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Del home office al home in vitro: cómo la pandemia potenció los tratamientos de fertilización en el hogar

Si bien es una práctica que ya existía, con la pandemia aumentaron los tratamientos en casa. Especialistas consultados por Infobae aseguraron que se gana más tiempo y menos estrés Hacerlo en casa. Seguramente, esta frase, que se asemeja quizás a un slogan de TV, la recordaremos en unos años con asombro por -precisamente-, la cantidad de cosas que hicimos en nuestro hogar mientras vivimos en pandemia. Ya lo dijo recientemente Pilar Sordo a Infobae: “La casa se convirtió en un potente símbolo de este tiempo”. Lo cierto es que, aún con el coronavirus delante, la vida siguió su curso para muchos. En este nuevo universo, se replantearon todo tipo de situaciones en materia de psicología y vínculos: desde las relaciones de pareja, pasando por la familia, hasta la propia procreación. Es aquí donde, muchas parejas que tienen problemas para tener hijos, siguieron recurriendo a los tratamientos de fertilización in vitro, una cuestión que antes quedaba solo supeditada al consultorio. “La gente no puede viajar y tiene más tiempo para estar en casa y pensar en lo que quiere hacer. Muchas veces se despierta el deseo de ser padres”, dijo a Infobae Marisa Geller, ginecóloga especialista en fertilidad, directora médica de In Vitro Buenos Aires. Son varios los especialista que vienen alertando sobre que los productos químicos están cada vez más presentes en nuestra vida cotidiana y ellos pueden ser responsables de una crisis de fertilidad en la especie humana. De acuerdo con la médica ambiental Shanna Swan, advirtió recientemente que en pocos años podríamos estar viendo una reducción considerable de los embarazos naturales. Swan es profesora de medicina ambiental y salud pública de la escuela de medicina Mout Sinai en Nueva York y estudia las tendencias de fertilidad en las personas. Hace unos cuatro años documentó cómo el recuento promedio de los espermatozoides entre los hombres occidentales se ha reducido a menos de la mitad en los últimos años. En su nuevo libro, Count Down, aborda estas temáticas y pone la lupa sobre los químicos presentes en los plásticos y demás productos de consumo humano, un factor fundamental para entender por qué nuestra especie está bajando considerablemente sus niveles de fertilidad. Lo cierto que, al igual que el tan mentado “home office”, esa nueva rutina laboral que algunas empresas han adoptado para sus empelados, los tratamientos de fertilización tienen como nunca antes, un primer correlato que se da en el hogar. “El sistema de “FIV en casa” surge como una sugerencia de las pacientes en este contexto de pandemia, donde las personas se han acostumbrado a movilizarse lo menos posible de su casa como medida de seguridad y se han adaptado a la virtualidad. Asimismo también por una cuestión de comodidad ya que muchas de las pacientes realizan home office y de esta manera pueden continuar con sus actividades sin perder tiempo. Por otro lado, contribuye a disminuir la circulación de gente y también una menor circulación de pacientes en la institución alineado con la política de extremar los cuidados”, indicó a Infobae Gastón Rey Valzacchi, director y presidente de Grupo Procrearte, médico andrólogo, especializado en medicina reproductiva. Pero, ¿de que trata el tratamiento de fertilización en casa? ¿Hasta que etapa se puede realizar? ¿Es conveniente? Básicamente, esta práctica consiste en que las pacientes puedan realizar en sus casas la mayor parte del tratamiento. “La FIV tiene una primera etapa que consiste en la estimulación de la ovulación que dura aproximadamente unos 10 días, donde la paciente debe aplicarse diariamente medicación y debe realizar controles ecográficos que van mostrando la respuesta que va teniendo. Habitualmente para todo esto las pacientes debían concurrir a la institución. El programa FIV en casa consiste en realizar toda esta etapa sin necesidad de movilizarse de su hogar, para ello utiliza medicación que se puede autoadministrar y que se envía a la casa y personal de la institución concurre al domicilio para realizar los controles ecográficos”, explicó Rey Valzacchi. Y agregó: “De esta manera la paciente solo debe movilizarse para realizar específicamente la captura ovocitaria y la transferencia embrionaria. Estos momentos evidentemente deben realizarse en un quirófano por lo que no es factible modificarlo. El sistema se centra en hacer mucho más amigable el tratamiento, que es lo que se ha buscado en los tratamientos de reproducción asistida en los últimos años”. Tanto la aspiración folicular y la transferencia, obviamente son en la clínica. Ya que se requiere del laboratorio de Fecundación in vitro y el quirófano de baja complejidad para realizar ambos procedimientos. Fernando Neuspiller, tocoginecólogo y especialista en reproducción asistida, director del centro de salud IVI Buenos Aires, explicó respecto a la estimulación ovárica que “el único requisito es que quien realice las ecografías tenga una noción precisa de como es una estimulación de la ovulación, lo que esperamos de ella y saber a la perfección cómo realizar monitoreos de la ovulación”. Neuspiller coincidió en que el objetivo de realizar este tipo de seguimiento, tanto de las consultas como el seguimiento ecográfico a distancia, es ayudar a los pacientes desde un inicio para evitar el traslado sobre todo de aquellos pacientes del interior y del exterior. “Hay que recordar también que al ser una clínica global, aproximadamente el 10% de nuestros pacientes no están en Argentina al momento de iniciar su tratamiento o por el contrario se encuentran en Argentina para iniciar y por ejemplo terminarlo en Madrid, Valencia o New Jersey. La idea es disminuir el estrés y hacer los tratamientos lo más amigable posibles”, dijo Neuspiller a Infobae. Sergio Pasqualini, director y Presidente de Fundacion REPRO, el centro de fertilidad por el que ya pasaron más de 170.000 pacientes, testigo a su vez de más de 25.000 nacimientos, 8000 de los cuales fueron por AC, es un convencido de que se fue aprendiendo con los cambios obligados por la pandemia. “Se fueron haciendo los tratamientos de fertilización in vitro mas amigables para las pacientes”, expresó a Infobae. Y graficó: “Pasamos de inyecciones diarias aplicadas por vía intramuscular, a inyecciones mas

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Cómo se elige la donante y otras cinco dudas frecuentes sobre la ovodonación

Los avances en medicina reproductiva hoy permiten el acceso a técnicas que revolucionaron la especialidad. La globalización hace posible contactar a personas y pacientes de todo el mundo que pueden ayudar a otros a cumplir el sueño de ser padres. La globalización fue un gran aliado de la medicina reproductiva. En primer lugar, porque permitió acceder y participar en las investigaciones y técnicas que revolucionaron la especialidad. En segundo, porque permite contactar a personas y pacientes del mundo entero que pueden ayudar a otros a cumplir el sueño de ser padres. «El ejemplo más común suele ser el útero subrogado, técnica en la que muchos pacientes deciden fuera del país la portadora. Sin embargo, se manifiesta cada vez más en otra práctica muy utilizada: la donación de gametos o también conocida como ovodonación». Sergio Pasqualini, destacó que en la Argentina «donar óvulos es un acto voluntario y anónimo. Pero, sobre todo es un acto de amor. Es dar la oportunidad para que personas con el fuerte deseo de ser padres, puedan lograrlo». El especialista en fertilidad respondió las preguntas más frecuentes en torno a la práctica. ¿Qué es la ovodonación? Es una técnica de fertilización asistida de alta complejidad (FIV/ICSI) que utiliza óvulos de una mujer donante para ser fertilizados por los espermatozoides de la pareja o de banco de semen, según sea el caso. En este proceso, los óvulos donados son fertilizados con los espermatozoides de la pareja o de banco de semen, para lograr el embrión que será transferido al útero de la mujer que va a llevar adelante el embarazo. ¿Cuándo se recurre a ella? Se indica cuando la mujer no puede producir óvulos propios que le permitan lograr el embarazo: falla ovárica precoz, edad materna avanzada, incapacidad de producir óvulos aptos para procedimientos FIV/ICSI, y algunos trastornos genéticos; así como también en casos de hombres solos y de parejas homosexuales que deseen tener un hijo, por medio de la subrogación de vientre. ¿Cómo se buscan las donantes? En general, los centros de fertilidad tienen un programa de donación de óvulos que buscan donantes por distintas vías. También existe la opción de realizar estos tratamientos con óvulos vitrificados traídos del exterior, en el marco de convenios con diferentes bancos de gametas. ¿Cómo se selecciona y estudia a la donante? La mujer que dona para nuestro programa tiene no más de 32 años, en general menos de 30. Se le realiza una primera entrevista informativa donde se evalúa si reúne las condiciones generales para ser donante. Se confecciona la historia clínica, para la que se analizan sus antecedentes tanto personales como familiares. Pasada esta primera entrevista, se le realiza un control clínico y ginecológico, se hace una consulta con nuestra psicóloga así como con nuestra genetista, quien realiza el árbol genealógico para descartar sospecha de patología de origen genético. Además, se efectúan estudios de sangre de rutina, hormonal, infectológico y estudios genéticos de los cromosomas para descartar ser portador de alguna de las mutaciones de la fibrosis quística. La potencial donante tiene que pasar por todos estos pasos para luego ingresar al programa de donación de óvulos. Últimamente, se suma la posibilidad de estudiar en la donante, de forma optativa, la presencia de mutaciones recesivas (genes alterados), ya que si la pareja llegase a tener el mismo gen mutado podría dar origen a un hijo con la enfermedad y no ser simplemente un portador. ¿Cómo se elige a la donante? La donante se selecciona por sus características físicas; en general, buscando las similares a las de la receptora. Se toma en cuenta el grupo étnico, contextura física, peso y altura, color de piel, de cabello y el de los ojos. En la Argentina, así como en otros países, la donación de óvulos es anónima, ofreciendo en algunos centros del exterior un sistema de reconocimiento facial para buscar entre las donantes a la que más se parece a la receptora. En países donde no rige el anonimato la selección la hace la propia paciente receptora ingresando al catálogo donde van a encontrar fotos y demás características para poder seleccionar su donante. ¿Óvulos frescos u óvulos vitrificados? Generalmente, los tratamientos se realizan con óvulos en fresco, sincronizando los ciclos de la donante con los de las receptoras. A las donantes se les estimulan los ovarios para obtener los óvulos, y a las receptoras se les indica estrógenos y progesterona para preparar al endometrio para recepcionar al embrión. Es por eso que no importa si la receptora tiene menstruaciones o no, si funcionan sus ovarios o no, si tiene ovarios o no. Lo importante es que tenga un útero normal y la capacidad de llevar adelante el embarazo. El tratamiento con óvulos criopreservados evita tener todo preparado para realizar un tratamiento con óvulos en fresco, que la donante por algún motivo en ese ciclo no responda satisfactoriamente a la estimulación ovárica realizada, o que produzca óvulos de mala calidad y se tenga que cancelar el ciclo. Además, se evita el tiempo de demora para realizar el tratamiento, que varía dependiendo de la cantidad de pacientes en espera para realizarlo (cuando se efectúa con óvulos en fresco). «La salud debe entenderse como un todo. Por eso, es fundamental trabajar de manera integral con foco en el cuerpo y también en la mente. Existen múltiples caminos para la concepción», finalizó.

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Por qué en primavera aumentan las probabilidades de concebir un bebé

¿Soy más fértil en primavera? Con la llegada de la primavera, no solo empiezan las alergias, sino también empiezan a alargarse los días, empezamos a disfrutar de más horas de luz, nos apetece pasar más tiempo fuera de casa, hacer planes con la pareja, amigos… en definitiva, empezamos a cambiar nuestros hábitos invernales y comenzamos a disfrutar de esta época del año. La primavera además tiene otras ventajas a parte de ponernos de buen humor, y es que también puede llegar a favorecer la fertilidad tanto en hombres como mujeres. La luz solar favorece la fertilidad Cuando empieza la primavera, nos apetece pasar más tiempo fuera de casa por lo tanto nos exponemos mucho más al sol, y como consecuencia nuestro cuerpo absorbe más Vitamina D y mejora sus niveles. Según un estudio presentado en el Congreso Mundial de Fertilidad y Esterilización de Munich, en Alemania, la Vitamina D es esencial para la correcta absorción de calcio, protección en los huesos y además también es una vitamina que ayuda a generar un mayor nivel de testosterona por lo que aumenta el deseo de tener relaciones sexuales. Además, en el estudio titulado ‘Systems Biology in Reproductive Medicine’ realizado en Turquía en 2016, se asegura que la movilidad y la morfología de los espermas mejoran durante la primavera, ya que los niveles altos de vitamina D en sangre se relacionan con las mejores muestras espermáticas. En el caso de las mujeres, la primavera ayuda a estimular la hormona sexual femenina llamada estradiol, aumentando la capacidad de secreción de ésta. El aumento de horas de sol también afecta positivamente a nuestro estado de ánimo, con lo que también estamos más predispuestos al contacto social e íntimo. Mejora del estado anímico Estrechamente relacionado con la información anterior, la vitamina D también ayuda a incrementar la felicidad y el estado de ánimo de las personas y, por lo tanto, también aumenta el deseo sexual, tanto para los hombres como para las mujeres. Esta felicidad durante esta época del año se debe a que la vitamina D ayuda a regular hormonas que están estrechamente relacionadas con este estado anímico, y son, por un lado, la hormona del cortisol, que se ocupa de reducir el estrés, por otro lado, la hormona TSH la cual se ocupa de aumentar el metabolismo; por último, la hormona de la serotonina se ocupa de aumentar nuestro bienestar. Aumento del deseo sexual Ligadamente con el estado anímico, el aumento del deseo sexual también se produce en esta época del año porque, con el buen tiempo, las parejas pasan más tiempo juntos, les apetece salir más, realizan más viajes… Por lo tanto, si a todo esto le sumamos un estado anímico más positivo, el deseo de tener más relaciones sexuales se ve incrementado. Además, en relación con la Vitamina D aportada por el sol, también se ve afectada otra hormona llamada oxitocina, la cual se encarga de despertar el deseo sexual. La época del año puede influir en el género Según un estudio llevado a cabo por Angelo Cagnacci, profesor de ginecología en la Universidad de Módena, Italia, está convencido que la primavera no solo puede intervenir en la fertilidad, sino también puede llegar a influir en el género del bebé. Este estudio concluyó, que en las épocas más cálidas del año se tiene una mayor probabilidad de concebir a un niño que a una niña. Y esto se debe al mecanismo de compensación de la naturaleza, que les ofrece a los varones una mayor oportunidad de sobrevivir durante los meses más cálidos. Además, también asegura que la estación del año también puede condicionar de alguna manera la edad de inicio del climaterio afirmando que, «nuestros descubrimientos nos indican que las mujeres que nacen en otoño desarrollan durante su vida embrionaria mayor número de óvulos que las nacidas en primavera». Fuente: ABC.ES

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Por qué la llegada de la primavera es una buena oportunidad para renovar la alimentación y sumar comidas

Hay que evitar las dietas restrictivas de cara al verano. Cada estación del año nos ofrece diferentes tipos de alimentos, y en primavera, con la llegada del buen tiempo, casi siempre la alimentación y el estilo de vida se modifican. Lo que suele suceder es que las personas se ven más atraídas por alimentos frescos (como verduras y frutas), consumen mayor cantidad de líquidos y hasta se encuentran más activos. Por esto mismo, la llegada de la estación de las flores es una buena oportunidad para renovar la manera en que se come, y para sumar otros platos y comidas a la dieta diaria. Según indicó la nutricionista Julieta Lupardo, en general en esta época muchas personas tratan de bajar de peso lo más rápido posible, sin importar las consecuencias nutricionales que esto pueda ocasionar. «Se exponen a dietas restrictivas, donde se eliminan varios grupos de alimentos y con un aporte inadecuado de nutrientes y calorías. En caso de querer descender de peso, el objetivo es poder llevar a cabo una alternativa alimentaria sin ‘dietas restrictivas’, donde el alimento es más que un transporte de nutrientes y calorías», indicó la licenciada. De este modo, la nutricionista recomendó que en primera instancia, hay que respetar las cuatro comidas principales (Desayuno/Almuerzo/Merienda/Cena). Luego de eso, es importante incorporar el consumo de dos a tres frutas por día, y consumir una porción de verdura cruda y una de verdura cocida durante el día. «Al menos medio plato en almuerzo y en cena», aclaró. Además, mencionó que es necesario sumar una porción de cualquier tipo de carne o huevo una vez en el día, como así también se deben consumir de 6 a 8 vasos de agua a diario para hidratarse bien. De igual modo, aconseja consumir en el almuerzo o cena una porción de alimentos ricos en hidratos de carbono (lentejas, papa, batata, choclo, arroz, tarta, fideos, garbanzos, etc.) siempre acompañados con verduras (medio plato de alimentos con hidratos y el otro ½ plato verdura). Por último, la especialista aclara además que la buena alimentación debe estar siempre acompañada de una actividad física que se realice de manera regular y que sea placentera y sostenible en el tiempo.

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HIV y fertilidad: los avances de la ciencia al servicio de la salud

En relación al deseo reproductivo de las personas infectadas, la ciencia avanzó mucho para lograr hijos sanos. Al respecto opìnó para Télam la Dra. Carolina Tomatis En relación al deseo reproductivo de las personas infectadas, la ciencia avanzó mucho para lograr hijos sanos. ¿Cuáles son las posibilidades y qué se espera para el futuro? Lo más nuevo son las relaciones sexuales, previo empleo de una droga profiláctica pre exposición llamada Truvada (Tenofovir/emtricitabina) que previene el contagio en un 90% – en 2014 el CDC (Center of Disease Control) lo aprobó. Este tratamiento consiste en la toma diaria de ésta medicación y la práctica de relaciones sexuales sin protección (preservativo) en el momento fértil del ciclo femenino. En este caso, es muy importante la adherencia al tratamiento – no pueden dejar de tomar la medicación- y un estricto control mediante cargas virales frecuentes y testeo para otras enfermedades de transmisión sexual que pueden aumentar la susceptibilidad a la infección. Como depende mucho del paciente y la toma de esa medicación, todavía no existe una alta demanda de este procedimiento, y en Argentina siguen acudiendo a los centros de fertilidad. En estas instituciones en los casos de hombre infectado trabajamos con procesamientos especiales de la muestra de semen que la vuelven segura para no transmitir la infección. Consiste en separar los espermatozoides del líquido seminal y determinar entonces la carga viral. El riesgo de transmisión con esta técnica es de un 0,0002%, es decir queda eliminando cualquier posibilidad de transmisión Cuando el miembro de la pareja con serología positiva es el varón, a pesar de tener carga viral indetectable en sangre, se estima que un 3 a 8% pueden tener carga viral positiva para HIV en semen. Por eso, para evitar el mínimo riesgo de contagio, se realiza inseminación intrauterina o alta complejidad por in vitro este procesamiento especial del semen que implica un lavado y posterior carga viral negativa para virus HIV. Si la infectada es la mujer, puede realizar autoinseminación con el semen de su pareja o eventualmente, si lo requiere, in vitro. En el caso de que ambos miembros estuvieran infectados, se sugiere igualmente el lavado de semen para evitar la sobreinfección por otro serotipo del HIV. A medida que los nuevos tratamientos alcancen a toda la población y exista mayor experiencia en la seguridad de las parejas infectadas que buscan hijos, para evitar la transmisión, tenemos esperanzas en que las nuevas recomendaciones tendrán mejor aceptación por los pacientes y médicos. El trabajo en equipo: infectólogo, especialista en fertilidad y paciente, es de suma importancia para lograr los mejores resultados. (*) Coordinadora del programa de VIH e infertilidad de Halitus Instituto Médico.   Fuente: Telam    

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Padres a los 60: cuánto se multiplica el promedio de tiempo que se necesita para concebir

Los varones también tienen un reloj biológico y existe cierto declive en su fertilidad con el paso de los años. El boom de la paternidad en los famosos. Expertos dan su mirada a Infobae y explican qué tanto pueden ayudar los tratamientos. Hace mucho tiempo ya que George Clooney dejó de ser el soltero más codiciado de Hollywood. Tal es así que hoy, a los 60 años, cambiar pañales es el escenario con el que -nuevamente- comulga. Amal Ammuddin es su pareja y la madre de sus dos hijos: los mellizos Ella y Alexander. Ambos niños llegaron en 2018, cuando el actor tenia 56 años. Ahora, con 60 recién cumplidos, Clooney será padre nuevamente de mellizos. Los nuevos modelos de familia están a la orden del día y cada vez es más habitual que hombres ya maduros decidan tener hijos. Los médicos lo advierten: no es lo mismo ser padre a los 60 que a los 30. Pero que no sea lo mismo, ¿significa que sea peor? Los hombres, que se hacen estas y otras preguntas, quieren ser padres en edades que quizás antes estaban reservadas para el abuelazgo. Está claro: los 50, los 60 y los 70 de ahora no son los de antes. ¿Qué pasa con los hombres y la paternidad en edades avanzadas? ¿El hombre puede procrear hasta la edad que le plazca? ¿Hasta cuando sirven sus espermatozoides? La importancia de la edad a la hora de buscar un hijo es ampliamente conocida entre las mujeres, pero poco se habla quizás sobre qué ocurre con los hombres. “Los varones también tienen un reloj biológico y existe un cierto declive en su fertilidad con el paso de los años”, empieza diciendo a Infobae Martín Attie, médico especialista en medicina reproductiva, director médico de In Vitro Buenos Aires. “Se calcula que, si el hombre tiene 25 años o menos, la probabilidad de concebir (en promedio) es de 4 meses. Por el contrario, si tiene más de 40, puede tardar 2 años o más. Y, superados los 45 años, el tiempo promedio necesitado para concebir se multiplica por cinco”, explica el médico. “En el caso de los ovarios, la vida útil reproductiva, es decir producción de óvulos, es mas corta que en los hombres. Disminuye en forma más acentuada a partir de los 35 años, para hacerlo más a los 38 y mucho más a partir de los 40 años. En el hombre es diferente y si bien a partir de los 40 se acentúa la disminución, vemos casos de hombres de 70 o más, que embarazan a una mujer de 30 años, o más, pero nunca a la inversa”, sostiene por su parte a Infobae, Sergio Pasqualini, director Científico de Halitus, el centro de fertilidad que fundó en 1987. “Es decir que el reloj biológico de los ovarios va mas rápido que el de los testículos”, agrega el doctor. Hay una cuestión: los hombres nunca dejan de producir esperma. A menos que ocurra alguna enfermedad o daño específico, no se detiene la síntesis de espermatozoides. “Sí, en cambio, puede verse afectada su calidad a medida que pasa el tiempo como, por ejemplo, la oxidación de los espermatozoides y, por lo tanto, disminuir su capacidad de fecundación. Entre los impactos negativos a mayor edad sobresalen: precisar más tiempo para concebir, disminución en la calidad del esperma (conteo, movilidad), aumento de la posibilidad de encontrar anomalías en el ADN del esperma debido a su fragmentación, incremento del riesgo de sufrir abortos involuntarios, defectos de nacimiento en los bebés y, según diversas publicaciones científicas, alto incremento en la incidencia de engendrar hijos con autismo”, explica Attie. Así, cuanto mayor sea el hombre, más tiempo le puede tomar concebir naturalmente. Esto también puede deberse a que se desarrollan enfermedades crónicas como diabetes, sobrepeso y presión arterial alta, que pueden afectar la fertilidad. Dice Pasqualini: “Tardar en embarazar va a depender del caso en particular. En general el hombre a los 40 está bien, y más adelante también. La pérdida de la fertilidad, producción de espermatozoides, en los hombres es muy variada. Hay hombres que ya tienen problemas desde la pubertad, con un declinar de la producción mas rápida, y otros que empiezan bien y a temprana edad aceleran la perdida. Pero siempre en algún momento dejan de producir. Es difícil encontrar hombres de 80 que tengan una producción aceptable para lograr un embarazo por la vía natural”. Uno de esos hombres récord vive en el Argentina. Es el doctor Alberto Cormillot, el reconocido médico especialista en obesidad, educador para la salud, escritor y conferencista, quien será padre -nada más y nada menos- a los 82 años. Dueño de una vitalidad envidiable, lleva una vida sana que incluye una alimentación equilibrada y una estricta rutina de actividad física. Cormillot espera por Emilio, el bebé que tendrá para el mes de octubre junto a su actual esposa, la doctora Estefanía Pasquini. Luego de anunciar el embarazo de la joven de 34 años, con quien se caso en diciembre de 2019, el nutricionista había manifestado un deseo acorde a su paternidad longeva: “Quiero vivir hasta los cien”. Complicaciones posibles A medida que los hombres envejecen, pueden experimentar otras complicaciones ligadas a la reproducción (como una disminución de la libido y/o disfunción eréctil), que pueden dificultar el embarazo natural. “Estudios recientes también han determinado que la edad del hombre se asocia con una mayor tasa de alteraciones cromosómicas en los espermatozoides, que pueden dar lugar a problemas de esterilidad, abortos involuntarios y transmisión de enfermedades congénitas en la descendencia”, dice Attie. “Aunque los hombres no experimenten la menopausia femenina y no pierdan su capacidad de concebir, la fertilidad masculina sí disminuye con la edad, pero, merced a las diferentes técnicas de reproducción asistida, es posible resolver la mayoría de los problemas de esterilidad. Técnicas como la inyección intracitoplasmática de espermatozoides, conocida como ICSI, han reducido enormemente la infertilidad masculina, incluso en casos de movilidad muy reducida y con anomalías morfológicas. Con esta técnica, independientemente de la

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Ovario poliquístico: advierten que 7 de cada 10 casos no son diagnosticados

Puede obedecer a múltiples causas. Qué es, cuáles son sus síntomas y tratamiento y cómo se relaciona con la fertilidad. Lo padece entre el 8 y el 12 por ciento de las mujeres. Pero la mayoría, no lo sabe. El síndrome del ovario poliquístico (SOP) es una afección ligada a cambios en los niveles hormonales, que le dificultan a los ovarios la liberación de óvulos maduros. Este trastorno hormonal ocasiona un incremento en el tamaño de los ovarios, con pequeños quistes en los bordes externos. Probablemente, el hecho de que sea multifactorial, explique su subdiagnóstico en el 70% de los casos. Así lo entiende Carolina Tomatis, ginecóloga de Halitus Instituto Médico: «Su causa es desconocida y se combinan tanto de factores genéticos como ambientales», explica. En este mismo sentido, la profesional agrega que al tener una «amplia expresión clínica, puede subdiagnosticarse si se tratan los síntomas en forma aislada«. Otra de las cuestiones que puede llegar a dificultar su diagnóstico es el momento en el que suele presentarse: la adolescencia, por lo que los síntomas del SOP suelen superponerse con rasgos comunes del desarrollo puberal, como por ejemplo el acné. Pero entonces ¿cómo se diagnostica? Al estar asociada a un espectro grande de manifestaciones clínicas, según un consenso realizado en Rotterdam en 2013, deben presentarse al menos dos de los siguientes parámetros, precisa Tomatis. • Aumento de los andrógenos en sangre (testosterona libre, 17OH progesterona, androstenediona, DHEA) o signos clínicos del aumento de los mismos (acné, hirsutismo, alopecia, seborrea). • Alteraciones del ciclo (atrasos menstruales o falta de menstruación). • Presencia por ecografía transvaginal al comienzo del ciclo con más de 10 folículos por ovario o volumen ovárico aumentado. «Es importante aclarar que se trata de la presencia de folículos ováricos, que contienen dentro el óvulo y suelen estar en el ovario en un número menor a 10. Es frecuente que los pacientes confundan aumento en el número normal de folículos con quistes ováricos», aclara. ¿Cuáles son los riesgos de padecerlo? «Se asocia en un 50% de los casos con obesidad o sobrepeso, incremento de los valores de insulina con mayor riesgo de prediabetes o diabetes mellitus tipo 2, dislipemia con predominio de la elevación de los triglicéridos, configurándose el síndrome metabólico y su consecuente aumento del riesgo cardiovascular «, profundiza Tomatis. Tratamientos posibles Es importante señalar que si bien es un síndrome que no tiene cura, es factible su tratamiento en un marco multidisciplinario entre el endocrinólogo, nutricionista y ginecólogo. La forma en que se abordará estará vinculada al motivo por el cual el paciente haya consultado, y la etapa de la vida en la que se encuentre. Quienes tengan sobrepeso deberán contar con la evaluación de un nutricionista y realizar dieta y ejercicio. En cambio, en el caso de que el signo prevalente sea el hiperandrogenismo (presencia excesiva de andrógenos, explica la ginecóloga), se pueden emplear fármacos antiandrogénicos. «Si presenta hirsutismo (crecimiento excesivo de vello de distribución varonil) se puede recurrir a la depilación láser, en cambio si el principal motivo de consulta son las alteraciones del ciclo, pueden emplearse anticonceptivos o progesterona», subraya. Por otro lado, muchas pacientes presentan insulinoresistencia. «La insulina es una hormona secretada en el páncreas y es la que permite la entrada de glucosa a las células de todo el cuerpo. Cuando la insulina no cumple su función, el páncreas incrementa su producción para compensar, lo que genera mayor síntesis de testosterona en el ovario y eso agrava los signos de exceso de andrógenos ya descriptos «, detalla la profesional. En estos casos, parte del tratamiento consiste en «administrar fármacos insulinosensibilizadores como la metformina», que permite corregir los niveles de glucosa circulante y también ayuda a mejorar la ovulación, asegura la ginecóloga. «En el último tiempo, diversos trabajos de investigación apuntan a la composición de la flora bacteriana intestinal como potencial desencadenante del síndrome o causal de las diferentes maneras de presentación clínica, por lo cual el empleo de probióticos, prebióticos y agentes simbióticos pueden ser una nueva herramienta terapéutica para su tratamiento», remarca. El SOP y la fertilidad Al tratarse de una condición que afecta a mujeres en edad reproductiva, otro de los motivos de consulta suele ser la infertilidad asociada a falta de ovulación, cuenta Tomasi. En estos casos «se pueden emplear drogas inductoras como el letrozol o clomifeno y de no haber respuesta se indican gonadotrofinas, que son hormonas inyectables», informa. En el caso de las pacientes con obesidad, una búsqueda de descenso de peso sería lo indicado a la hora de pensar en un embarazo, ya que de persistir el exceso de peso «las tasas de éxito de los tratamientos disminuyen hasta un 50% y son frecuentes las complicaciones durante el embarazo como el aborto, la diabetes gestacional y la hipertensión», concluye.

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¿Pueden vacunarse contra el COVID-19 las personas en tratamiento de fertilidad o embarazadas?

Especialistas locales e internacionales responden y llevan tranquilidad ante una de las dudas surgidas durante la pandemia. Consejos y recomendaciones para no caer en las falsas afirmaciones Desde el comienzo de la actual pandemia por COVID-19, hemos visto la rapidez con la que se propaga la desinformación sobre las vacunas que la ciencia desarrolló para terminar con esta amenaza que ya contagió a 205 millones de personas y mató a 4,3 millones en todo el mundo. Sobre la vacunación frente al coronavirus están surgiendo numerosas fake news y una de ellas es esta: “las vacunas afectan a la fertilidad tanto de hombres como de mujeres”. Una afirmación totalmente falsa según han confirmado numerosos expertos. Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmaron: “La OMS nunca aprobaría vacunas de las que se sospeche que pueden afectar a la capacidad de una persona para concebir”. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU coinciden en esta misma línea y aseguran que si se está buscando un embarazo ahora, o se tiene pensado hacerlo en el futuro, la mujer puede vacunarse contra la COVID-19 sin ningún problema: “En la actualidad no existe evidencia de que alguna vacuna, incluida la vacuna contra la COVID-19, cause problemas de fertilidad en mujeres o en hombres, ni problemas para lograr el embarazo”. Ahora bien, los CDC no recomiendan realizarse una prueba de embarazo de rutina antes de vacunarse contra la COVID-19. “Si está tratando de quedar embarazada no es necesario que se evite el embarazo tras vacunarse”, aclaran. “Las vacunas contra COVID-19 hay que aplicarlas cuando estén disponibles para cada uno. Si está buscando un embarazo, tiene que vacunarse contra el coronavirus. Si está haciendo el tratamiento, hay que dejar pasar un mes de recibida la vacuna para volver al tratamiento. Si tiene un embarazo reciente o avanzado también debe vacunarse”, explicó a Infobae el doctor Sergio Pasqualini, director de Halitus Instituto Médico. Y agregó: “No es como otros virus como el de las paperas que puede generar a futuro problemas de fertilidad. El virus circula con el cuerpo y pega en distintos órganos. Si uno se enferma por COVID, puede la enfermedad afectar la función ovárica o testicular, pero todavía está en investigación. Se presume y piensa que no es igual al virus del Zika por ejemplo. Respecto a trastornos menstruales en mujeres vacunadas tampoco hay estudios que lo corroboren. Hay que recordar que las emociones y los nervios también juegan a favor de padecer trastornos”. “Los anticuerpos que su cuerpo desarrolla para combatir la proteína espiga en la vacuna contra el COVID-19 no provocará anticuerpos contra las proteínas en la placenta» (REUTERS/Henry Romero) La doctora Gretchen LaSalle, becaria de ciencias de vacunas de la Academia Americana de Médicos de Familia en España, afirma que no hay evidencia científica de que la vacuna contra el COVID-19 afecte la fertilidad. “Los anticuerpos que su cuerpo desarrolla para combatir la proteína espiga en la vacuna contra el COVID-19 no provocará anticuerpos contra las proteínas en la placenta. De hecho, durante los ensayos de la vacuna de Pfizer, 23 mujeres voluntarias que participaron en los estudios quedaron embarazadas. La única persona que experimentó una pérdida de embarazo no había recibido la vacuna, si no el placebo. “No hay ningún dato clínico, ni de investigación animal, que sugiera una posible relación entre las vacunas y la afectación de la fertilidad. Todas las publicaciones existentes establecen que no hay evidencia que sugiera que la vacuna produzca infertilidad masculina o femenina. Por otro lado, no hay ningún mecanismo que soporte esta idea”, asevera el presidente de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), doctor Luis Martínez Navarro. Sobre aquellas mujeres que deseen quedar embarazadas y tengan cerca la vacunación frente a la COVID-19, el presidente de la SEF remarca que no hay ninguna necesidad de esperar para buscar el embarazo tras la vacunación. “Todas las recomendaciones son que la vacunación no debe de influir en la búsqueda de la gestación natural o mediante tratamientos de reproducción”, agrega. Recibir la vacuna durante el embarazo Usted también puede estar preguntándose si es seguro recibir la vacuna si ya está embarazada. Si bien los datos sobre la aplicación de la vacuna contra el COVID-19 durante el embarazo son limitados, la información es tranquilizadora hasta el momento respecto de recibirla durante el embarazo. No se conocen resultados fetales negativos para las personas que han recibido la vacuna durante el embarazo. De hecho, los estudios están mostrando que las personas embarazadas que han sido vacunadas pueden transmitir los anticuerpos del COVID-19 a sus bebés. También hay estudios que muestran que las mujeres embarazadas les transmiten anticuerpos a sus bebés mientras en estado de lactancia, seis semanas después de la vacunación. Los expertos afirman que los riesgos de contraer el COVID-19 durante el embarazo superan con creces los riesgos asociados con la vacunación. Esto se debe a que las personas embarazadas tienen un riesgo mucho mayor de necesitar ser hospitalizadas o remitidas a cuidados intensivos si se enferman con el COVID-19. ¿Qué pasa con la infertilidad? Además de lo que sabemos sobre las vacunas y el embarazo, no hay evidencia de que las vacunas contra el COVID-19 causen infertilidad o impotencia en personas de cualquier género. Lo mismo sucede con la enfermedad si una persona se contagia. El médico especialista en reproducción asistida, Fernando Neuspiller MN 82.815 -director del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) Buenos Aires- explicó que hasta hoy, no se ha demostrado que el COVID-19 ingrese en el semen, ni infecte los óvulos o los embriones. “No hay estudios que demuestren eso, pero está bien que la gente esté en su casa por precaución. La Organización Mundial de la Salud (OMS) no está diciendo que las mujeres eviten embarazarse, al igual que no lo hace la Sociedad Europea de Reproducción, o la Americana, o la Internacional”, afirmó el experto. Y concluyó: “No hay nadie que recomiende no embarazarse en esta época, ya que no hay evidencias de que el COVID-19 infecte

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¿Cómo influye la infertilidad en la sexualidad?

Una pareja que para lograr el embarazo debe realizar tratamientos de reproducción asistida puede ver afectada su sexualidad de distintas formas. Puede pasar desde obsesionarse con sus relaciones íntimas hasta evitarlas por completo. La sexualidad durante un tratamiento puede verse afectada porque él o ella pueden sentirse culpables de que no se produzca la concepción o que, una vez lograda, se pierda. También pueden llegar a verse como objetos más que como personas, por las demandas mutuas de la pareja. O porque muchas parejas experimentan la intervención del médico especialista como una invasión en el aspecto más íntimo de sus vidas y pierden la espontaneidad y el deseo sexual, lo cual afecta tanto al varón como a la mujer. Además, es verdad que existen procedimientos médicos que, sobre todo en las mujeres, son algo molestos y repercuten en su disposición al contacto íntimo. Después de cinco años, Clara y Javier decidieron que ya era tiempo de que el profundo y apasionado amor que se profesaban se hiciera fruto en el hijo Jóvenes, enamoradísimos, creyeron que la buena nueva no tardaría en llegar … Pero se equivocaron Tras varios meses de intentos, decidieron consultar Luego de una larga lista de chequeos, análisis, más chequeos y estudios y hasta una cirugía, les dijeron que ‘ahora sí’ podrían Pero algo había sucedido entre Clara y Javier a lo largo de todo ese accidentado camino Ya no tenían ganas de hacer el amor. Estaban desengañados, tristes, hasta enojados y culpables el uno con el otro ‘Se sospecha que cerca del 95% de las parejas bajo tratamiento de esterilidad sufren disfunciones sexuales debido al stress que transitan en la búsqueda del embarazo’, afirma el doctor Sergio Pasqualini ¿Cómo afectan los trastornos sexuales la fertilidad? Los trastornos de la sexualidad pueden existir desde antes del diagnóstico de infertilidad mientras que otros se instalan durante el tratamiento y llegan a constituir un verdadero círculo vicioso. Sobre todo, cuando las parejas no pueden ver la situación y la niegan o se resisten a recibir ayuda de un especialista. Creen que el problema se va a solucionar por sí solo y ése es un error que les hace perder mucho tiempo, además de privarlos de una convivencia más plena. Cada persona vive la situación en forma diferente y no todos los tratamientos son iguales. En la mujer observamos dificultades para lograr la excitación sexual por el estrés que padece y muchas veces también, imposibilidad de alcanzar los orgasmos además de la reducción del deseo. En algunos casos se instala la dispareunia ó el vaginismo, que produce dolor y no permite la penetración. La mujer suele volverse hipersensible y llega a no tolerar siquiera que se la toque. En los varones aparecen trastornos eyaculatorios, como la eyaculación retrasada o ausente y la disfunción eréctil justamente en la fecha de las relaciones sexuales programadas, no así durante el resto del mes. ¿Por qué es importante recurrir al especialista? La sexualidad es una función bio psicoespiritual que puede alterarse. Cuando todos estos aspectos funcionan en forma sincronizada y armónica la sexualidad resulta más placentera y también más efectiva en los aspectos reproductivos. Se ha observado que cuando tenemos problemas en el área del placer o de la fertilidad, es porque existe un aspecto de la sexualidad que no está bien sincronizado con el resto de la persona. Al mismo tiempo, cuando hay trastornos de las áreas emocionales ó existenciales, estos se expresan en el terreno de la sexualidad y en la capacidad reproductiva, tanto de la mujer como del hombre. Algunas emociones se cuelan en la cama durante un tratamiento de reproducción asistida y es necesario manejarlas positivamente. En primer lugar, aparece la idea de que “no somos normales, como los demás”. Esto provoca pensamientos tristes y hasta depresivos y, a partir de allí, cada persona y cada pareja lo manejan de acuerdo a su historia previa y a la capacidad de resiliencia, es decir, de responder positivamente a esta situación. Por eso es tan importante que la pareja se permita atravesar el tratamiento rodeada y ayudada por el equipo de fertilidad, incluyendo a la sexóloga, quien les enseñará a manejar recursos que solucionan las alteraciones, pequeñas o grandes, que pueda haber en el área sexual y/o vincular de la pareja, y que muchas veces terminan desgastando la relación y paralizando o invalidando afectivamente a ambos. El diálogo tiene un lugar preponderante, es una gran herramienta, pero muchas veces las personas no tienen el conocimiento que hace falta para que el contenido de lo que hablan los tranquilice mutuamente y los haga actuar de un modo diferente. Por eso, permitir la intervención especializada, aporta un nuevo foco a la situación y la pareja puede sentirse aliviada y, al tener mayor conocimiento, ver las cosas más positivamente, ya que la responsabilidad se comparte con la sexóloga. Un diálogo entre personas con conocimientos limitados no permite acciones diferentes a las que existen en ese momento. Existe un antes y un después en las parejas que realizan un breve tratamiento sexológico, en el cual obtienen una apertura mental que les sirve para toda la vida, además del éxito que se logra en relación a la fertilidad. ¿Cómo se trabaja en una consulta sexológica? La pareja puede asistir junta o en forma individual. Existe un convenio de absoluta confidencialidad entre la sexóloga y cada uno de los miembros de la pareja, con el acuerdo de ambos miembros, para que cada uno pueda sentirse cuidado y preservado en su privacidad. En las sesiones compartidas se trabajan los aspectos vinculares necesarios para enriquecer el vínculo y para alentarlos a ayudarse mutuamente. En las consultas individuales se tratan los aspectos sexuales y emocionales que obstaculizan la intimidad y provocan roces y peleas. Se va trabajando en forma alternada con cada uno y con ambos, proveyéndoles de conocimientos, ideas y recursos, además de analizar y elaborar las viejas creencias que impedían alcanzar una tranquilidad y plenitud sexual y vincular.

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Sexualidad inteligente: una aliada de los tratamientos de fertilidad

En el psiquismo de las personas existen mensajes inconscientes respecto de la sexualidad, que se instalaron por haber sufrido diferentes experiencias a lo largo de la vida. Cómo revertir el estado de ansiedad y lograr un embarazo, sin dejar de lado el placer. Cuando las parejas o las personas individualmente encaran la búsqueda de un embarazo, muchas veces comienzan a tener conflictos con su sexualidad. Gran parte del problema parte del concepto erróneo de considerar que tener actividad sexual y tener relaciones sexuales es la misma cosa. “Actividad sexual son manos entrelazadas, intercambio de miradas, un abrazo, o conversaciones amorosas sin contacto físico que promuevan sensaciones de apego o eróticas, aún sin llegar al coito. Relaciones sexuales, en cambio, son aquellas que involucran los órganos genitales y la penetración”. La aclaración de la médica sexóloga clínica y ginecóloga Beatriz Literat, Médica (MN 50294) bien podría ser un llamado de atención para muchas personas que “creen erróneamente que la actividad sexual no constituye tener sexo de verdad, privándose del beneficio emocional y físico de estas actividades que implican poner en circulación hormonas de la glándula hipófisis, tiroides, suprarrenales, ovarios y testículos, con beneficios inmunológicos y contribuyendo a mejorar la capacidad fértil de la mujer y del varón”. Para la educadora sexual, «en el psiquismo de las personas existen mensajes inconscientes respecto de la sexualidad, que se instalaron por haber sufrido experiencias desagradables, traumáticas o confusas, que conforman verdaderos tabúes sexuales y que pueden llegar a controlar los comportamientos». “Las personas no logran explicarse lo que les sucede emocionalmente y no se atreven a decirlo y, como sabemos, casi siempre lo que no se habla, se manifiesta en forma psicosomática -señaló Literat-. Una de las manifestaciones frecuentes es el vaginismo, la contracción involuntaria de los músculos perivaginales que impide la penetración y también la realización de exámenes ginecológicos, ecografías transvaginales, etc. En frecuentes casos las parejas mantienen actividad sexual durante años sin perfeccionar el coito y como consecuencia el embarazo no se produce. Este trastorno, como la mayoría de las alteraciones en la sexualidad se soluciona en muy pocas consultas”. Algunos de los pensamientos más comunes en relación con la sexualidad que, con frecuencia, aparecen en el imaginario de los potenciales padres son, según la especialista: Estoy/estamos haciendo las cosas mal. Si no podemos embarazarnos naturalmente, ¿para qué nos sirve tener sexo? Lo que nos sucede es un castigo por haber hecho control de la natalidad tanto tiempo. Esto que nos pasa es porque hace tiempo me hice un aborto y ahora no puedo quedar embarazada. Mis espermatozoides no son adecuados porque antes yo me masturbaba mucho, o porque fumé mucho, o porque practiqué el coito interrumpido. ¿Por qué nos pasa esto? ¿Será que con mi pareja realmente no somos compatibles? Por culpa de él/ella tengo que exponerme a todos estos procedimientos. “Este estado mental genera angustia, ansiedad, desvalorización y enojo que se vuelca hacia uno/a mismo/a y hacia la pareja, provocando discusiones, desgaste y alejamiento. En este escenario, una sexualidad inteligente y atinada se convierte en la principal aliada del proyecto parental, ayudando no solamente a los futuros padres sino también al equipo médico de fertilidad, ya que aunque se estén realizando procedimientos de diferentes tipos para lograr el embarazo, la natural respuesta sexual humana desencadena procesos químicos en todo el sistema que favorecen tanto al varón como a la mujer en su capacidad de fecundar y concebir, colaborando con los procedimientos”. La especialista aseguró, además, que “la actividad sexual genera la producción de endorfinas que contribuyen a reestablecer un equilibrio emocional y homeostático que se articula directamente con los procesos procreativos naturales, como por ejemplo la producción de espermatozoides, el proceso ovulatorio y el mecanismo de implantación del embrión en el útero. En síntesis, una actividad sexual inteligente es una verdadera aliada de los tratamientos de fertilidad”. Muchas parejas o individuos llevan consigo mochilas sexuales insatisfactorias y aún antes del inicio de la búsqueda del hijo, estaban lejos de sentirse plenos y satisfechos; sobrellevaban estos hechos como podían, amparados en el bienestar que disfrutaban en los otros aspectos del vínculo y en la amorosa comprensión del otro. «Sin embargo, cuando se inicia el trayecto hacia la parentalidad tan ansiada, ciertos equilibrios y negociaciones del vínculo se desestabilizan y es entonces cuando una sexualidad bien entendida y practicada puede ser el chaleco salvavidas que mantenga a flote a estas personas, que pueden llegar a sentir que el peso del conflicto los arrastra hacia el fondo», resaltó Literat, quien reforzó que «en la consulta sexológica se des-aprenden las falsas creencias y se incorporan recursos con infinitas variables para poder disfrutar plenamente de la intimidad, que se convierte en una experiencia psico-física y espiritual; se toma conciencia de que el motor de todo erotismo está en el cerebro y se adquieren múltiples estrategias para poder celebrar una sexualidad creativa, amorosa y armoniosa». “Se aprenden las más modernas técnicas de comunicación, indispensables para poder dialogar acerca de un tema que a muchos les resulta muy difícil. Además se corrigen las disfunciones sexuales que cualquiera de los miembros de la pareja pueda padecer, recuperándose y a veces logrando por primera vez una sincronía que nunca se tuvo o que se perdió en algún momento”, aseguró. Una de las principales dificultades que presentan las personas en el logro de prevenir o dar solución a sus problemas sexuales, es que les da mucha vergüenza y a veces sienten desconfianza en concurrir a la consulta sexológica. “El 100% de los pacientes que finalmente concurren, terminan la primera consulta preguntándose por qué no habían ido antes o por qué habían perdido tanto tiempo, ya que se dan cuenta que el miedo o la vergüenza en el ámbito de una consulta respetuosa y amigable se desvanece, obteniendo desde la primera, o única consulta, herramientas prácticas que se utilizan de inmediato”.

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