiempo que consideró que allí las futuras madres “se sienten más protegidas”. Por su parte, el centro de medicina reproductiva IVI Buenos Aires, durante 2020 vio reducida en un 49% la demanda de los tratamientos de reproducción asistida.

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Pandemia y donación de óvulos: ¿cuáles son mis opciones para acelerar tiempos?

Entre todas las modificaciones que trajo la pandemia que impactan directo en la vida de las personas, la reproducción asistida no fue la excepción. Para la ovodonación en particular la disponibilidad de donantes se complicó. Previo a la pandemia, el tiempo de demora desde el ingreso al programar hasta el tratamiento, era de 3 meses. Pero ahora es incierto: en primer lugar, porque el año pasado se suspendieron hasta octubre los tratamientos, y eso produjo la acumulación de pacientes en lista de espera.  En segundo lugar, cuando se reiniciaron se los hizo a un ritmo menor por la necesidad de mantener estrictos protocolos. Por último, algunas mujeres prefirieron esperar para donar, y en algunos casos la sugerencia fue nuestra, si la persona vivía en un contexto de mayor exposición. En este contexto, los tiempos se alargan y se acortan, con esperas que pueden llegar a más de 6 meses. Por eso, se presenta la opción de recurrir a bancos de óvulos ¿conviene? La donación de óvulos involucra el manejo y el tratamiento de dos pacientes: la donante y la receptora. Su éxito va a depender de una serie de factores como: la edad de la donante, la calidad de los óvulos, la respuesta a la estimulación ovárica de la donante y la receptividad del endometrio de la receptora. Los tratamientos con donación de óvulos difieren de los realizados con óvulos propios en que las donantes son mujeres jóvenes sin problemas de fertilidad y que los potenciales efectos contraproducentes que la estimulación ovárica puede producir sobre el endometrio no se presentan, dado que la transferencia se lleva a cabo en el útero de la receptora, preparado de una manera diferente. En la actualidad, los tratamientos con óvulos donados son un porcentaje importante de los tratamientos realizados, dado que las mujeres buscan embarazo a una edad más tardía, y se da tanto en aquellas que buscan su primer hijo, como en otras que, para tener otros hijos, se encuentran en la necesidad de recurrir a la donación. Los bancos de óvulos Con el advenimiento de la vitrificación, que mejoró de manera notable los resultados de la criopreservación, empezaron a surgir los bancos de óvulos.  Esto permitió realizar tratamientos sin necesidad de la sincronización, ni del tiempo que conlleva hacerlo en fresco, dada la lista de espera de las pacientes. Tiempo variable según la disponibilidad de donantes y de pacientes en espera.  Previo a la pandemia, la demora para realizar el tratamiento era de no más de tres meses, ahora es un poco más incierto por los meses en los que el programa estuvo suspendido, pero ya se trabaja en acelerar los tiempos. Los bancos de óvulos, dependiendo de donde sean, permiten tener más información de las donantes, ya sea sobre su persona, su genética, sobre el lugar de origen, incluso se pueden ver catálogos con fotos. En Argentina, si bien se tiene información, suele verse limitada porque es anónima. Entonces se trabaja tomando en cuenta la raza y las características físicas de la donante y de la receptora como para que coincidan. También, hecho no menor en estos momentos, permite acortar los tiempos, dado que en cuanto se reciben los óvulos del Banco se puede proceder a realizar el tratamiento, sin necesidad de tiempo de espera. Tratamiento con óvulos en fresco Es posible que los óvulos en fresco tengan mejores tasas de embarazo que los de banco. Pero también, cuando se sincronizan los ciclos de la donante y receptora, puede pasar que la respuesta a la estimulación de la donante no sea satisfactoria, o por algún otro motivo, se tenga que cancelar el ciclo, cosa más engorrosa aun cuando se trata de pacientes que viajaron del interior del país o del extranjero para realizar el tratamiento. Esto no ocurre cuando se lleva a cabo el tratamiento con óvulos de banco. Las donantes Las donantes de óvulos son parte fundamental y son las que posibilitan que muchas personas, que necesitan recurrir a ellas, puedan formar una familia con hijos. Surgen por recomendación de mujeres que ya lo hicieron, de boca en boca, y de campañas llevadas a cabo en las redes sociales. Para formar parte del programa de donantes deben reunir una serie de condiciones. Y, si bien reciben una compensación por las molestias generadas y el lucro cesante, en general la motivación se relaciona TAMBIEN con las ganas de ayudar al prójimo. Óvulos en fresco vs de banco Los bancos de óvulos existen y son una buena alternativa, sobre todo en tiempos de pandemia, siempre que las tasas de éxito que se tengan con determinado banco sean similares a los resultados logrados cuando se realizan los tratamientos con óvulos en fresco. El inconveniente radica en que es mayor su costo, y algunos financiadores no cubren el banco. Por su parte, los óvulos en fresco, si bien conllevan una mayor demora, incluso más ahora por la pandemia, no suele ser tan grave como cuando se está intentando lograr el embarazo con óvulos propios y se tiene una baja reserva ovárica, ahí sí, el paso de los meses puede complicar las posibilidades de éxito. En la espera para realizar el tratamiento de ovodonación es cuestión de manejar la ansiedad, sentirse y estar acompañados, saber que el tratamiento va a llegar y saber que existen buenas chances de lograr el embarazo. Tener toda la información es la base para tomar decisiones.

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Pandemia: ¿conviene plantearse metas de corto plazo para evitar frustraciones?

En un 2021 que se plantea a priori no muy diferente al 2020 en lo referido a la situación sanitaria, planificar y plantearse objetivos parece difícil. ¿Cómo generar estímulos cuando las dudas son más que las certezas? La opinión de cuatro expertas en Psicología El año pasado fue sin dudas, uno de los años más traumáticos de la historia contemporánea, que quedará para siempre en la memoria colectiva. Una pandemia irrumpió de manera inesperada en nuestras vidas, dejando inconclusos muchos de los objetivos que más de uno se propuso el primer minuto de 2020 al levantar la copa. En pausa quedaron viajes, bodas, fiestas de egresados, mudanzas, proyectos, la vida… Con más certezas, pero todavía muchas dudas, comenzó un nuevo año y es inevitable renovar las esperanzas. Casi que viene impresa en el ADN humano esa necesidad de creer que algo superador está por venir y que la página por escribirse será mejor que la que quedó atrás. “Despedimos un año épico, que nos convocó a una sensación unánime de pérdida”. Para la licenciada en Psicología Luján Rossetto (MN 45356) “al margen de que para muchas personas hayan existido oportunidades y grandes aprendizajes, el dolor que todo esto implicó de manera colectiva es innegable”. En ese contexto, “se percibe, se intuye que lo que viene probablemente al menos en el corto plazo no va a ser muy diferente en cuanto que se sabe que todavía falta que se sigan desarrollando estrategias médicas, políticas, sociales y económicas para poder seguir abordando la pandemia y sus consecuencias”, consideró la especialista, para quien “algo muy importante es registrar que el primer impacto, y todo lo que tiene que ver con lo traumático -que está relacionado con todo lo que irrumpe y sucede de un momento para otro- ya sucedió, con lo cual como se dice en la jerga popular ‘el primer porrazo es el que más duele’, por lo que el backup de lo vivido y aprendido y con las innumerables estrategias que fuimos asimilando algo de todo esto va a hacer que lo que se tenga que transitar sea no menos doloroso o agotador, pero al menos impactante que no es poco”. En ese sentido, la licenciada y doctora en Psicología María Gabriela Goldstein (MN 25680) señaló que “cada fin de año lleva implícita la promesa de algo nuevo y mejor para el año nuevo; es una marca de fuerte significación simbólica: el final de una etapa, y el inicio de otra, proponerse metas, tanto para cumplir, como para dejar atrás, y más aún en el final de una año tan inimaginable como este”. “El nuevo año es un año también marcado por la pandemia, por esta razón habrá momentos de salida de la crisis y momentos de vuelta a situaciones anteriores. Quizás sea más saludable y menos estresante plantearse objetivos o metas asumiendo la posibilidad de modificarlas en el devenir del año acorde a lo que vaya pasando en el contexto en el cual vivimos”, destacó a su turno la licenciada en Psicología Patricia Martínez (MN 24411), quien hizo hincapié en que “probablemente en el mundo actual y en el contexto en el cual toca vivir la mejor manera de cumplir las metas que nos proponemos, es tratar de ajustar esas metas a nuestra realidad y posibilidades”. Mariam Holmes es doctora en Psicología, especialista en clínica, docencia e Investigación en Psicoterapia orientada en Mindfulness (MP 20463) sostuvo que “para encarar el nuevo año y la vida en general se necesitan fundamentalmente tres cosas: intención, atención y actitud. Las investigaciones en el área de las neurociencias contemplativas, que entre otros aportes se nutre de los beneficios del Mindfulness, recogen un enorme caudal de evidencia científica acerca de la importancia de estos tres elementos y del modo en que impactan en la vida de las personas”. Intención “Intención, tomando conciencia de nosotros mismos, de nuestros proyectos e invitándonos deliberadamente una y otra vez a ser conscientes de esas metas y esos valores que queramos encarnar en acciones concretas, conscientes de que implicarán desplegar un movimiento intencional, significa que lo que nos propongamos no va a ocurrir espontáneamente, sino que requerirá de un esfuerzo consciente. Por otro lado, prestar atención, tomando registro de nuestros pensamientos, emociones, sensaciones físicas y de nuestras circunstancias. Registrar los pensamientos nos ayudará a identificar todos aquellos diálogos internos en los que muchas veces nos decimos que no podremos lograr lo que nos proponemos, que no somos capaces o lo suficientemente buenos, para darnos cuenta de que están allí, verlos con claridad y dejarlos ir, sin identificarnos con ellos”. Atención Y tras destacar que “prestar atención a las emociones permitirá aprender a identificar las señales que brindan como una brújula acerca del camino que se va tomando”, la coordinadora del Departamento de Investigación Sociedad Mindfulness y Salud, docente e investigadora de la Universidad del Salvador y la Universidad de San Martín agregó: “Atender a nuestro cuerpo es vital para poder registrar sus necesidades y desplegar hábitos de autocuidado y por último prestar atención lo que nos rodea, nos permitirá conectar de un mejor modo con los demás para nutrir nuestros vínculos, así como también poder percibir con mayor claridad las oportunidades que nos da la vida, las que muchas veces no somos capaces de identificar cuando vamos en piloto automático. Y por último -y este punto es muy importante- nos hará falta actitud, referida al modo en que nos vinculamos con todo aquello que ocurra en nuestra vida”. Actitud Holmes puntualizó que “hay un conjunto de siete actitudes y cualidades que serán nuestras aliadas: el no juzgar las cosas como positivas o negativas, la aceptación de lo que sea que esté ocurriendo en nuestra vida, el dejar ir aprendiendo a no apegarnos a situaciones, vínculos, estados emocionales etc, tener paciencia y no forzar, mantener una mente de principiante que nos permite mirar lo cotidiano con mucha curiosidad y por último tener confianza, mucha confianza en la vida y en nosotros mismos”. Para Goldstein, quien es la flamante presidente de

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Contextos adversos: poner el cuerpo en movimiento por Luana Hervier

Por Luana Hervier, Profesora Internacional de Yoga. Terapeuta en Liberación Emocional y Dr. Sergio Pasqualini, presidente de Fundación Repro. En contextos adversos, como lo es el confinamiento por la pandemia, o como es, en el caso que nos convoca, la infertilidad, tanto la actividad física como el yoga y la meditación juegan un rol fundamental para el mejor funcionamiento del cuerpo y la mente. Las personas cuando están en la búsqueda de un hijo, se benefician de la actividad física porque fortalecen su cuerpo sintiéndose más seguros dentro de él, mientras, atraviesan diferentes grados de estrés y ansiedad. Pueden pasar de visualizar todo lo bueno a tener miedo de todo lo malo, entonces lo lindo es que la práctica del Yoga y de la meditación le darán herramientas para discernir y dejar pasar los pensamientos malos. Así, logra anclarse en su visión, en su deseo, en el amor y en la confianza en los médicos. Gracias a la práctica, las personas puedan elegir donde anclarse con la habilidad y las herramientas para permitir que el resto de los pensamientos y los miedos puedan “pasar de largo”. Por otra parte, estas actividades, al segregar endorfinas, adrenalina, y otras hormonas relacionadas con el bienestar, logran que las personas que buscan un hijo se sientan más seguras en su cuerpo y más confiados. Le eleva la autoestima, cómo se ve y cómo se siente. Porque a veces uno queda a la deriva de todo el tratamiento, y la actividad física te lleva justo a los centros energéticos, que hace que se sienta estable en la tierra. Por eso recomendamos mucho trabajar con la fuerza del tren inferior y a su vez mantener la visión del 6to chakra, cuya función es poder ver con mayor claridad. El cuerpo es movimiento. Con el movimiento el cuerpo y la mente dan su mejor versión. La actividad física activa la circulación de la sangre, la que nutre a los tejidos. Los distintos órganos funcionan mejor, dentro de ellos el sistema reproductor. Por eso insistimos tanto en la importancia del enfoque integral de las personas que se encuentran en la búsqueda de un embarazo. Realizar actividad física nos permite sentirnos fuertes, saludables y confiar en nuestro cuerpo físico. Mientras que tanto el Yoga como la meditación ofrecen fortaleza del espíritu, fortaleza de la mente y devuelve la fe y la esperanza, tan necesaria en momentos inestables. El apoyo es interno, y ahí es donde hay que trabajar.

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Incertidumbre reproductiva en pandemia

¿Me puedo embarazar? ¿Es seguro buscar un hijo en medio de la pandemia? ¿Qué consecuencias puede traer para el bebé? ¿Qué cosas debo tener en cuenta? La pandemia genera una incertidumbre como pocas veces experimentamos. La poca (o mucha) información que se tiene del coronavirus es muy nueva, y no da tiempo a tener certezas que ofrezcan cierta tranquilidad. En ese marco, la salud reproductiva no escapa de estas cuestiones. A muchas personas, la pandemia las encontró planificando una familia, y ahora no tienen muy claro cómo seguir. Algunas respuestas: ¿Puedo embarazarme? La realidad es que dependerá del contexto de cada uno. No es lo mismo si es natural, que si ya existían problemas para lograrlo. Si bien, la incertidumbre económica y laboral puede no ayudar en esa búsqueda, también es cierto que la cuarentena al ser un tiempo de mayor convivencia abre posibilidades de tener una mejor actividad sexual. Si las condiciones económicas, psicológicas y sociales están dadas, no existen, al momento, razones médicas para evitar buscar el embarazo. ¿Qué consecuencias de salud tendrá el bebé? Lo que sabemos al día de hoy es que el COVID 19 no es teratogénico, es decir, no produce malformaciones como, por ejemplo, el virus del ZIKA. Por lo tanto, no deberían existir mayores riesgos para el feto. Seguramente, como con cualquier virus, los efectos podrían ser distintos según en qué momento del embarazo se contraiga. Algunas investigaciones sugieren que las mujeres embarazadas que contraen el virus también tienen más probabiidad de tener un parto prematuro y una cesárea, y que es más probable que sus bebés necesiten ser internados en la unidad neonatal. ¿Pueden mis óvulos estar afectados si estoy enferma? ¿Pueden trasmitírselo a mi bebé?  Se cree que no, y para entenderlo hay que explicar cómo se da la concepción. Cada mes en el momento de la ovulación, la mujer ovula en forma natural – en general- un solo óvulo. Si las condiciones están y la pareja mantuvo relaciones sexuales, los espermatozoides se van a adherir a la capa externa del óvulo, llamada zona pelúcida, y uno solo va a poder penetrarlo. En ese momento, el óvulo cierra sus compuertas para no dejar penetrar a ningún otro. Es decir que tiene mecanismos para ser fertilizado, pero, además, falta de receptores que impiden que sea infectado por otras partículas, como pueden ser los virus. ¿Y el esperma?  En realidad, ni óvulos ni espermatozoides serían portadores. Un ejemplo de esto nos lo ofrece otra pandemia, la del HIV. En el caso de los hombres, cuando está infectado y quiere ser padre, se recurre a la técnica del lavado de semen – porque el virus puede estar en el líquido seminal pero no en el espermatozoide. Una vez procesada la muestra se utilizan esos espermatozoides para realizar una inseminación intrauterina o una in vitro. De esa manera, se evita el contagio. Lo mismo con la donación de óvulos, al no tener receptores, el óvulo no será infectado por el virus. De nuevo, en el caso de HIV nunca se observó trasmisión en los tratamientos de fertilización in vitro con óvulos donados.  Si bien, los protocolos son exhaustivos, y las donantes son testeadas para descartar el virus, alguna pudo estar en el periodo de ventana – que va desde el contagio hasta que se detecta la presencia en los análisis o en su defecto con la aparición de los primeros síntomas- al momento de realizar la punción folicular para obtener los óvulos. De todas formas, si hay sospecha de tener Covid 19, la sugerencia es posponer la búsqueda del embarazo. ¿Si estoy buscando embarazo me puedo aplicar la vacuna? Si tenés la posibilidad de vacunarte y no tenes otra contraindicación para recibir la vacuna no hay que dejar de hacerlo. Lo ideal sería empezar a buscar el embarazo o realizar la transferencia embrionaria en el caso de las personas que están realizando un tratamiento de fertilización asistida; una vez transcurridos los 15 días de la segunda dosis. Aunque esto no sería imprescindible.  ¿Si estoy embarazada me puedo aplicar la vacuna? No se recomienda aplicar la vacuna contra el SARS-CoV-2 en mujeres embarazadas o en período de lactancia que no tienen riesgo de exposición o pueden prevenir el contagio. Pueden optar por vacunarse aquellas embarazadas, mujeres en período de lactancia, que además: Presenten un riesgo de exposición alto a la infección por SARS-CoV-2, y que el mismo no pueda evitarse por ejemplo personal de salud, personal estratégico, personal docente… Para resumir, algunas certidumbres en medio de la incertidumbre: no hay contraindicación para embarazarse, tanto sea de manera natural como por tratamiento de reproducción asistida. hay que tratar de asegurarse que no haya infección al momento de lograr el embarazo y tratar de no contagiarse durante su transcurso, por los riesgos que implica para la salud de la futura madre en caso de intentar lograr el embarazo por medio de algún tratamiento y no presente síntomas de la infección al momento de realizarlo, descartar, si es factible, la presencia del virus por medio de análisis a la paciente mantenerse en contacto continuo con su médico de cabecera durante la búsqueda, porque las actualizaciones de la información científica son constantes.  

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