Parto y cesárea

Parto y cesárea

http://www.sxc.hu“Si bien el parto no resulta nunca indoloro, el parto duele, es un hecho totalmente natural y es normal sentir contracciones que molestan. La mejor manera de reducir ese dolor es liberar tensiones, y estar acompañada siempre es mejor. Estar informada y saber lo que va a ocurrir es la mejor manera de prepararse y también la forma más eficiente para conservar la tranquilidad y defenderse contra los nervios, la ansiedad y el dolor”, sostiene Nelly Gago, obstétrica de Halitus Instituto Médico. El curso preparto es sumamente útil para obtener más información sobre cómo se desarrollará todo el día en que el bebé llegue al mundo y así alejar miedos, y preparar al papá de ese bebé por venir para el momento justo. Además, antes de salir para el sanatorio es conveniente hablar con el médico o la partera para relatar los síntomas que se presentan.

Los síntomas de la llegada del bebé

No existe un listado específico de síntomas que anuncien la llegada del bebé, lo más importante es controlar la regularidad de las contracciones. Las contracciones son encogimientos y relajaciones intermitentes del músculo del útero que se perciben al tacto cuando el abdomen se vuelve rígido. “Generalmente, se recomienda ir al sanatorio cuando las contracciones son de cinco minutos entre una y la siguiente, duran al menos 60 segundos cada una y se mantienen por lo menos durante una hora; sobre todo si la mamá es primeriza. También es importante prestar atención si se pierde el tapón mucoso, cuya función principal es evitar posibles infecciones del útero durante el embarazo, o si hay manifestación de sensaciones premenstruales”, explica la partera.

Las etapas del parto, teniendo en cuenta los cambios del útero y del cuello del útero, podrían dividirse en:

*Dilatación: El inicio de las contracciones puede vivirse con un dolor muy parecido al menstrual y pueden tener una duración de entre 35 y 75 segundos y, a medida que avanza la etapa y el bebé se acomoda para salir, se vuelven más intensas, más largas y más frecuentes. Durante todas las etapas del parto se realizarán varios tactos para comprobar la dilatación cervical y el descenso del bebé. La dilatación se produce en dos etapas: en la primera, el útero se dilata hasta 8cm, y en la segunda, llega hasta 10 cm.
*Expulsión: En esta etapa las contracciones suelen ser también cada cinco minutos y dura entre 45 y 90 minutos. El bebé pasa por el canal de parto, la mujer comienza a pujar y a jadear.
*Nacimiento: Es el momento en que el bebé sale del útero. Después de haber dado a luz, el cordón umbilical que une al bebé con la placenta dentro del útero se liga y se pinza en dos lugares, y se corta entre los dos lugares.
*Alumbramiento de la placenta: Esta etapa comienza inmediatamente luego de que el bebé nace y de un pequeño descanso para la nueva madre. Se produce el desprendimiento de la placenta de la matriz del útero y su posterior expulsión. A partir de allí el útero comienza su involución.

La importancia de la relajación y el acompañamiento

El ambiente apropiado también es importante para la relajación de la mujer durante el parto. Debe brindársele seguridad, contención emocional y cierta intimidad ya que la forma en que se la trate puede influir en la forma en que se desarrolle el trabajo de parto. Las hormonas del stress inhiben las hormonas del parto, la relajación, en cambio, genera endorfinas que favorecerán el parto. La presencia y el acompañamiento del hombre en esta etapa también pueden darte el respaldo que necesita para estar tranquila y al hombre la posibilidad de ser parte de una etapa que recordará toda su vida. Aunque no pujan ni jadean, los hombres viven el parto como una etapa de nerviosismo y ansiedad y estar cerca y sostener la mano de la futura mamá durante el parto puede brindar contención a ella y a él un lugar.
“El dolor durante el trabajo de parto es normal, sin embargo, varía de una mujer a otra. Cada mujer vive el dolor de forma diferente pero la mejor manera de enfrentarlo es mediante la respiración que permite, a su vez, cierta relajación que alivia el dolor”, dice Nelly Gago.

Episiotomía y peridural

Cuando el dolor impide a la madre llevar a cabo el trabajo de parto, la anestesia peridural es una opción. “Se utiliza durante el trabajo de parto para evitarle a la madre el dolor sin quitarle la sensación de pujo durante la etapa expulsiva o para permitir la ejecución de la cesárea. Generalmente, dependiendo de cada trabajo de parto, la analgesia puede durar el tiempo necesario hasta que el bebé descienda al canal de parto y no tiene efecto alguno sobre el bebé”, explica el Dr. Pasqualini, Director de Halitus Instituto Médico.
“En aquellos casos en que la madre no puede dejar de pujar, ante la presencia de complicaciones que pongan en riesgo la salud del bebé o de su madre, ante el riesgo de un desgarro vaginal o en presencia de un bebé grande la episiotomía es una opción. Se realiza durante el período de expulsión del parto y consiste en una cirugía con anestesia local que ensancha el orificio vaginal. La cicatrización puede llevar varias semanas y los puntos no necesitan extracción pero la realización de este tipo de cirugía es una determinación médica al momento del parto”, expresa el Dr. Pasqualini.

Una cesárea es una cirugía que se realiza en el útero y en el abdomen de la mujer y que, en los últimos años se leva a cabo, generalmente, en forma horizontal, por encima del vello pubiano. Debe realizarse cuando el parto vaginal no es posible o cuando hay riesgo materno o perinatal. “Lo que define el parto es la ubicación de la cabeza del bebé por venir y lo importante en un trabajo de parto es la evolución”, explica Nelly Gago.

En la actualidad, dura entre 40 y 60 minutos y puede programarse con anterioridad. Si bien antes se llevaba a cabo mediante una incisión en el cuerpo del útero de la mujer, condicionando así los partos futuros por el riesgo de rotura de la cicatriz, hoy por hoy, la nueva forma de realizarla permite una importante disminución en el riesgo de rotura. “Si bien la cesárea es un acto médico y una decisión médica ante la imposibilidad de un parto espontáneo, es fundamental la comunicación fluída entre el médico y la pareja. No debe perderse de vista que están en su derecho saber que es lo que está pasando con el cuerpo de la mujer y que la conexión y la fluidez de diálogo se adquiere más fácilmente si han compartido con el médico y la obstétrica las charlas previas y el curso de preparto”, sostiene Pasqualini.

La Argentina es uno de los países con mayor índice de cesáreas: se estima que alrededor de un 25 por ciento de los nacimientos en hospitales públicos y cerca de un 50 por ciento de los que ocurren en instituciones privadas son por esa vía, según las estadísticas nacionales que se realizan desde 1998. Así, en promedio, uno de cada tres partos ocurridos en el país, desde entonces, son por cesárea. El porcentaje de cesáreas se ha mantenido estable hasta la fecha y corresponde al doble de lo que considera aceptable la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las razones más frecuentes esgrimidas entre estos casos para la realización de una cesárea fueron que en un 40 por ciento de los casos la mujer tenía una cesárea anterior y, en un 30 por ciento, se indicó por vislumbrar que el bebé tenía un tamaño demasiado grande para lograr el parto natural.

Ahora bien, haber tenido un parto por cesárea no implica, que esa mujer deba a futuro seguir teniendo que recurrir a cesáreas. Si bien no hay un número máximo de cesáreas que pueden realizársele a una mujer, los actuales materiales y técnicas permiten llevar a cabo dos o tres cesáreas sin riesgo. Un número mayor puede aumentar el riesgo de rotura del útero o de que en futuros embarazos la inserción de la placenta sea incorrecta.
La decisión es siempre conjunta con el obstetra y deben evaluarse ventajas y desventajas de realizar una cesárea en cada caso particular.

Luego del parto comienza la etapa de lazos entre la mamá y el bebé y surge una mezcla de sensaciones nuevas e inesperadas. Es importante que además de las visitas de familiares y amigos, la mamá y el bebé tengan tiempo de conocerse, reconocerse y crear lazos que les brinden una comprensión mutua. Y es momento de disfrutar en familia.

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