El futuro ya está aquí: ¿cómo utilizar la nueva información?

El futuro ya está aquí: ¿cómo utilizar la nueva información?

En los últimos años, más aún desde el descubrimiento del genoma humano, la tecnología biológica ha alcanzado avances insospechados. Aquí los usos más asombrosos de la información del ADN y las posibilidades de la biotecnología, en permanente desarrollo. Y la polémica que se genera en torno al uso de esta nueva información que los avances permiten obtener.

Desde el secuenciamiento del genoma humano (y de los otros genomas: bacterias, plantas, virus) a esta parte, el avance de la biología molecular y de la biotecnología ha tomado un nuevo rumbo. Y es que esta tecnología que consiste en el uso de organismos biológicos que están en la naturaleza y pueden ser transformados por el hombre, para producir bienes y servicios está fuertemente basada en los avances de la investigación científica. Es casi imposible de diferenciar el límite entre ciencia y tecnología, esa frontera es casi inexistente entre la biotecnología y la biología molecular.
En 1973 se publicó el primer trabajo científico que fue la base de lo que se denomina ingeniería genética: tomar el gen de un organismo y colocarlo en otro organismo. El gen es lo que lleva la información genética para hacer proteínas, es una secuencia de bases (moléculas químicas) y que en su conjunto determinan nuestro genotipo. El genotipo es la composición de todos nuestros cromosomas, cada persona tiene uno. Es lo que nos hace particulares pero no determina todo lo que somos porque podemos tener pelo largo o más corto pero no sólo por los genes sino también por cómo nos educaron, qué comimos, dónde vivimos. La ingeniería genética implica que el hombre aprendió a manejar y a dominar la información genética y esto es un gran avance para la ciencia pero aún más para la producción. Al tomar el gen de un organismo y colocarlo en otro, cambio las características de los organismos.

ADN y Proyecto Genoma Humano

En el ADN de una persona existe una secuencia específica o varias, que determinan, su identificación a través de su filiación (su origen familiar). Lo que se planteó y logró el Proyecto Genoma Humano fue determinar cada una de las bases químicas que componen nuestros cromosomas, es decir, determinar su secuencia. Esto es, tenemos 3 mil millones de moléculas (bases nitrogenadas) que conforman todos nuestros cromosomas pero dentro de esos 3 mil millones yo tengo una cierta secuencia, que son unas 3 ó 4 que son específicas mías, son muy chiquititas, es lo que determina que yo pueda ser identificado y además tiene una relación con mis hijos y con mis padres o mis hermanos. Esto es lo que permite identificar a personas. Fuimos uno de los primeros países en utilizar este conocimiento para identificar a los “desaparecidos” de la dictadura militar del 76.
El proyecto genoma humano marca un punto de inflexión. Pero en realidad no es el fin sino el comienzo de algo. Con el proyecto de genoma humano se elaboró una especie de diccionario y ahora comenzaron a analizarse las aplicaciones de este descubrimiento, esto es lo que se llama la genómica funcional, que consiste en qué características tienen esos genes, qué producen, cómo hacen. El proyecto genoma humano es, además, el más importante para nosotros como especie pero incluso ya puede hablarse de los proyectos genomas porque se ha hecho la secuencia del arroz, de la mosca, de los virus, de las bacterias. Eso permite comprender a nivel genético cómo las bacterias se relacionan con el humano o con los animales y puede analizarse cómo tratar de eliminarlas o al menos de controlarlas para beneficio del hombre, tanto para la salud humana como para los alimentos.

Biotecnología y ética

Esta tecnología se rige por parámetros de la bioética, es decir, la ética de las ciencias biológicas pero, además tiene especificidades propias porque manipula información genética. “La ética juega un rol fundamental. Porque yo dije fabrico insulina, fabrico una vacuna, todo eso entra dentro de lo que son medicamentos tradicionales. Pero es más, yo puedo interferir sobre el genoma de una persona. En casos en que resolvemos una enfermedad no hay dilema pero en otros casos sí”, sostiene el Dr. Sergio Pasqualini.
Por el proyecto genoma humano, por ejemplo, una cosa que se hace muy rápidamente es diagnóstico de enfermedades no sólo genéticas a partir del material genético. Entonces, es posible establecer a partir de que el ADN presenta una mutación, que un problema aparecerá dentro de 40 años en ese hombre o mujer. Esta información puede ser sumamente valiosa por ejemplo para análisis pre-laborales, aunque la ley acá no lo permite, porque entonces permite determinar mediante un simple análisis de ADN si esa persona puede desarrollar determinada enfermedad a futuro y no contratarla. Si bien siempre se dice que debe tenerse en cuenta la relación de esa persona con el medio ambiente, se manejan probabilidades. No debe perderse de vista que los humanos se desarrollan entre le genotipo y el medio ambiente. Este tipo de información debe ser tratada éticamente. “Acá no se está haciendo pero en Inglaterra están permitiendo a las aseguradoras que utilicen esta información y o no te aseguran o te aseguran a tasas impagables. Este es uno de los temas de la bioética”, relata el médico.

Los avances tecnológicos implican grandes cambios para la humanidad y deben ser tratados con responsabilidad y respeto de las especies. Para ello, la regulación y el control son fundamentales, siempre dentro de parámetros que permitan el desarrollo de la ciencia y mejorar la vida de la gente. Pero hoy en día esos cambios se dan a un ritmo tan vertiginoso que la ética personal y el compromiso ubican a los investigadores, científicos y estudiosos en el centro de la escena. Hoy, los descubrimientos plantean una nueva forma de mirar el mundo y el futuro ya está aquí.

Comentarios cerrados