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Ser padres y portadores de HIV

Desde el inicio de la epidemia se produjeron profundos cambios en relación al cuidado de los pacientes VIH, siendo aspectos fundamentales el diagnóstico precoz y la implementación del tratamiento antirretroviral. Todo paciente que desea embarazo, ya sea hombre o mujer debe contar con carga viral en sangre negativa y deben tratarse las infecciones concomitantes del tracto genital inferior que pueden aumentar el riesgo de contagio. La sangre y el semen son compartimientos diferentes. Se han reportado casos en los que la carga viral en sangre es negativa pero no en el semen. Cuando el varón es el infectado por HIV se recomienda un procesamiento especial del semen que consiste en un lavado y posterior carga viral para trabajar con una muestra segura y minimizar al máximo los riesgos de contagio Cuando la mujer es positiva y con carga viral negativa, puede realizar tratamientos de alta o baja complejidad sin ningún tipo de procesamiento especial del semen. Cuando ambos son positivos, para evitar la infección por serotipos diferentes de HIV, deben procesarse igual la muestra de semen. Actualmente los infectólogos sostienen el concepto de que los pacientes con carga viral negativa no transmiten la infección por HIV, por lo cual muchos pacientes buscan embarazo con relaciones sexuales. Debido a ello ha disminuido considerablemente el número de pacientes infectados que se acercan a realizar tratamientos de fertilidad, llegando solo a los centros aquellos que no han logrado embarazarse con relaciones sexuales. Dado que aun las sociedades de reproducción americana, europea y argentina continúan recomendado el procesamiento especial del semen, y hasta que no sugieran lo contrario, se continuará realizando el procesamiento especial de lavado y carga viral en semen para minimizar los riesgos de contagio. La buena noticia es que la expectativa de vida de los pacientes infectados gracias al avance de la terapia antirretroviral es excelente y cada vez son más los pacientes que han dejado de pensar en la sobrevida a la infección para dar paso a su deseo reproductivo de formar una familia. Dra. Carolita Tomatis Especialista en Medicina Reproductiva

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HIV y fertilidad: los avances de la ciencia al servicio de la salud

En relación al deseo reproductivo de las personas infectadas, la ciencia avanzó mucho para lograr hijos sanos. Al respecto opìnó para Télam la Dra. Carolina Tomatis En relación al deseo reproductivo de las personas infectadas, la ciencia avanzó mucho para lograr hijos sanos. ¿Cuáles son las posibilidades y qué se espera para el futuro? Lo más nuevo son las relaciones sexuales, previo empleo de una droga profiláctica pre exposición llamada Truvada (Tenofovir/emtricitabina) que previene el contagio en un 90% – en 2014 el CDC (Center of Disease Control) lo aprobó. Este tratamiento consiste en la toma diaria de ésta medicación y la práctica de relaciones sexuales sin protección (preservativo) en el momento fértil del ciclo femenino. En este caso, es muy importante la adherencia al tratamiento – no pueden dejar de tomar la medicación- y un estricto control mediante cargas virales frecuentes y testeo para otras enfermedades de transmisión sexual que pueden aumentar la susceptibilidad a la infección. Como depende mucho del paciente y la toma de esa medicación, todavía no existe una alta demanda de este procedimiento, y en Argentina siguen acudiendo a los centros de fertilidad. En estas instituciones en los casos de hombre infectado trabajamos con procesamientos especiales de la muestra de semen que la vuelven segura para no transmitir la infección. Consiste en separar los espermatozoides del líquido seminal y determinar entonces la carga viral. El riesgo de transmisión con esta técnica es de un 0,0002%, es decir queda eliminando cualquier posibilidad de transmisión Cuando el miembro de la pareja con serología positiva es el varón, a pesar de tener carga viral indetectable en sangre, se estima que un 3 a 8% pueden tener carga viral positiva para HIV en semen. Por eso, para evitar el mínimo riesgo de contagio, se realiza inseminación intrauterina o alta complejidad por in vitro este procesamiento especial del semen que implica un lavado y posterior carga viral negativa para virus HIV. Si la infectada es la mujer, puede realizar autoinseminación con el semen de su pareja o eventualmente, si lo requiere, in vitro. En el caso de que ambos miembros estuvieran infectados, se sugiere igualmente el lavado de semen para evitar la sobreinfección por otro serotipo del HIV. A medida que los nuevos tratamientos alcancen a toda la población y exista mayor experiencia en la seguridad de las parejas infectadas que buscan hijos, para evitar la transmisión, tenemos esperanzas en que las nuevas recomendaciones tendrán mejor aceptación por los pacientes y médicos. El trabajo en equipo: infectólogo, especialista en fertilidad y paciente, es de suma importancia para lograr los mejores resultados. (*) Coordinadora del programa de VIH e infertilidad de Halitus Instituto Médico.   Fuente: Telam    

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